Encuentros

Sorry, antes que pedir permiso

El grupo compuesto por Asha Lorenz y Louis O´Bryen presenta Anywhere Not Here, segundo álbum de estudio que confirma que a los jóvenes les siguen importando los mismos temas de siempre.

Sorry lanzó 925, su álbum debut, cuatro días después de que el mundo se cerrara en 2020. Este es uno de los múltiples ejemplos donde los londinenses, pese o gracias a su juventud, van a contracorriente de todo lo establecido. Sus letras existenciales tratan sobre cualquier preocupación que todos hemos tenido en algún momento, prefieren el contacto piel con piel a los audios y los tiktoks y cogen referencias de grupos que sus coetáneos apenas han oído. Ahora lanzan Anywhere Not Here (Domino, 2022) y con la ayuda de Adrian Utley –miembro de Portishead-, vienen para ser escuchados. Todo ello sin pedir permiso, puesto que su nombre ya justifica todo.  Al habla Asha Lorenz.

¿Se ganan o se pierden miedos en el transcurso entre el lanzamiento de un álbum debut y la composición de un segundo álbum?

Ambas. Perdimos temores que surgen cuando haces algo por primera vez y ganamos miedos porque intentábamos encontrar nuevos sonidos, expandir nuestro repertorio. Luego están las expectativas generadas, pero eso es algo que nunca me ha gustado exagerar. Por supuesto que espero que a la gente le guste lo que hacemos, pero no podemos controlarlo, así que debemos darle una importancia relativa.

¿Cómo ha sido trabajar con Adrian Utley y qué ha aportado al álbum?

Es una persona realmente dulce. Fue interesante porque ya habíamos avanzado con la producción y las canciones eran bastante formales, así que fue complejo para él encontrar su lugar, pero fue muy bueno eligiendo los tonos para la guitarra o los sonidos de la caja, porque nunca nos centramos en ese tipo de cosas. Digamos que hizo que la forma en que sonamos fuera más consistente.

En vuestras canciones habláis de temas universales y atemporales como el sexo, el amor y la necesidad de ambos. Como miembros de una generación cuya manera de relacionarse y comunicarse es totalmente tecnológica, ¿cómo resulta hablar de este tipo de sentimientos?

Sólo tratamos de expresar lo que sentimos, independientemente de nuestra generación.  Sí, creo que es bastante triste la gran desconexión que predomina en gente de nuestra edad, porque esta forma de relacionarse nos encierra mucho en nosotros mismos. No uso apenas las redes sociales y prefiero  que siga siendo así, pero eso no quita que sea consciente de la realidad que me rodea. De todas formas, hay mucha gente de mi edad que se preocupa más de lo que parece por llevar una vida real, y mi papel como artista es darles voz. Somos una generación que también sentimos y somos empáticos con nuestro entorno.

925 fue lanzado en plena pandemia, ¿cómo ha sido el hecho de empezar a presentarlo casi dos años después de su lanzamiento y con un nuevo álbum recién publicado?

Ha sido bastante divertido. Fue un poco triste al principio, pero todo el mundo estaba en la misma situación. Fue una época muy extraña porque esas canciones se sienten bastante lejanas. En nuestro primer concierto, unos días antes de la pandemia, el público era en cierto modo reservado, o así lo sentía yo. Creo que la gente estaba  asustada por lo que sucedió unos días después, cuando el mundo se encerró, y eso me llevó a reflexionar sobre cómo podíamos hacer que en nuestros conciertos la gente disfrutara y se olvidara de todo. Pensaba que si conseguíamos eso, nosotros también disfrutaríamos más de la experiencia.

Aunque es difícil clasificaros con un género concreto, cuando os escucho me recordáis a una mezcla entre The Kills y The XX, sobre todo por cómo suenan vuestras voces juntas. Otros os comparan con bandas como Black Midi, Shame o Fontaines DC.  Y vosotros sampleais a artistas como Louis Armstrong o Tears For Fears. ¿Es la mezcla de varios géneros la forma más eficaz de ser original?

Sí, creo que es lo que hacemos y lo que nos sale mejor. Y esto puedo confirmarlo ahora, que hemos pasado por tantos géneros. Es bueno que no nos etiqueten en un género concreto y nuestra música dé lugar a muchas referencias e interpretaciones.

Os definís como unos chicos tímidos en varias entrevistas que os he leído. ¿El nombre del grupo ayuda, de algún modo, a lidiar con esa timidez?

(Risas) ¿Quieres decir que el nombre define la identidad de una banda? Quizá ayude, pero no es nuestro caso, aunque es divertido insistir en ello cuando la gente nos pregunta el origen del nuestro. A mí me suena cortés y educado, como buenos británicos que somos.

Texto: Borja Morais

Fotos: Iris Luz

 

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