Podríamos estar hablando de las virtudes del disco debut de Montrose eternamente. Es un trabajo que ha envejecido impoluto, cuyo sonido es todavía revolucionario y las canciones siguen sonando a gloria, tanto composición como ejecución. El problema es quedarnos ahí, en ese único álbum. Sí, Montrose es uno de los diez discos más importante del hard americano, piedra angular sobre el que muchas otras bandas cimentaron su carrera, con más suerte, dicho sea de paso. Pero hubo más, mucho más.
El cofre de seis compactos que acaba de editar Cherry Red Records a través del sub sello HNE, contiene todo lo que grabó la banda en su corta aventura de tres años. El primer cd está dedicado a la obra magna ya mencionada, que se completa con versiones estéreo y mono de algunas de las canciones del álbum. El segundo cd pertenece a esta época, y es, nada más y nada menos, que una grabación en vivo de la banda en plena explosión de juventud en los estudios Record Plant. Sin público, pero tampoco overdubs. La banda tocando a todo volumen, saboreando un material que ya entonces sonaba a leyenda. Se completa el álbum con 6 interesantes demos pertenecientes al disco debut.
Cd 3 va para la obra de la discordia: Paper Money. Es el disco de la ruptura entre Sammy Hagar y Ronnie Montrose. El primero decía que todo se fue al carajo por culpa del impedimento de Ronnie a dejar que el cantante trajese material al grupo, cosa que no había sucedido con el primer disco. Ronnie, reticente a dejar el grupo que llevaba su apellido en manos del rubio de rizos, creó una barrera gélida de silencio y se dedicó a trabajar sin pedir consentimiento a sus camaradas de banda. Fuese cual fuera la verdad, lo cierto es que Paper Money carece del empuje y la fantasía de Montrose. ¿Están lejos el uno del otro? ¡Sí! ¿Aún así merece reivindicación y rescate? ¡Sí! Es un trabajo cojonudo, que todavía hoy suena bien. No abrasa, ni revoluciona el género (como sí hizo su hermano mayor), pero algunas canciones son irresistibles: el tema título, «Underground», la cañera «I Got The Fire», que fue versionada por Iron Maiden y que fácilmente podía haber encajado en el primer álbum, «Spaceage Sacrifice»… Lo dicho, un disco a rescatar.
El cuarto trabajo del cofre es otro directo en los Record Plant. Si había o no un enfrentamiento entre Sam y Ronnie, esa frialdad no se aprecia en cómo la banda empuña las canciones, independientemente del álbum al que pertenecían. Están en lo más alto de su juego. Punto. Las versiones de Chuck Berry y Elvis no hacen más que magnificar el esplendido estado en el que se hallaban. Porque claro, Ron y Sam, pero en la banda estaba uno de los baterías más imaginativos del hard americano: Mr. Denny Carmassi.
Es importante destacar que Carmassi estuvo en todos los discos que se firmaron como Montrose, la banda, no el artista solista. El y Ron fueron los hilos conductores hasta el final, y los que dieron sentido a la criatura. De ahí que Warner Bros. Presents Montrose! y Jump On It (aquí los discos 5 y 6, respectivamente), sigan una línea coherente y mantengan el tipo pese a los cambios: Sammy Hagar dejó su puesto al recientemente fallecido Bob James (sin entrar en comparaciones con su antecesor, buen cantante también) y el productor Ted Templeman fue sustituido por el propio Ronnie (en el tercero) y Jack Douglas (en Jump On It).
En cualquier caso, escuchar estos seis compactos de un tirón hacen que este salvaje verano sea más llevadero. ¿Siguiente proyecto? Recuperar todos los discos de Gamma, la siguiente aventura de Ronnie Montrose, con varios de esos directos que circulan por ahí sin control de calidad o discográfica respetable que vele por ellos. Sea como sea, el mundo debería hablar más de Ronnie Montrose, por el bien de la humanidad.
Texto: Sergio Martos
Buenísima reseña!