Analizamos, tema a tema, el nuevo disco de Jack White, Entering Heaven Alive. Un álbum que me ha parecido enorme, y que desgranamos al máximo en esta habitual sección para que el routier pueda meterse de lleno en su imprescindible escucha.
«A tip from you to me»
El inicio de cualquier disco es vital, y aquí no lo es menos. De hecho, este «A tip from you to me» marca la línea. Una canción que no hubiera desentonado en Led Zeppelin III, sustituyendo cualquiera de sus piezas acústicas “¿Soy yo o Jack canta más Robert Plant que nunca?” me pregunta en un mensaje Omar “The Sidney Kid”, cantante de The Midnight Travellers. No, no es él. El aroma a Zeppelin se va a mantener. Acústicas y piano marcan la pauta, en un tema que arranca con una frase extraída d e la autobiografía de John Stuart Mill – filosofo, político y economista británico – de 1873, “pregúntate a ti mismo si eres feliz, y luego dejarás de serlo”. Para seguir diciendo que es “un consejo que me das tú a mí”. Que el disco va a ser más melódico que su trabajo anterior ya es evidente. Que las canciones van a ser mejores aún no lo sabemos, pero lo deduciremos pronto.
«All along the way»
Necesitas la segunda canción de un disco para asegurarte si lo escuchado al principio es casual o es una línea de continuidad. Aquí lo segundo se hace evidente. Arpegio de guitarra, voces dobladas que evocan ¿a The Beatles?, y luego un Hammond tomando protagonismo. Frases memorables, otra vez: “Dijiste: regresaré antes, pero mi café se enfría en tu mano”
«Help me along»
Vamos a darle algo de protagonismo a los músicos y aquí lo tienen más que nunca. Los violines de Fats Kaplan, músico de sesión de Third Man Records, se adueñan del tema, tanto como el solo de Wurlitzer que se marca el Queen of Stone Age, y también Dead Weather, Dean Fertita. Pop de cámara, folk inglés de los setenta. Se me aparecen los Kinks y Daniel Romano. Todo está ahí en una canción que Jack dedica a su hija Scarlett en los créditos del álbum.
«Love is selfish»
Tema que parece haber salido de las sesiones de De Stijl (2002) de The White Sripes. Fingerpicking llevando el tema que fue escogido como single del disco. Voz, guitarra acústica y bajo. Esa es la formación para uno de los temas más soft del disco. Atmosférico y con un buen trabajo vocal – otro más- de White, vuelve a estar sublime en su letra, “El amor es algo tan egoísta. Siempre está llorando, «Yo, yo, yo». Y siempre está tratando de estropear todos mis planes”.
«I’ve got you surrounded (with my love)»
Las guitarras eléctricas no habían aparecido con rotundidad aún, y aquí lo hacen en todo su esplendor. Esta es la canción que podía haber estado en Fear Of The Dawn sin problemas. La única en la que parece que el sonido está por encima de la canción en conjunto. El batería, Chamberlin Rhythmate, toca una caja de ritmos analógica para darle al tema aromas jazz e incluso algo latinos. Algo del pop barroco de los Zombies anda por ahí, entre los mejores momentos de eléctrica de White en el disco.
«Queen of the bees»
La reina de las abejas es Olivia Jean, con la que Jack se casó durante un concierto en el templo masónico de Detroit (por cierto lugar financiado por él mismo) en abril de este mismo 2022. Una canción juguetona, casi ragtime, casi blues. Con un excelente trabajo al Mellotron M4000d que probablemente pretende simular el sonido de la abeja. Juguetona y alegre.
«A tree on fire from within»
Piano y bajo toman protagonismo, pero este último, especialmente, se hace con el control del tema siguiendo ¡la pista boca!. En el vinilo, es el primer tema de la cara B, culminando la expresión lírica con sentencias del calado de “no importa cuanto tiempo haya pasado, incluso una rosa muerta es una buena rosa”.
«If I die tomorrow»
Otro de los adelantos del disco. Y otra vez el mellotrón, uno de los instrumentos favoritos de Jackie, marcando la melodía principal. Y otra vez el bajo está excelente. Y otra vez aparece ese sintetizador Septavox que tanto gusta a Jack cuando graba con la banda de Third Man Records. Country fúnebre puro Jack White. Su videoclip fue dirigido por Brantley Gutiérrez.
«Please God, don’t tell anyone»
Jack White y Bob Dylan son amigos. Uncut y Mojo hablan de este como el disco de White más dylaniano. Y Blues Rock Magazine dice que “Y los entusiastas de las letras deberían disfrutar de las imágenes surrealistas pintadas con una entrega de poeta rápida y rítmica que encuentra un hogar en algún lugar entre Dr. Seuss y Bob Dylan”. Pues esta es la canción más Dylan del lote. Ideal para ocupar un espacio en discos de la leyenda como New Morning o Desire. Desde el fraseo hasta el tomo o la letra, todo es muy Dylan aquí. Destacables los solos de Wurlitzer de Mark Watrous y el de piano de Quincy McCrary.
«A madman from Manhattan»
Lo más jazzero del disco es este tema que tiene algo también de Gil Scott- Heron. El bajo del Raconteur Jack Lawrence brilla en este tema entre el Funky, el blues hablado y el hip hop. Quizá la otra canción que podría haber estado en Fear Of The Dawn.
«Taking me back (gently)»
Esta ya estaba en Fear, pero ahora se presenta en su versión “suave”. En este caso, eso se traduce en un arreglo zíngaro que le sienta fantástico a la canción que White está utilizando para abrir los conciertos de su gira actual. Otra vez destaca el violín de Fats Kaplan, y hasta el solo de piano de Cory Younts. Acaba con Jack a la eléctrica, probablemente cerrando el círculo que suponen estos dos discos.
Eduardo Izquierdo