Vivos

George Thorogood & The Destroyers – Sala Apolo (Barcelona)

El tigre de Delaware ha aplazado en exceso su debut en Barcelona. Mucho, demasiado, y ese retraso nos ha privado de poder disfrutarlo en sus mejores momentos, escupiendo rock & roll de raíz blues como si no hubiera un mañana, ritmo endiablado tocado a mil por hora por unos tipos que exudaban adrenalina y whisky. Tanto que nos teníamos que conformar con escuchar los discos o bien viajar a otros lugares para poder verlo en vivo. Pero como reza el refranero, nunca es tarde si la dicha es buena.

Ante una sala Apolo entregada a la causa desde el primer acorde, George y los Destroyers brindaron un buen concierto. Ofreciendo la mejor versión de sí mismos que se puede gozar hoy en día. Thorogood, setenta y dos añazos, no lo olvidemos, anda algo mermado y sus dedos no son los de antes; sin embargo, salió más que airoso del evento cantando bien, fue de menos a más, y tocando lo justo la guitarra, de manera muy inteligente, para no evidenciar demasiado esas limitaciones. Algo que puede permitirse, ya que a sus espaldas tiene a unos socios de primera, una banda como la copa de un pino, precisa y engrasada en mil batallas de carretera y escenarios.

Thorogood exhibió ese congénito sentido del espectáculo que poseen los músicos norteamericanos, con apenas unos pocos gestos ponía en pie al personal, tirando de carisma, oficio, muecas, arengas y de un repertorio ganador. A buena parte de los asistentes, servidor el primero, se nos erizó el vello en más de una ocasión, coreando cerveza en mano esas canciones que han puesto banda sonora a cuantiosas horas de nuestras vidas. Sentir los primeros riffs de «I Drink Alone», «Born To Be Bad», «Move It On Over», «Gear Jammer», un «One Bourbon, One Scotch, One Beer» que es más suya que de su verdadero autor, o cantar a pulmón ese himno de amor al rock y eterna rebeldía juvenil que es «Get A Haircut» nos supo a gloria.

Rocanrol de sota, caballo y rey, directo al estómago y los pies, a cargo de un tipo que ha hecho mucho, mucho por mantener viva la llama en sus cuatro décadas y media de trayectoria. Insuflando nueva vida a canciones que igual sin él hubieran pasado ya al olvido. Haciendo de las versiones, en ellas ha basado buena parte de su carrera, todo un arte. Gracias por todo George. Ha sido un placer.

Manel Celeiro

Fotos: Sergi Fornols

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda