The James Hunter Six, el regreso a los escenarios de una voz prodigiosa
James Hunter ha vuelto con muchas ganas a los escenarios tras casi tres años de parón obligado por la pandemia. Y es que el cantante británico es un animal de escenario de esos que se desenvuelven a la perfección encima de las tablas, feliz de poder presentar las canciones de su disco Nick Of Time de 2020, el gran protagonista del repertorio, que se quedó sin poder hacerlo por culpa del COVID. El caso es que también anda presentando recopilatorio, With Love, centrado en sus baladas y canciones de amor, de las que también hubo una buena representación en su concierto en la sala El Sol de Madrid.
El concierto comenzó con «(Baby) Hold On», de su disco de 2016 Hold On!, y no lo hizo con buen pie. Ni el sonido de la sala era el mejor, algo habitual, ni, y esto era más raro, la voz de Hunter parecía en la mejor forma, pero fue solo un amago. En cuanto calentó con «Whatever It Takes», la canción que daba nombre a su disco de 2018, y «Can´t Help Myself», la primera de las canciones de Nick Of Time, demostró que su garganta sigue siendo un prodigio de sentimiento y sinceridad, una voz modelada por la de los grandes cantantes R&B de finales de los 50 que dieron paso al soul, gigantes de la música como Sam Cooke, Ray Charles o James Brown.
«He’s You Could’ve Been» fue el primer respiro del concierto, una preciosidad que escribió sobre la antigua pareja de su mujer, luego terminó de meterse al público en el bolsillo con la explosiva «No Smoke Without Fire» en la que da rienda suelta a su banda para que se luzca, con grandes solos del saxofón tenor, el barítono y el órgano, sin olvidar otra de sus especialidades, su maestría con la guitarra, en esta ocasión una preciosa Gretsch 6120 naranja como la de Eddie Cochran a la que le supo sacar todo el partido.
Pero, aunque nadie duda de su calidad como guitarrista, el instrumento con el que realmente destaca es con su prodigiosa voz, con esos gritos a lo James Brown y luego rindiendo homenaje a su banda favorita, los ‘5’ Royales, con la única versión del concierto, y una de las piezas que nunca pueden faltar en sus bolos, «Baby Don’t You Do It» que logró caldear del todo el ambiente de la sala. Luego sonó otra de sus mejores canciones, «I Don’t Wanna Be Without You», también de Whatever It Takes, que fue una de las más coreadas por el público.
Después llegó el turno de centrarse en Nick Of Time, sonando seguidas «Brother or Other», la canción titular, que es puro Sam Cooke, «Missing in Action», una de sus favoritas, «How ‘Bout Now» y «Never. Es evidente que Hunter siente que esta gira es una oportunidad perfecta para enseñar las canciones de un disco del que se siente especialmente orgulloso. Baste escuchar su sentida interpretación de la que creo que es la mejor canción del mismo, «I Can Change Your Mind», con uno de sus mejores estribillos.
Luego dio paso a la traca final, con una funky «Minute By Minute, seguida de una emocionante «Something’s Calling» y del instrumental «Satchelfoot», en el que se transmutan en una especie de trasunto de los Booker T & The MG’s, con Hunter en el papel de Steve Cropper. Hay tiempo para otra más de Nick Of Time, con la animada «Ain’t Goin’ Up in One of Those Things» y terminan por todo lo alto volviendo a uno de mis discos favoritos de su trayectoria, Minute By Minute, con la inolvidable «Chicken Switch», en la que se pueden escuchar ecos del gran Rufus Thomas.
Tras un breve parón Hunter vuelve a aparecer con la banda para rematar el concierto retrocediendo hasta el Hard Way de 2008 con «Believe Me», donde hace todo el espectáculo de la guitarra y remata con la sentimental «Mm-Hmm» de Whatever It Takes. Ni el propio Hunter niega que su música sea retro, pero él y su banda creen tanto en ella que la insuflan con un fuego explosivo que la da una nueva vida. En resumidas cuentas, un concierto notable de un tipo hecho para subirse encima de un escenario.
Texto: Sergio Ariza
Fotos: Salomé Sagüillo
