No es muy original empezar la crónica de un concierto escribiendo un tópico bastante manido, pero es que en esta ocasión se ajusta como anillo al dedo aquello de nadie es profeta en su tierra. Llevan la friolera de dos décadas y seis LP’s a sus espaldas y aparte de ser reclamados en diversos festivales especializados han girado mucho más por Europa que por su propio país. Con estas credenciales sorprende que no nos juntáramos más personal para la presentación de su último disco. Pero vayamos por partes, ya que antes de los de Barcelona les toco salir a escena a los también locales The Lions Constellation. Su estilo, que podríamos ubicar dentro del indie rock de corte británico entretuvo a una audiencia poco numerosa, pero que le falta cierta personalidad para acabar de calar. Eso sí, mostraron una influencia del space rock que afloró a ratos y que quizás deberían cultivar más, ya que la banda se viene hacia arriba cuando se mueve en estas lides.
Turno para los protagonistas de la noche, sin la más mínima pose y artificio ocuparon su sitio sobre las tablas y dejaron que la música se encargara de todo. Presentaban su más reciente entrega discográfica que lleva el atinado nombre de Old Sounds In Modern Music. Sonidos añejos quizás, pero que siguen funcionando más de medio siglo después. Su base psych rock aderezada con influencias de The Beatles, The Kinks, The Rolling Stones (etapa Between The Buttons) y CSN&Y entre otros cautivó al público desde el primer momento. Un festín de melodías inmaculadas que en el que fueron intercalando temas de casi toda su carrera con aciertos más recientes como «Look To The Other Side», «The Fool» o la stoniana «Get Going» que puso a todo el mundo en danza. Buen gusto en grado máximo con unos músicos que se palpaba que estaban totalmente en su salsa con esos juegos de voces y un destacable y exquisito uso de los teclados. La guinda a esta fiesta retro la puso una excelente revisión del «Where Have All The Good Times Gone» de The Kinks. Como se ha apuntado quizás no sean profetas en su propia tierra. Pero bien vale la pena echarle una oreja a su discografía y acercarse a alguno de sus recitales, que no son tantos como los que hacen fuera de nuestras fronteras.
Xavi Martínez
Foto: Marga Pacheco
