Somos testigos de la interesante evolución que se está desarrollando en la escena independiente española. Son muchos los grupos, de reciente formación, que nos presentan unas coincidencias cada vez más claras, tanto en sonido como en letras. Una mezcla de guitarras ruidosas, estribillos pegadizos y crítica mordaz. Un concepto musical que tanto bebe del underground de mediados de los ochenta de este país.
Una de estas nuevas formaciones es La Paloma. En apenas un año han construido un sonido directo y fresco como se muestra en su primer EP, Una idea, pero es Triste. Un debut brillante en el que son capaces de encadenar frases lapidarias en cada una de sus cinco canciones
Vuestro proyecto musical, en apenas unos meses, se ha convertido en uno de los grupos más prometedores del panorama independiente nacional, pero: ¿Quiénes son La Paloma?
La Paloma somos Lucas, Ruben, Juan y Nico, de Gran Canaria, Valencia y Madrid respectivamente. Hace dos años nos juntamos para poner en común diferentes sonidos y de ahí ha surgido, hace unos meses, nuestro primer EP. En Tetuán hemos encontrado nuestro hogar, allí es donde vivimos y tenemos nuestro local de ensayo, lo que sin duda nos encanta y nos marca como conjunto.
Justamente vuestra canción más escuchada, «Bravo Murillo», es un homenaje a este barrio y el universo que le rodea. Incluso el video grabado en formato analógico por Serjio Soso es una digna representación.
Realmente esta canción habla de una reflexión personal en un contexto muy determinado. Casi toda nuestra vida la pasamos en el barrio, y Bravo Murillo es la arteria principal, así que es una calle que quieras o no ves varias veces al día. Nico vive en la misma calle Bravo Murillo y Ruben y Lucas a 5 minutos.
A la hora de reflejar el costumbrismo que nos transmitía la letra quisimos acompañarlo con un vídeo que fuera en una línea similar. Serjio había vivido en el barrio hace unos años y supo plasmar a la perfección. Somos nosotros en los sitios en los que paramos, en nuestras casas y paseando por nuestro barrio.
Una formación que surgió antes de la pandemia, cuando varios de vosotros tuvieron un primer contacto, con los meses se fueron sumando el resto de los miembros hasta completar esta formación. ¿Cómo fueron estos momentos?
Así es. Dos semanas antes del confinamiento estricto Lucas y Nico se juntaron para darle forma a las primeras canciones del proyecto. Durante los meses de encierro mantuvieron el contacto para no dejar que esta idea se enfriará. Se empezaron a pasar maquetas y poco a poco se fueron definiendo las primeras líneas.
Cuando estos meses tan duros terminaron y empezaron a abrir la mano con las restricciones, Juan y Ruben se sumaron al proyecto para darle la forma definitiva a La Paloma. Ahí, empezamos a componer como una banda.
En vuestro sonido vemos presente influencias musicales muy variadas, desde el noise de los años noventa, hasta grupos de rock independiente de las últimas dos décadas. ¿Cómo se ha ido configurando vuestro sonido?
Al final, las influencias y referentes que tenemos vienen de lugares muy dispares. Cada uno tenemos nuestro propio gusto y bagaje musical. No nos consideramos una banda de estilo, intentamos darle una forma orgánica a las canciones y entre nosotros cuatro hemos encontrado una suma que nos flipa y que seguro seguirá evolucionando.
Estamos viviendo una evolución muy interesante de la escena musical española, y conjuntos como el vuestro cada vez lo asientan más. Las guitarras ruidosas, los estribillos pegadizos y los textos sinceros son la tónica general. ¿Podríamos estar ante una nueva escena musical?
Nosotros estamos centrados en hacer nuestra propia música y nos alegra mucho ver que a nuestro alrededor hay muchos proyectos que encuentran su sitio y tienen las mismas oportunidades que nosotros para moverse, ser escuchados y poder tocar. Ojalá cada vez haya más bandas y más espacios en los que poder darse a conocer.
En dos años habéis formado un estilo muy propio como representa vuestro primer EP, Una Idea, pero es triste. Es más, vuestra primera canción salió en el verano del 2021. ¿Cómo fue la creación de este trabajo?, ¿cuál diríais que es la idea principal?
Intentamos darle una forma sincera y orgánica a las canciones. La idea principal siempre ha sido juntarse a tocar, desarrollar ideas, hacer temas que nos gusten y darles la forma que creemos que merecen. Cada proyecto y canción que abordamos es diferente.
Además, habéis contado con el apoyo de una discográfica como La Castanya, estando a los mandos en la producción Hans Krüger. ¿Cómo entrasteis en este sello?
La Castanya nos ha apoyado desde el principio con el proyecto y estamos encantados de poder currar con gente que tiene la misma pasión que nosotros por la música. Dentro de ese grupo de gente entra Hans, con él aprendimos mucho sobre la dirección de concepto y sonido que queríamos para La Paloma.
Otro de los elementos más destacables es vuestro directo. Sin apenas haber presentado vuestro primer trabajo pudisteis subiros a la tarima de diferentes festivales con mucha importancia en este país: Sound Isidro, Festival Brillante, o el Monkey Week. ¿Cómo habéis vivido estas experiencias?
Nos parece una oportunidad increíble tocar en cualquier sitio en el que se nos quiera escuchar. Estamos muy contentos de haber podido empezar tocando en estos festivales y en diferentes salas compartiendo cartel con bandas y artistas que nos gustan tanto. ¡Ojalá todo siga así!
Este año, vais a ser los teloneros de BODEGA por España, Portugal y Francia. ¿Cómo ha surgido esta oportunidad?
Fue una oportunidad a la que no pudimos decir que no. Nos encanta BODEGA y es la bomba poder acompañarlos en parte de su gira.
Por último, ¿qué significa para vosotros la música?
Todo.
Texto: Víctor Terrazas
