Aparentemente frágiles ante los miopes ojos del metal extremo convencional por excéntricos, disonantes y canadienses —francófonos, para peor—, la fortaleza, la belleza de Voivod radica justamente en eso. Siempre han sido diferentes a todo, una maravillosa y honesta excepción cultural, con el jazz y los primeros Pink Floyd como asideros estilísticos para quienes se atrevieran a acercarse a una criatura envuelta en alambre de púas. El nuevo Synchro Anarchy es Voivod en su quintaesencia, dejando claro desde la apertura con «Paranormalium» que estamos ante otro viaje árido, polirrítmico y progresivo. «The World Today», «Planer Eater», la propia «Sychro Anarchy», y «Holographic Thinking», son premonitorias viñetas jungianas de todo lo que estamos viviendo hoy en día en este desquiciado mundo. Se requiere una nueva forma de pensar. Voivod vuelven a enseñar el camino.
DANIEL RENNA