Breves

Germán Salto presenta «No», un nuevo adelanto de su tercer disco

Quienes nos dedicamos de un modo u otro a esto de la música, cometemos frecuentes errores. ¿Uno de ellos? Creer que los artistas que nos atrapan, nos hacen perder la cabeza con sus canciones, son un bien compartido. Que todo el mundo les conoce y disfruta como nosotros, vamos. Hablas con la mayoría de músicos de este país, sueltas el nombre de Salto, Germán Salto, y todo son elogios, parabienes, palabras mayores referidas a un compositor pluscuamperfecto y atípico. Te tomas unas cañas con periodistas especializados, y ocurre lo mismo. Salto es la excelencia hecha canción tras dos Lp’s inmaculados, pura magia sonora. El primero, ‘Salto’, oculto tras la cresta de un gallo. El segundo, ‘Far From the Echoes’, envuelto por colorida carpeta con reminiscencias psicodélicas. Canciones que flotaban sobre el agua, como otro famoso melenudo y barbudo. E, incomprensiblemente, no estamos en lo cierto. Todavía existe personal que vive su vida sin ser consciente de lo que se está perdiendo…

Ahora llega la tercera entrega, «Germán Salto». Ahí siguen sus melodías, ese nervio soterrado que restalla de pronto, ese conocimiento de las Sagradas Reglas de cómo componer una canción imbatible y llevarla hasta la troposfera, terreno que nuestro hombre conoce a la perfección, no en vano es piloto profesional.

Canciones que transitan por nuevos terrenos, cercanos a los pisados anteriormente. Letras en castellano, que para algo corre sangre de los Delibes por sus venas. Y unos arreglos orquestales que le emparentan con ese referente llamado Burt Bacharach, correcto. Germán Salto lo tiene claro: “simplemente, no puedes conocer su obra y no querer acercarte a ella”. Aproximación decidida, aterrizaje con éxito. de canciones, es como un álbum de fotos. No pasa nada por poner en el mismo álbum una foto de tu viaje a Cuenca, una de tu exnovia sonriendo al otro lado de la mesa del restaurante y otra de cuando saliste de la cárcel”. Huyendo de lo conceptual, apostando por estampas sentimentales y vitales que provocan escalofríos.

Perfeccionista, capaz de ensamblar preciosidades como “Nada que hacer” con dos valses, uno inicial, otro final. De, siendo un magnífico escritor, cantar letras escritas por otro grande, Santi Campos. Y de ir reuniendo a amigos para que aporten su empatía y su talento, léase Nina y Paco de Morgan.

Algunos estábamos empezando a estar seriamente enfadados con él. Cinco años sin disco, pardiez. Enfado borrado de un plumazo… ¿cómo no querer a alguien capaz de ofrecer temas como “Arder, humo y desaparecer”, “Cuando no tenías sed” o su primer sencillo, escuetamente titulado “No” ? Llegó el momento de exprimirlos, de estrujarlos hasta la última nota.

Texto: Alfred Crespo

Para Germán Salto: «Se ha elegido ’No’ como single por ser la canción que mejor representa el sonido del álbum. Aunque algunos de los mejores momentos del disco siguen evidenciando que fue el rock and roll lo que me cambió la vida y me trajo hasta aquí, la realidad es que predominan las canciones pop con protagonismo orquestal. La letra ironiza sobre la idea del amor eterno y dedico una estrofa para cada una de las cuatro etapas que yo identifico en una relación, desde el enamoramiento delirante hasta la huída.

 

El disco se publica el 22 de abril.

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