Salir de la sala con la extraña sensación de volver al mundo real. Y que no va a ser mejor de dónde has estado sudando, cantando y emocionándote durante una noche intensa como hacía tiempo que no se recordaba por estos lares. La vuelta de The Baboon Show a Bilbao (una de sus plazas fuertes con una base de fans irredentos a más no poder) fue emocionante… esa es la palabra.
La progresiva vuelta a la normalidad post pandemia se puso a prueba con uno de los grupos que mejor pueden servir como termómetro para las ganas de la gente de volver a vivir intensamente un concierto. Y créanme que uno sólo veía sonrisas y manos a la cabeza al acabar la velada. La dupla de suecas/suecos triunfó por todo lo alto en la presentación de su nuevo EP, “Oddball”, para la que contó con el acompañamiento de una banda gipuzkoana, Niña Coyote eta Chico Tornado. Ojo, por mucho que se les pueda ver por aquí, cerca de su casa, son apuesta segura. El guitar killer Koldo Soret (Surfin´ Chaos) junto a Ursula Strong (Zuloak, Las Culebras) a los parches, dieron un concierto intenso y con un sonido abrumador, quizás mejor que el de los cabezas de cartel.
El dúo chico guitarrero y chica batería obviamente nos hace pensar en The White Stripes, pero nada más alejado de la realidad. El sonido denso, pesado y contundente que saca Koldo a su guitarra tiene mucho que ver con el poder del desierto, un rollo stoner intenso, con unos toques psicodélicos y de Hard Rock de los que te hacen sonreír maliciosamente, mientras que Ursula le pega y le vuelve a pegar sin tregua. Mucho más cerca, en cuanto a sonido, de lo que eran los Kuraia a White Stripes, incluso en algunos de sus temas con reminiscencias a R.A.T.M. por el guitarrazo venenoso y afilado. También presentaban su nuevo trabajo: “Niña Coyote eta Chico Tornado vs. Don Cóndor eta Ñora Alacrán”, con lo habitual en sus temas y su mezcla de euskera, castellano e inglés. Poco más de 40 minutos de concierto, con un sonido majestuoso (hay que ver todo lo que se puede sacar de una sola guitarra, sin echar de menos al acompañamiento de un bajo o de otra rítmica), limpio y pesado, con el regalito de la versión del “I wanna be your dog” de Stooges, el himno de sexo sucio y perverso que casi es obligatorio adorar.
Y hablando de adorar, eso es lo que hace la” armada” que The Baboon Show posee. Esta no es la Turbojugend ni la Kiss Army, pero lleva camino de ello. Con sede en Barakaldo, el fanatismo por The Baboon Show es palpable por aquí, el grupo lo sabe y salieron a matar en Santana. La presentación del EP (only in vinyl) fue la excusa para volver a verles después del paréntesis pandémico. Y se quitaron los dos temas nuevos de encima a las primeras de cambio, quizás conscientes de lo que quería su audiencia. Ojo, empezar con “Oddball” fue un acierto, tema infeccioso de punk rock, aunque los problemas de sonido no ayudaron mucho para el inicio de concierto. El otro tema nuevo, “Have a party with me” (versión de uno de los Party Animals del Rock’n’Roll sueco, Eddie Meduza) también fue un chute de adrenalina y, a partir de ahí, para arriba. Se juega con mucho a favor cuando su último disco está lleno de himnos, de los que la mitad sonaron en el concierto. Con “Tonight”, “”Holiday”, “Same old story” (puño izquierdo en alto, alineados frente a su gente, reivindicación de su espíritu solidario de izquierda) y “Hurray” (su tema que más recuerda a AC/DC con mucho… y maravillosa camiseta de Malcolm Young de uno de los roadies) no se puede decepcionar.
Aparte de ello tocando canciones de sus primeros discos, porque nunca faltan clásicos como “”Playing with fire”, “”Some piece of peace” (con alegato anti guerra introductorio), el coreadísimo “Me, myself and I”, “It´s a sin”o “You get a problem without knowing it” (otro de los de cantar a grito pelado)… vamos, que ni faltaba ni sobraba nada para el enloquecimiento de los que están bajo las tablas, de Cecilia Boström surfeando sobre el público en varias ocasiones y con el ambiente de fiesta sin parar que flotaba en el ambiente. Es cierto que en algunas fases el sonido no parecía lo mejor que se pudiera ofrecer, pero la actitud Punk Rock a veces tira más del carro que otra cosa cuando la logística no ayuda.
El concierto se ventiló en setenta minutos, pero el bis añadió cinco temas (para hacer casi la hora y media) más en una espiral ascendente que comenzó con el mencionado “Hurray” (y Cecilia Boström entrando cual pantera en el escenario) y finalizó con el que ya es su himno por excelencia… los amagos de Håkan Sörle con la guitarra (“Black Betty”, “Thunderstruck” y “War Pigs”) calentaron suficientemente a la parroquia que no paró de saltar con “Radio Rebelde”, que curiosamente no sonó a “Radio Rebelde” como esperábamos. Como dice la canción: “You are not alone”. Ni el grupo cuando nos visita ni nosotros cuando Cecilia Boströn, Frida Ståhl, Håkan Sörle y Niclas Svensson llaman a nuestra puerta. Siempre abierta para los cuatro.
Texto: Michel Ramone
Fotos: Dena Flows
Tremendo directo!