Tras este periodo de hibernación artística en el que nos hemos encontrado, la primavera parece venir floreciendo música en vivo con mucha potencia y energía acumulada. Podemos mostrar, y demostrar, cómo muchas de nuestras bandas favoritas han aprovechado el tiempo pandémico y ahora nos muestran satisfactorios y gustosos resultados.
Yo me encontré con uno de estos casos, tan deseado como esperado en la península, pues son ya viejos conocidos y anfitriones de noches y de alguna barra de bar. Doy fe de ello y a la vez callo. La noche empezó con los también suecos The Riven. Una banda ya conocida en la península y la cual también se esperaba gratamente, cuyo álbum ‘On Time’ (The Sign Recods) era motivo de gira y presentación. Estuvieron más que a la altura de tan esperado evento y anfitriones. Decir eso no es decir cualquier cosa, pues dejaron el camino ya iluminado.
Tas ellos, se liberó a la bestia. Dead Lord, una de las bandas escandinavas que más fans ha acumulado en los últimos años saltó a las tablas como viejos guerreros que vuelven a casa tras batallas victoriosas. A primer vistazo a la sala, pude comprobar cómo el número de fieles a la banda ha crecido en estos casi diez años de su primera vista.
Su último trabajo, titulado Surrender y editado en 2020, era el que esperábamos. De él ejecutaron <Distance over Time> o <Letter from Allen Street> así como otros alardes magistrales de domino de twin guitars, por los cuales los mismísimos Thin Lizzy deberían nombrarlos alumnos destacados. También se coreó entre el público material ya clásico y siempre reclamado como los procedentes de su primer álbum ‘Onkalo’ o el single ‘Hammer to The Heart’.
Casi como un regalo para la audiencia, la banda ha editado este mismo mes un EP, titulado Dystopia, en el que puede encontrarse material tan atractivo como versiones propias o de genios de la altura de Rory Gallagher. Dead Lord son una de las bandas que ha escalado progresivamente en calidad de disco y directo, se han superado en cada una de sus visitas y han conseguido una primera línea de fans junto al escenario capaz de cantar sus letras.
Texto: Mario Silvestre
Foto: Cristina Garrote
