Encuentros

The Flamingos Bite, sombras brillantes en la gran ciudad

 

 

Vivir en una gran urbe marca. O al menos eso se puede desprender del esperado nuevo disco de esta banda procedente precisamente de Madrid. Atabiados de una perfecta y exquisita comunión entre la profundidad que permite el rock americano y la enérgica electricidad proporcionada por el power-pop, el cuarteto viste sus mejores atuendos para recrearse con su segundo trabajo largo, una suerte de diario íntimo escrito con las interrogantes existenciales surgidas al albur de un decorado de gigantes edicificios y luces permamente encendidas.

 

Afilando guitarras y optando por un sonido orgánico y con empaque, dejan atrás el gusto por surcar atmósferas más volubles, aparecidas en su ya lejano predecesor Mountains, para hacer de Big Little Town (FOLC Records) un trabajo compacto en el que entre anuncios de neón, noches de insomnio o relatos de ausencias, se vislumbra el eco de referentes de tanto calado como The Jayhawks, Big Star o Wilco. La ciudad nunca duerme, la música y sus actores tampoco…

Hemos tenido que esperar más de seis años para que llegara un segundo disco largo de la banda, ¿ha sido un tiempo tomado conscientemente o la pandemia y/u otros motivos han demorado la publicación del mismo?

David: La verdad es que las dos cosas, por un lado estábamos sacando EPs para así publicar todos los años material nuevo, y por el otro vino la pandemia, dinamitando todo a su paso. Tormenta perfecta para darnos cuenta de lo mucho que nos gustan los formatos largos.

Charlie: Este disco iba a ser un EP y estábamos a punto de sacarlo hacia finales de 2019. Estábamos nosotros solos, no teníamos manager, sello, agencia de comunicación, nada. Entonces apareció José Krespo (Despistaos) y nos dijo que no se nos ocurriera sacarlo así, que las canciones eran muy buenas y que sería una pena que pasaran sin pena ni gloria.

Como teníamos tiempo nos pusimos a trabajar en más canciones. Llegó marzo de 2020, con toda esta historia y todos los planes se fueron un poco al carajo, pero nosotros seguíamos haciendo canciones y como dice David, intentando hacer todo lo que estaba en nuestra mano para que la banda siguiera viva. Teníamos el disco preparado desde hace tiempo, aunque seguíamos sin ver color… así que nos tocó esperar hasta ahora.

Antes de que viera la luz el disco completo ya habíamos podido disfrutar de unas cuantas canciones del mismo, ¿sentís que hoy en día ha perdido importancia en el oyente el sentido global de álbum frente a la preferencia de una escucha más individualizada de temas? ¿De alguna manera eso influye en un grupo a la hora de trabajar ese sentido unitario del disco?

David: De hecho la tendencia ahora es el pequeño formato, o singles o EPs. Pero hemos disfrutado mucho de este LP, así que yo por mi mezclaría las dos opciones, sacaría singles que formasen parte de un LP. Así puedes estar vivo mas rato y a la vez tener algo más conceptual.

Charlie: A mi a nivel personal, te digo que siempre preferiré un LP antes que un single o un EP. Se me quedan cortos y creo que esto de sacar solo canciones sueltas responde a una necesidad de consumo rápido y compulsivo que no beneficia a nadie en absoluto y mucho menos a los que hacemos música. También te digo que peino ya unas cuantas canas…

En este trabajo habéis unido a la perfección lo que parecen vuestras dos influencias más evidentes, como es el sonido de raíces, preferiblemente el rock clásico,  y el power pop, lo que os permite abarcar desde el intimismo reposado de «North Bridge» o «Demons» hasta melodías contundentes y pegadizas como las de «Big Little Town»

Charlie: Creo que en ese sentido ha quedado un disco bastante equilibrado, un trabajo de esos que nos gustaría escuchar si fuera de otra banda. No ha sido algo que hemos buscado, lo decimos siempre pero es la verdad. No tenemos la sensación consciente de elegir las canciones que hacemos, es algo que de momento fluye de manera natural.

David: Sí, en nuestra búsqueda de definirnos bien como banda, apareció el Power Pop, algo que ya estaba asomando en anteriores trabajos y que se ha consolidado en este nuevo LP.

Si tomamos como referencia vuestra anterior publicación en formato largo, Mountains, manteniendo las bases del estilo, aquel priorizaba crear atmósferas frente el actual que suena más contundente, directo y clásico, ¿se trata del reflejo de diferentes épocas de la banda o más bien la conquista del estilo al que siempre habéis aspirado?

David: Mountains comenzó sin tener la banda formada, así se crearon muchas canciones desde la intimidad de dos guitarras y dos voces, de ahí que fuese un disco más reposado. Sin embargo en Big Little Town, con la formación ya completa y asentada, la composición fue diferente. Hay canciones que se grabaron en directo, a la vieja usanza, por eso su sonido es más directo.

Charlie: Para nosotros ha sido la evolución natural. En Mountains estábamos escuchando mucho a gente como Bon Iver y quizá en esos años muchos discos que salían eran bastante “etéreos”, cosa que en su momento nos gustó bastante.

En el EP Two Kids Getting High, sin darnos cuenta quisimos ser algo más concisos con el sonido y si a eso le sumas que todo este tiempo hemos intentado tocar en directo todo lo que hemos podido, supongo que esos factores nos han llevado a tener un sonido, como tú dices, más directo y contundente.

Por lo tanto han existido diferencias a la hora de grabar ambos discos que han repercutido en el sonido final de los mismos…

David: Sí, lo que comentaba antes, parte de Big Little Town está grabado en directo.

Charlie: Esta vez Guille, el baterista de la banda, se ha encargado de las mezclas y el master. A parte de eso, a la hora de montar los temas, sí que hay algunos en los que hemos trabajado como siempre en el local de ensayo, pero hay otros en los que hemos trabajado con maquetas y eso te permite ser un poco más reflexivo y llevar las cosas más claras al estudio. También creo que ha repercutido el hecho de tener más tiempo y poder permitirnos dar marcha atrás y ser más flexibles a la hora de modelar las canciones.

Un aspecto que creo determinante en el sonido final del disco es el buen uso y la contundente presencia de las guitarras, que aportan un colorido y fuerza que puede abarcar desde cadencias funk («Nightcrawler») hasta la  majestuosidad de «Roads», ¿ha habido un trabajo claro y decidido a la hora de mostrar esa esencia eléctrica?

David: Después de la tormenta viene la calma, pero a nosotros nos pasó al revés. Creo que tanta contención en el primer trabajo ha hecho que saquemos la rabia que se fue fraguando en nuestro interior. Ha sido un aprendizaje, en el LP se puede oír como podemos pasar de la calma a la tormenta con mucha naturalidad.

Charlie: Teníamos ganas de sonar más guitarreros y las canciones nos lo permitían. Gente que había escuchado Mountains, cuando nos veía en directo nos decía que nos habíamos recrudecido, cuando nosotros no teníamos esa sensación, porque nos parecía que siempre habíamos sonado así en vivo.

Y si hablamos de influencias claras los nombres de Posies o Big Star deben salir, y con ellas la de Ken Stringfellow, quien ha tomado parte en el tema «North Bridge». ¿Qué ha supuesto para una banda como la vuestra contar con su presencia y cómo surgió esa posibilidad?

Charlie: Para nosotros ha sido cumplir un sueño, si con 14 años nos hubieran dicho que Ken iba a colaborar con nosotros, no me lo hubiera creído.

David: Todo surgió gracias Maite Moreno, buscábamos la posibilidad de hacer una colaboración para es disco y surgió su nombre. Maite le conocía y se lo propuso. Cuando dijo que sí, el estallido de emoción fue indescriptible.

Entre las canciones del álbum nos encontramos con un tema como «Demons», que ya conocíamos de hace unos años en otro formato, ¿por qué decidisteis incluirlo en una versión acústica ahora?

David: Guillermo fue quien propuso la idea, él nos comentó que veía la canción tanto en eléctrico como en acústico. La probamos y efectivamente funcionaba a la perfección. Nos gusta la posibilidad de mirar las cosas desde otra perspectiva, y cuando estás en el estudio de grabación debe de ser casi obligatorio.

Hablando del contenido temático del disco, parece haber en él un esquema bastante recurrente, donde asistimos a la reflexión entorno a sentimientos como el (des)amor, la soledad, la amistad, la pérdida… en el contexto de una gran ciudad ¿había esa intención desde el principio por crear un hilo conductor común?

Charlie: Creo que de primeras no nos habíamos dado cuenta. El nombre del disco surgió en las primeras sesiones de grabación, un día comiendo hicimos una especie de “brain storming” y salió lo de “Big Little Town”. Empezamos a darle vueltas a la idea del anonimato que da una ciudad y eso nos permitió cambiar un poco la perspectiva de las canciones e intentar ponernos en el lugar del oyente, que no conoce de quién o de qué hablamos. Al final, si lo has hecho bien, la gente hace suyas las canciones y las relaciona con momentos de su vida.

David: Cuando uno baja de las montañas después de mucho tiempo, la curiosidad por los que te rodean se dispara. Se puede crear mucho contenido desde lo que te rodea, y de quién te rodea en ese periodo, no solo de lo que hay en tú interior.

¿Diríais entonces que en las historias que tratáis predomina lo autobiográfico o la observación de lo que veis alrededor?

Charlie: Un poco las dos. Lo que pasa es que casi siempre nos lo llevamos al terreno de lo personal, creo que no sabemos hacerlo de otra forma. Incluso si escribimos sobre, no sé, una película, un libro o cualquier tipo de situación inventada acabamos haciéndolo siempre desde un punto de vista personal. Aunque luego las compartas, el momento de hacer una canción es algo muy íntimo y si escribes sobre “lo que sea” es porque de algún modo te remueve por dentro, ya sea personal o ajeno.

David: Yo en este sentido he intentado comentar más lo que veo, aunque es innegable que hay mucho de mí dentro. Al principio no fui consciente pero a medida que pasaba el tiempo y escuchaba las canciones me veía reflejado en gran parte de ellas.

En ese sentido creo que domina durante el disco en las letras un tono nostálgico, ya desde el primer momento, con la canción que abre el trabajo, «Mourning», donde se habla del recuerdo y el dolor de la pérdida de una madre…

Charlie: Hombre, sí que somos un poco nostálgicos, pero hay un poco de todo. Al final esto de escribir canciones te ayuda a pasar por momentos difíciles e invita a la reflexión y a ser introspectivo. «Mourning» sale de la necesidad personal de un momento muy doloroso. Cuando pierdes a un ser querido, hablando desde mi experiencia personal, tienes un montón de emociones dentro, de recuerdos bonitos, de cosas que no van a volver a pasar porque esa persona ya no está aquí, y supongo que en ese momento necesitaba sacarlo todo fuera.

A mi madre le gustaba mucho pintar y me gusta pensar que si me dedico a hacer algo artístico es gracias a ella y a verla pintar todas las tardes. Así que, como nunca he sabido cómo se coge un pincel, no se me ocurrió una manera mejor de recordarla que escribir una canción rememorando todos los buenos momentos que pasamos juntos.

En la canción «Big Little Town», en la que se habla del impulso por salir adelante, mencionáis la música como uno de los instrumentos para ello, ¿sentís que la música, y por extensión vuestros discos, ha tenido esa función de generar fuerzas y ánimos en vosotros a lo largo de vuestra vida y especialmente en estos tiempos tan duros?

David: Sin lugar a dudas, la música es uno de los motores de mi vida, y no solo haciéndola sino también como oyente. No entendería un día sin música en mí vida.

Charlie: Necesitamos música al igual que necesitamos respirar. Necesitamos escucharla, hacerla, vivirla… ¡Todo! Creo que te da justo lo que necesitas en cada momento, ni más ni menos. Si te lo estás pasando bien, si estás enfadado, si estás tranquilo, emocionado, si estás triste y necesitas estarlo. La música siempre te va a acompañar y no te va a pedir ningún tipo de explicación o justificación de por qué estás así.

Y por hablar de una gran ciudad como Madrid, ¿de qué manera se siente una banda como la vuestra en esa “jungla” donde conviven tantos y tantos grupos y sus respectivas aspiraciones? ¿Hay más luces o sombras en esa “lucha” por encontrar un sitio?

Charlie: Madrid como cualquier ciudad grande tiene de todo: lo bueno y lo malo, el cielo y el infierno. Tienes todas las oportunidades pero todas las dificultades también. Todas las salas de Madrid, por ejemplo, tienen conciertos todos los fines de semana y eso sin contar con los planes que puede hacer la gente a parte de la música. Si tu banda tiene concierto tienes que hacer que tu propuesta sea lo más atractiva posible para que no quede enterrada.

Por otro lado, aunque es una ciudad grande, siempre puedes encontrar tus rincones a los que llamar casa, y como casi nadie es de aquí (casi todo el mundo tiene pueblo), creo que gran parte de la gente que vive aquí es bastante abierta.

David: Yo lejos de pensar en competencia, lo que veo es que se está haciendo una música acojonante en este país, no solo en Madrid. Y como oyente estoy disfrutando de lo lindo.

Ahora supongo toca defender el disco en directo, ¿de qué manera os ha influido e influye esa incertidumbre de no saber cómo o cuándo poder hacerlo?

David: Pues esperemos, como dicen, que esto sea el último coletazo de la pandemia y podamos salir a tocar y defender este álbum muy pronto. Creo que los músicos estamos ya un poco al limite.

Charlie: Nos influye de manera muy negativa, no solo por la incertidumbre y porque apenas podemos tocar, sino porque se tiende a demonizar la música en directo y a exigirnos una responsabilidad que a otros sectores no se les ha exigido. Lo peor de todo es cuando las cosas se dan por sentado, que en pleno siglo veintiuno seguimos teniendo esa imagen en la sociedad de ser unos “melenudos” irresponsables y se da por hecho que vamos a hacer las cosas mal. Son las cartas que nos han tocado y las jugaremos lo mejor que podamos.

 

Texto: Kepa Arbizu

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda