Han pasado un montón de años con la tontería desde su anterior disco de estudio, «Gas», y también ya bastantes desde el directo, «Live!». Igual que en Gas, además, un número corto de canciones para lo que se estila en estos tiempos. Pero así son Los Brazos. Dan todo lo que tienen y lo hacen rápido, sin grandes aspavientos y sin adornos, pero con todo el corazón.
Crean así un rock’n’roll y una música atemporal y realmente universal, que se puede disfrutar por igual en el sur de los Estados Unidos, en un pueblo perdido de Siberia, en Bilbao o cualquier pueblo vizcaíno. Southern rock, hard rock, blues eléctrico, country rock y hasta gotas de rockabilly en unas canciones muy maduradas y a las que les han podido dar más vueltas que nunca por el parón pandémico.
¿Mucho tiempo para tan solo 9 canciones, no?
Nos gusta el número 9: nunca nos hemos planteado poner más temas en nuestros álbumes de estudio. Está bien así para nosotros: es lo bonito de ser independientes.
Con todo lo que estabais acostumbrados a tocar en directo y aunque no habéis dejado de hacerlo del todo, supongo que habrá habido tiempo para dar muchas vueltas a algunas de las canciones…
Hemos tenido mucho tiempo que los tres, separadamente, hemos dedicado a nuestros instrumentos, a la voz, a pensar en estos diez años juntos: los tres hemos vivido un período de reflexión y estudio (personal y musical) que se deja notar.
¡Habéis desechado muchas composiciones?
Normalmente si una canción no nos convence no la acabamos, pero eso ocurre muy poco. Las canciones que no están en este álbum estarán en los siguientes, seguro.
Eso sí, las novedades son muchas y variadas. Te has involucrado más que nunca en la producción. Algunas canciones han sufrido varias vueltas de tuerca pues llevan tiempo compuestas y hasta las habéis tocado ya en directo. Algún piano por ahí. Cuéntanos, William, algunas de las más sobresalientes…
Sí hay novedades, sí. Las canciones que se pueden escuchar en este disco estaban ya grabadas cuando empezó la pandemia, de hecho durante un tiempo nos planteamos que saliera antes de Live!, pero no le vimos sentido y tuvo que esperar. Se iba a publicar en mayo de 2020, pero las circunstancias han sido las que han sido. Durante este período hemos vuelto a grabar el disco entero, y ahí es donde empezó a surgir la idea de producirlo con más instrumentación, voces y arreglos. Cosas que no habíamos hecho hasta ahora con nuestra música. Personalmente he disfrutado muchísimo, he mejorado mucho en el control de las grabaciones, con la voz, con la guitarra y sobre todo con la perspectiva: este disco está diseñado para despertar sentimientos tanto por su contenido como por la producción. Y es un detalle que se deja sentir al escucharlo. Estamos muy contentos con el resultado.
Llama la atención mucho que no hayáis ido filtrando o presentando singles o temas previos hasta el último momento, como viene siendo lo habitual en estos últimos años. ¿No queríais desvirtuar el efecto sorpresa o a qué se ha debido este hecho?
Creemos que un single es suficiente para empezar a caldear el ambiente, por un lado. Por otro, cuando tienes un disco así entre manos no parece tan relevante seguir estrategias muy complejas de comunicación. Digamos que todo está siendo más tradicional con este álbum: se ha grabado con tiempo, se ha dedicado esfuerzo y cariño a cada pieza… el efecto sorpresa está garantizado, eso está claro
¿Por qué habéis elegido para este cometido «They Don’t Care» y en el último momento? Creo que hay otros posibles singles que ya habíais testado en directo como «Wait (A Minute)» o «Not A Crime» si no me equivoco…
«They Don’t Care» habla por sí misma: es una canción poderosa, animada, optimista y un canto al amor y a la vida. Nos gustaba la idea de mandar un mensaje positivo después de tantas sombras. Es una canción bonita y refleja de un solo golpe el espíritu de la producción, del álbum y de nuestra forma de vivir esto.
El arranque del disco con «Afraid Of The Sun» supone otro más que posible single. ¿Le habéis dado muchas vueltas al orden de las canciones, a la portada y a otros detalles?
«Afraid» es una canción curiosa, sí, se pasea entre los setenta y la actualidad con toda tranquilidad: cualquier tema de este álbum podría haber sido single, en nuestra opinión. Todo ha podido masticarse con tiempo: pero justo el orden de las canciones es fruto de la más pura casualidad: resulta que siguen estrictamente el orden alfabético de los títulos originales, que eran «Afraid», «Beginning», «Bon», «Crimes», «Don’t Care», «Left Behind», «Personally», «Wait» y «Your Game»: simple, ¿verdad? Pues resulta perfecto para nuestro gusto y así se quedó.
Respecto a la portada: queríamos una portada con mucho sentido y sentimiento: de entre cientos de ideas elegimos una foto de una preciosa lápida que saqué (William) en Segovia justo antes de la pandemia. Se sacó exactamente dos años antes del lanzamiento final del single. Hasta ahora me he ocupado de casi todo en los diseños, pero para esta vez contactamos con la diseñadora Izaskun Barrio, «Kakun» (@vandermottenartwork), una artista del Photoshop y una persona increíble, que estuvo muy de acuerdo en que necesitábamos un poco de feminidad en este campo, jajaja. Su trabajo ha sido sencillamente maravilloso. Nos flipa esa portada y está gustando mucho. Cada detalle ha sido cuidado: ahora solo queda comunicarlo y que la gente acepte el guante.
Todo grabado casi en casa con Saúl Santolaria en Sweet Saul Music. ¿Cuestión de comodidad y de situación médica o es el lugar en el que creéis que podéis obtener vuestras mejores prestaciones?
Creemos que Saúl es un diamante en bruto y juntos estamos creciendo mucho: tenemos objetivos comunes y creemos que estamos alcanzando un buen nivel de producción. Nos gusta trabajar con un equipo de gente que reúna buenas cualidades humanas porque éso nos lleva a trabajar a gusto. No estamos en ésto para sufrir. Saúl encaja los golpes cuando vienen y sabe golpear cuando toca: y siempre trabaja en mejorar. Usa la cabeza y el corazón y eso nos motiva.
¿Por qué ese título de Universal?
Universal es un concepto presente en nosotros desde el minuto uno: viajas, hablas, vives y descubres que en el fondo todas las personas somos iguales, que necesitamos básicamente amor y comida, y que no hay nada más importante en la vida que eso. Nosotros mismos somos tres personas completamente distintas, con orígenes distintos e incluso con gustos musicales distintos, pero nos pusimos a tocar y resultó que todo empastaba. Nuestras canciones intentan siempre hablar de todo lo que une a las personas, que es prácticamente todo, porque somos clavaditas. Y en fin: al menos un disco tenía que llevar ese título. Y este disco lo merece claramente.
¿Satisfechos con todo el proceso en torno al disco?
Estamos muy satisfechos con el resultado, pero el camino ha sido muy complicado, hemos sufrido pérdidas irreparables y bueno: ha sido un proceso muy muy duro. A veces las situaciones límite llevan a estas cosas tan bonitas: nunca sabe uno.
Eso sí, 9 canciones, pero muchos estilos diferentes aunque con sonidos mayormente americanos. Hard-rock, blues eléctrico, country, rockabilly, southern rock, folk,… ¿El estilo de Los Brazos es el rock’n’roll guitarrero sin más limitaciones de géneros?
A nosotros nos gusta la música: no tenemos ningún tipo de prejuicio estilístico, nos divierte hacer de todo y además tenemos la suerte de no tener que dar explicaciones a nadie por lo que hacemos. Es verdad que hay quien necesita que una banda tenga un solo estilo, pero a nosotros nos gusta la variedad y es una motivación y un reto visitar, mezclar y desarrollar distintos estilos musicales.
Pudimos escuchar alguna nueva canción en vuestro reciente concierto de despedida de la gira del directo anterior en vuestra casa en Getxo. ¿Por dicho tema y su sonido parece que el rock & blues eléctrico de tríos como ZZ Top, Cream, Stevie Ray Vaughan & Double Trouble o gente más novedosa como Gary Clark Jr., siguen estando entre vuestras preferencias musicales?
Creemos que hay que poner el ojo, y los oídos, en la gente que hace bien las cosas. Ahora mismo hay bandas como la de Gary Clark, Susan Tedeschi, Blackberry Smoke, Vintage Trouble o Kaleo, que están haciendo unas cosas a un nivel espectacular: así que de ahí cogemos todo lo bueno que podemos. Los clásicos siempre han estado en el objetivo de esta banda, que al final era hacer un proyecto musical que compita con lo mejor. Y bueno, por pretencioso que parezca, intentamos que nuestra destilación de la música más clásica y más moderna reúna los conceptos para que la gente más clásica y la más moderna puedan entenderse sin tanto purismo de por medio.
¿Habrá versión en vinilo del disco?
Nos lo están demandando mucho, así que muy es probable que así sea. Pero no está decidido: dependerá de lo que nos pida la gente: no vamos a fundir doscientos kilos de PVC por capricho: si hacemos vinilos queremos que se usen y que tenga sentido, que no está la cosa para bromas con el plástico.
¿Dispuestos para volver a la carretera si la situación lo permite? ¿Con bríos renovados y/o alguna novedad también de cara a vuestros siempre sudorosos, amenos y variados conciertos?
Vamos a salir como Miuras, jajajaja. Tenemos unas ganas insuperables de ver a la gente y de coger carretera y manta. El directo está completamente renovado, claro, y esperamos armar unos líos morrocotudos cada día: vais a ver muchas novedades.
Decidnos la forma de conseguir vuestro disco, el lugar dónde informarnos de vuestros próximos conciertos o alguna otra cosa que queráis añadir para que la gente del rock’n’roll caiga definitivamente rendida a Los Brazos…
El disco puede adquirirse en cada concierto, claro, y en la tienda online: https://www.lacasadeldisco.es/los-brazos-cd-universal.html. El 11 de marzo arrancamos en Madrid, en la sala Fun House: para estar al día hay que visitar nuestras redes sociales y por supuesto la web: https://losbrazos.com/conciertos-los-brazos/.
Texto: Txema Mañeru