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Bowie Was Here – Rosillano, Sara Lavil y Alicia Nurho, Sala Vesta (Madrid)

 

 

Rosillano

Llevamos dos años de pandemia y la música en directo sigue sin recuperarse. Yo no concibo mejor plan que un buen concierto en una sala calentita para una tarde de frío invernal en Madrid. Y, a estas alturas, ya ni me acuerdo de que estamos en pandemia…aunque está haya ocasionado la cancelación de la mayor parte de conciertos que había el sábado ocho de enero en Madrid. Este que aquí les voy a relatar es uno de los pocos que resistió el último envite del maldito coronavirus, y no podía ser en otro lugar que en la sala que se ha convertido en símbolo de la resistencia de la música en directo en Madrid (entre otras cosas porque su nacimiento se produjo a escasos días de ese primer confinamiento que nos queda ya tan lejano): la sala Vesta en el barrio de Chueca.

 

La Rubia Producciones organizó un homenaje a Bowie. Se cumplen 50 años del lanzamiento del disco The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, y la fecha era propicia para cantarse unas cuantas coplas de Bowie. Aunque pronto me di cuenta que no iba a ser un homenaje a Bowie al uso. Me explico: durante el concierto cada artista solo cantó una canción de David dentro de su repertorio. Pero, diablos, no existe mejor homenaje a un artista que pasar de sus canciones y tocar las propias. Es lo que David hubiera querido. Para escucharle a él ya tenemos sus discos y cientos de conciertos grabados. No me gustan las bandas tributos y los covers no deberían salir de Instagram o Tik Tok. El mundo necesita nuevos David Bowies y no artistas que cantan sus magníficas canciones con un nombre ingenioso como David Brownie. Nota mental: montar una banda de glam rock con ese nombre.

 

No nos andemos por las ramas y pasemos a narrar el concierto que tuve el placer de presenciar. Las encargadas de abrir la noche fueron Rosillano, un trío musical nacido en 2022 de las cenizas de la extinta banda Jamonas. El grupo lo forman Elena Rosillo, una de las activistas más conocidas de la escena undergorund madrileña…con tesis doctoral publicada incluida, a la voz, maracas, kazoo, pandereta…y mil instrumentos más que puede comprar en su centro comercial de confianza, Arantxa Pablo a la guitarra acústica (conocida por tocar en mil y una bandas con nombres coloridos como Atalaya Roja o Alberto Azul) y Manuel Dacosta a la eléctrica, guitarrista residente en Gente Terrible y el asturiano que mejor toca el slide en la guitarra. Rosillano se caracterizan por hacer un pop acústico lleno de sarcasmo, humor y critica social, y en este concierto desplegaron todo su repertorio. Canciones como Puto Troll, Nachos o Superado son una oda contra la gentrificación, las redes sociales o el amor en los tiempos del Tinder.

Sara Lavil

La canción que eligió Rosillano para homenajear al icono pop inglés fue China Girl. Una versión castellanizada que la dotó de un casticismo que seguro que Alaska y Mario aprobarían. La presentación de la canción fue acompañada de algún palo al autor original. Estoy deseando que llamen a Rosillano para un homenaje a Frank Sinatra, a buen seguro que sacarán toda la mierda de “La Voz” antes de cantar A mi manera a lo Bertín Osborne. Elena puso el punto emotivo de la noche dedicando el concierto a su madre Ger. Tras esto interpretaron algunas canciones más, principalmente sobre el mal de amores. La verdad que superar una ruptura es jodido, pero con la música de Rosillano se hace más llevadero. Deseando que saquen disco pronto.

Tras el primero grupo llegó el turno de Sara Lavil. La cantante del dúo Árida se presentó esta vez en solitario. Interpretó varias canciones del grupo armada tan solo con su guitarra acústica y su poderosa voz. Mucho blues de cantautor y rock acústico de altos quilates con toques grunge. El nombre de su banda desde luego que está muy bien escogido. Define perfectamente su sonido. Sonaron canciones como Desiertos de cristal, Desintegración o Quiero verte caer, además hubo lugar al estreno de nuevas canciones como Azabache y a un mano a mano de piano, guitarra y voz con Alicia Nurho. Sin duda alguna, la actuación de Sara fue una grata sorpresa que no me esperaba. Ella eligió versionar Rock and Roll Suicide para cumplir con el cupo del homenaje y ésta sonó magnifica para ser sincero. Bowie tiene que estar orgulloso allí donde esté.

Alicia Nurho

Finalmente, Alicia Nurho fue la encargada de cerrar este rubisarao como ella misma lo llamó. Probablemente, es la artista cuya propuesta artística más se acerca a la de Bowie. Armada con una gran voz, un piano, un ordenador que disparaba bases electrónicas y un maquillaje impactante, me hizo preguntarme rápidamente porque esta artista no está en la carrera para representar a España en Eurovisión este año. En fin, voy a destacar que su repertorio está lleno de hermosas baladas y medios tiempos y va salteando entre el uso del inglés y el castellano en función de la canción. Fue una hermosa actuación llena de soul, perfecta para encender esa noche fría de enero. Se me pasó volando, y eso que casi no le da tiempo a hacer el bis…en fin, los horarios de las salas de conciertos…siempre pendientes de no quitarle 5 minutos al DJ.

Y así viví este concierto que aquí les relato, estuve acompañado de amigos como la artista Selene Casas, María Solá de Jordana B o el ínclito Álvaro Pérez de Basik Sessions…y una pocas personas más. De verdad lectoras y lectores: vayan a conciertos, sino la música se va a morir y en 20 años no habrá nadie al que homenajear.

Texto y fotos: Carlos Bravo Castillo

 

 

 

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