Encuentros

Un viaje alucinante al interior de José Carlos Sisto

No voy a extenderme con la introducción, pues el propio José Carlos Sisto se encarga con pelos y señales de dar respuesta a toda pregunta  que tengamos sobre él, su extraordinaria forma de tocar la guitarra, su visión del rock y, en general, su carrera. Tan solo añadir que su reciente Ciclo del Eterno Retorno (que edita bajo el alias de Lyd Heavyman) es un disco de rock mayúsculo, un disco para creer e ilusionarse. Un trabajo que nos lleva a la época en que descubrir nueva música en el confort de nuestras cuatro paredes cubiertas de posters de nuestros héroes, era algo más que un viaje catártico; era una lección de vida, una enseñanza a cada nuevo paso. Son ocho canciones, ocho razones para sentar cátedra y sentir que no todas las canciones y riffs están escritos. Con todos ustedes, desde Jerez de la Frontera, José Carlos Sisto.

 

Ciclo del Eterno Retorno es tu nuevo álbum pero no el primero. Ciertamente, para alguien que desconozca tu trayectoria o entre de nuevo con este fabuloso álbum, puede ser un poco desconcertante; has publicado discos bajo varios alias, luego lo de Fuzz Machine, el triple vinilo (todo un hito) 20.000 Leguas de Viaje Psicoactivo en 2015… Hasta yo, que te sigo desde entonces, ¡¡necesito una guía!! Así que ponnos al día de tus referencias anteriores y de tu carrera en general.

Ja, ja ,ja… Lo comprendo perfectamente porque me pierdo hasta yo y, si he de ser sincero, lo mejor será intentar esquematizar la historia para no aburrir demasiado. Aunque no sé si yo mismo voy a recordarlo todo. Mira, de alguna forma empecé a tontear con la guitarra cuando tenía 14 años y a los 16, en 1985, ya había ahorrado suficiente pasta para adquirir una guitarra Talmus (modelo Les Paul) de la que yo decía orgulloso que era una  réplica de la Gibson Les Paul de Jimmy Page. Pero que vamos, que ni de coña, claro, ni a eso llegaba, ja, ja ja… En fin, junto a unos colegas formé un grupo muy macarra; éramos jodidamente horribles pero muy apasionados, eso sí. Queríamos  tocar nuestras propias canciones, que eso sí que fue importante. Ese grupo, con el que a pesar de todo fui aprendiendo alguna cosa, derivó en otro que a su vez llegó a transformarse en uno algo mejor aunque igual de malo, pero más serio e instructivo.

Entre 1985 y 1989 toqué muchísimo, siempre ajustado a las variantes más clásicas del primer heavy ochentero y el hard rock de los 70’s, que eran los estilos que más escuchaba entonces. Entre 1989 y los primeros meses del 90, antes de ir a la mili, no tuve grupo. Mmmm, perdona, creo que sí; algo monté pero ni recuerdo el nombre. Pero solía tocar esporádicamente en conciertos que surgían de vez en cuando juntándome con otros aficionados  y haciendo innumerables jams con un guitarrista alemán que se afincó en Jerez en casa de un personaje muy conocido por estas tierras, lugar donde siempre podías encontrar músicos rondando por allí para echar el rato tocando, riendo y fumando hasch. Eso me divertía y me permitió seguir creciendo y aprendiendo, ya que eran músicos mejores que yo y tocaban estilos distintos.

En 1991, tras haber cumplido el servicio militar, me trasladé a Madrid durante un año más o menos; la cosa no fue bien y regresé a Jerez. Tras un tiempo a la deriva, igual que antes de haber vestido caqui, formé un trío muy extraño y psicodélico llamado ACID JON Y LOS ROMPECEREBROS. Esa historia fue mutando y acabó siendo  EXPRESIONISTAS, otro coñazo de banda sin recursos con la que al menos grabé cuatro maquetas y di algunos bolos dando rienda suelta a una amalgama de rock duro, power-pop, psicodelia, punk y guitarreo ácido. Ese era el grupo que me iba a llevar al estrellato, sí… Te lo juro tío, o eso decía al menos uno que decía también llevarnos, que no sé a dónde nos llevó, la verdad, pero bueno, algo hicimos. Y es que ganábamos concursos, de verdad, al menos tres a nivel de Andalucía y otros tantos como finalistas; incluso estuvimos en Bilbao para lo que allí había de certamen y crédito nacional, pero nada… ¡ni un puto carajo! Teníamos muy buenas críticas por todas partes, pero en realidad, déjame ver… Bueno, lo que pasa es que creo que nadie nos supo entender, la verdad.  Ya ves, cosas de la vida. El batería terminó por vender sus tambores y se dedicó a pinchar tecno, los bajistas ya había sido tres, y yo empecé a pasar del tema, acabando hasta las narices. Así que habiéndome trasladado luego a Madrid desde mi Sepulcro de la Frontera natal y tras un fallido intento de grupo con proyección internacional  llamado RAMA LAMAS, que monté con KIKE TÚRMIX, cuando ya al Gordo se la repanfinflaba casi todo y pinchaba a Ted Nugent y Judas Priest desde una pordiosera cabina de Dj mientras yo ponía copas en el No Fun, di forma a mis visiones de delirio más potentes y setenteras con FUZZ MACHINE, un nuevo trío de música coñazo que ahora estaba centralizado en la Capital pero que no gustaba a nadie. Bueno sí…al Gordo; o al menos eso decía: «Sois una mezcla de Hendrix, The Creation, Rory Gallaguer y Bevis Frond». Y yo encantado, claro, porque todo eso que citaba el Gordo era favorito mío. Aunque, ahora que lo pienso, lo mismo lo decía porque sabía que yo flipaba con toda esa música. A saber, ¡¡menudo era el Gordo!! Pero vaya, que en aquel momento de principios de 2001, FUZZ MACHINE era un oasis de estilo frente a un mar de grandilocuencia underground que todo lo inundaba en el reino madrileño a base de punk, garaje, nostalgia de los 80 y ataque helacóptero, que en esos días era lo sueco lo que dictaba norma para muchos. Grabamos una maqueta con un tío que siempre estaba borracho pero decía controlar mucho. Pese al bebercio, el tío molaba, y aunque llegó a tocarme mucho los cojones su actitud, le apreciaba. Luego, un sello muy conocido que ya estaba en las últimas tras haber cambiado de capos, nos dejó colgado un EP de presentación por más de dos años y acabó no saliendo. Mis compañeros de máquina se aburrieron, yo no.

Conseguí que un batería loco americano que conocía de unos locales de ensayo me siguiese el rollo psicodelizoide  fuzzmachinero y junto a otro tío colega suyo igual de desconcertado, que vivía en su propia galaxia y tocaba el bajo, dimos continuidad a lo que ya se transmitió con rapidez como MATER DRONIC  y Mundo Espectro, el primer disco de los tres que bajo ese nombre ya he compuesto y grabado. Era una música muy psicodélica, desorbitada, oscura  para casi todo el mundo, incluso «infumable» para gente que tocaba conmigo. Ja, ja ,ja, ¿puedes creerlo?  «Carlos, tío, que cojones es esta mierda, ¡¡¡es infumable!!!», me llegó a decir uno que tocó en muchas ocasiones el bajo en la banda. Me rompió el corazón, imagínate, para luego reconocer que la música tenía su punto.  Claro, era un disco lleno de guitarras alucinadas, cantado en castellano con letras que solo entendía yo, temas de 10, 15, 20 minutos… Y solo gustó a gente del rollo progresista y expansivo que compraba discos en Melocotón, dentro de un variado frikismo ácido que todavía en España contaba con muy pocos seguidores.

Un guiri erudito responsable del mítico magazine PTOLEMAIC TERRASCOPE,  escribió una crítica alucinante sobre Mundo Espectro;  decía cosas increíbles sobre la música y sobre las guitarras, y como era de suponer, a raíz de ello alguna gente cambió de opinión, faltaba más. Luego llegó la fiebre de la psicodelia y el krautrock, fervor que aquí y gracias a un par de artículos en prensa sobre reediciones de CAN y la demencia turbo-abstracta de los japos ACID MOTHERS TEMPLE, disparó un extraño interés por el género ácido. Así que gracias a ello hubo veinte o treinta personas más que escucharon el disco y que incluso lo reivindicaron como si en realidad hubiese algo que reivindicar en él. Y oye, muy bien, fue un subidón, porque entre otras cosas, eso ayudó a que se vendiesen más CD’S. Genial. Antes de todo esto,  el americano loco y su colega desconcertante no quisieron seguir con mi plan de no pertenecer a nada y ya habíamos acordado separarnos tras la grabación del disco. Entonces, conseguí liar a un par de colegas más tras Mundo Espectro y radicalicé junto a ellos, que eran hermanos y se llevaban bien, mi rollo hendrixiano, abandonándome al delirio ácido de mi guitarra en un trío devastador por completo. Lástima que el de Terrascope no lo llegó a escuchar, aunque he de decir que Julian Cope sí que nos escuchó en unas grabaciones de cassette con el nombre de FUZZY LADY y escribió la ostia sobre nosotros, algo relativo a no recuerdo muy bien que historia sobre que éramos muy psicotrónicos, como «In-A- Gadda-Da-Vida» pero pasados de rosca triposa y guitarrera… O quizás algo soberanamente más coñazo, ríete tú de lo anterior, no recuerdo, pero por ahí furula el texto, y es que empezábamos a tocar y no parábamos, energúmenos de verdad, créeme: solos de quince minutos, feedback a borbotones, distorsiones chirriantes, gemidos de fuzz wahwahsionado a todo volumen; un auténtico desbarre, tío, no puedes hacerte una idea.

Cerca de quince años más tarde, cuando el coñazo aquel que tocábamos y tanto gustó a Julián ya era norma para multitud de bandas cósmicas incluso en España, una muestra de ello registrada en cinta de cassette (de cromo ¿eh?, de las buenas) se masterizó y se prensó en vinilo con el nombre de ANGELES DE OPIO, gracias a un subsello marginal de Güerssen. Lo compraron cuatro, ¿qué esperabas? Aunque alguna buena crítica sí que recibió el engendro, incluso me llegó a escribir un menda desde Venezuela o Chile, no recuerdo de dónde era el tipo, que decía que había comprado el disco en Argentina, o al revés, no sé, y que era la hostia, decía, un santo grial de la guitarra psicodélica o no sé qué más. El tío tenía una banda de elefantes lisérgicos o no sé qué cojones; muy majo, que conste. Me pedía más cosas para sacar un EP o alguna cosa. Cuando le pregunté si había algo de pasta desapareció, nunca más se supo. También lo comentaron por las redes sociales, incluso yo escribí unas líneas proporcionalmente ácidas para el insert que incluía el vinilo, pero creo que tampoco nadie supo entenderlas. Bueno, el tío de los elefantes lisérgicos creo que sí; un entusiasta, sí señor, o algo parecido.

Cuando ya me harté de Madrid o, definitivamente, Madrid se hartó de mi rollo existencialista psicodélico y de mi asombrosa incapacidad para socializar con gente enrollada de la escena molona, me quedé sin sustento y volví al sur, donde hace falta menos pasta para sobrevivir. Me dediqué a dar clases de guitarra, comer pescado frito, pasear por la playa e intenté encontrar y liar a más gente para tocar y grabar música esquizoide. Jodido asunto, he de añadir, muy jodido, aunque lo logré. Ni te cuento. Enrique Rivas Viniegra (te amo tío), tras haberse puesto en contacto conmigo un tiempo antes, reeditó en doble  vinilo Mundo Espectro (edición súper Deluxe con impresionantes diseños artísticos a cargo de Mercedes De La zarza). Enrique puso noble pasta de su honesto bolsillo, perdiéndola, pero gracias a un capo guiri (otra vez), Mundo Espectro se movió por el extranjero de forma muy satisfactoria. Luego, mi noble benefactor quiso perder más pasta (gracias Enrique) y grabé en un puñado de días exprimidos como un inmenso cítrico, 20.000 Leguas de Viaje Psicoactivo. Aún no me lo creo, y nadie lo cree tampoco, pero Rafa Camisón, el técnico y colega, quien tocó también la batería, sabe que es verdad; él sí que lo sabe, menuda me aguantó, y seguiría aguantando más tarde en los siguientes proyectos que vendrían a continuación (te quiero tío).

La odisea psicoactiva de las 20.000 Leguas vio luz primero desde las profundidades, también con alucinantes diseños zarzianos, en doble CD, y luego en triple vinilo, ¡¡¡TRIPLE!!! Algo antológico, tan antológico que nadie quiso comprarlo, bueno sí, algunos guiris ¡cómo no! Y parte de la cofradía ácida underground de aquí, por supuesto, los más entusiastas que ya me conocían desde Fuzz Machine y que me apoyaron noblemente. A Fernando Sampedro le encantó, y fue el único que escribió algo sobre él en papel (gracias Fernando). Tras eso edité un CD de grabaciones caseras experimentales que por supuesto nadie compró: ASTROVOODOO, Opium Guitars. De lo más coñazo, creo, tras Ángeles, o aún más (otro día lo decido), porque lo grabé yo todo en una pequeña unidad de grabación digital y utilicé sintetizadores, loops, múltiples efectos… Un soberano muermo, para qué engañarnos. A continuación monté junto a dos colegas otro trío de heavy psicodelia llamado SHAKTI’S DELIRIUM, grabamos un disco donde reuní antiguas canciones de EXPRESIONISTAS y FUZZ MACHINE, repertorio que solo se editó en vinilo, Electroshock! Dimos un concierto de presentación en una guarida del Sepulcro de la Frontera y coincidió que estuve jodido mucho tiempo con problemas de espalda, así que Electroshock! terminó siendo más tarde una intervención laser para bloquear el nervio ciático que una vértebra rota pinzaba sin piedad y que un especialista pudo realizar para que yo pudiese recuperar todo lo recto de mi vieja estatura. Luego, una psicópata que tuve la desgracia de que se cruzase en mi camino, me hizo la vida imposible por un tiempo y de la terrible experiencia extraje suficiente potencial creativo  para componer y grabar Y del Cielo Nacen Monstruos, el tercero y definitivamente último de los discos firmados como Madre Drónica.

Acto seguido, no, espera, justo al mismo tiempo,  había montado junto a un soberbio capullo que conocía de los tiempos de los grupos horribles aquí en Jerez, y con a un chaval noble que no era capullo y tocaba la batería, otro trío demente llamado ASTROVUDÚ. Con este nombre dimos algunos bolos y el último fue detonante para mandar a hacer puñetas la historia del vudú espacial, tras prácticamente vaciar una sala de gente que había ido a oír otra cosa totalmente distinta a todo el insufrible y premeditado ruido que armé desde el escenario para echarles.

Tras esa cosa, catarsis absoluta que lógicamente tampoco nadie pudo entender, un mosqueo monumental con el viejo capullo de la época de los grupos horribles, y un par de fotos de recuerdo al terminar el evento junto a un par de chicas guapas que eran novias de unos colegas que no se habían salido de la sala, supongo , por no hacer el feo. Santas pascuas: silencio,  distancia, hartura, lectura, clases de guitarra, toneladas de discos, internet, mucho cine antiguo, más pescado frito, más kilos tras un apropiado régimen, risas, indiferencia… Hasta que en verano de 2019 se produce de forma por completo inesperada, una experiencia personal de reencuentro con una persona importantísima en mi vida de niño, chaval, que me vuela la cabeza. Llega la paranoia, el confinamiento, el miedo, una absoluta espiral de demencia, confusión… Saco de ahí toda la posible esencia para retomar mi enterrada hacha y viajar como un guerrero cósmico al pasado, hacia 1986, cuando yo era niño, chaval, tenía la melena y era guapo, pero había decidido ser como Tony McPhee o Edgar Broughton, ¿recuerdas?  Pues nada, recupero todo lo que de allí necesito y cuando vuelvo al presente me instalo dentro de mi corazón, doy rienda suelta a mis recuerdos, mis anhelos,  mi imaginación,  y creo CICLO DEL ETERNO RETORNO. Consigo pasta liando a un colega enorme que me le deja porque me quiere, aún a sabiendas de que nunca podrá volver a tenerla, pero me quiere y yo a él también. Grabo el disco, por supuesto con Rafa Camisón, ya que nadie por aquí me interesa; él podría  entenderlo, ayudarme, y así fue. Busco pasta para hacer la tirada en CD, la encuentro, lo fabrico, a mi colega le gusta, a la persona que se lo dedico también, y parece que unas cuantas personas más lo acogen con sentida y sincera emoción. Aunque al no ser obra que avale un sello, la pasta gansa, ser música que divaga libre por el limbo de la autoedición ultrasubterránea, algunos jefes del rollo simplemente ni se molestan en oírla, y como gurús del rollo «viva el rollo» y la pasta que hace milagros no la dan a conocer porque pasta no hace tal asunto, pues sigue el Ciclo navegando eternamente hasta ahora, aquí, contigo, abusando de tu paciencia y de la del siempre respetable, necesario, querido lector. Continuará…

Tus influencias son muy dispares, incluso abstractas: desde el proto heavy al hard al uso, pasando por la sicodelia o los sonidos más sucios de Detroit. Háblame de cinco grupos o artistas que te introdujeran de lleno en la música, y recomiéndanos cinco discos que no sean nada obvios, que no aparezcan en ninguna lista convencional.

Verás, yo creo haber tenido mucha suerte y me siento muy afortunado ya que desde que empecé a interesarme por la música siendo tan solo un niño de 10 u 11 años, de alguna forma sentía, intuía, que todo lo que oía no debía interpretarlo como restrictivo. Obviamente, y a medida que iba escuchando y descubriendo cosas, desarrollaba capacidad de selección, pero puedo decirte que hasta los 14 años DEVORABA, literalmente, música de todos los estilos que pudiesen captar mi atención…Rock, blues, jazz, pop, clásica, progresivo, folk, sinfónica…al hacerlo escogía y cimentaba los principios que luego serían más sólidos y excitantes. Por supuesto, las preferencias iban siendo muy claras al respecto, y te digo lo de los 14 años porque a esa edad yo ya tengo más que claro lo que me gusta y a la vez me está cambiando la vida de una manera más que evidente. A esa edad sigo escuchando de todo pero en vanguardia se encuentra el rock, las guitarras, y ya estoy por completo volcado en ello, no hay vuelta atrás. En ese momento nada hay más importante para mí que Led Zeppelin, Grand Funk, Jimi Hendrix, Alice Cooper, Thin Lizzy, Rory Gallagher, UFO, Deep Purple, Cream… No puedo citar sólo cinco nombres, la verdad. Mi apetito resulta tan voraz que a día de hoy, tal como escribo todo esto para contestar tus preguntas, continúo investigando y escuchando, gozando y aprendiendo;  es como una verdadera maldición, esa cosa de la sed insaciable del vampiro, ¿sabes? La vagina multiorgásmica de la ninfómana, bueno… algo así, pero no tan cansado, ja, ja ,ja… No, de verdad, en ese sentido la patología es clara, tío, ¡¡¡que le vamos a hacer!!! Rock, heavy, blues, Power-pop, psicodelia, folk, progresivo, punk, garage, Free jazz, música de vanguardia… Me quedé con todo eso, sobre todo el rock duro y la psicodelia, con todo lo que eso significa, la diversidad y complicidad que esos estilos pueden desarrollar entre sí y ligados en relación a otros conceptos, esa vinculación que no contempla riesgos en su forma de relacionarse para concebir carácter, personalidad, y si lo pienso, o sin hacerlo demasiado porque me canso, supongo que lo que yo humildemente hago a un nivel tan bajo, podría reflejarse sin ningún problema en todo ello. Sería muy razonable pensarlo.

Por otro lado, recomendar discos es asunto de gran seriedad, yo me lo tomo como algo de suma importancia. Primero, porque ya aprendí que no sé si en realidad estoy del todo capacitado para enfrentarme a ello, y segundo y más importante, nada puede ofrecerme seguridad de que lo que diga pueda comunicarse en términos de conexión directa con otras personas en apariencia similares. Cada uno funciona en sintonía a sus propias exigencias emocionales, y es curioso Sergio, porque siempre ha llamado mi atención sobremanera la necesidad de identificación que cada cual precisa para valorar ciertas cosas que en principio le resultan ajenas siendo más que próximo lo que se observa. No sabría exactamente cómo explicarte esta idea, pero es lo que yo contemplo y he contemplado en demasiadas ocasiones al comprobar cómo no todo el mundo está dispuesto a renunciar a su área de confort, a su pequeño mundo interno en pos de lo desconocido. Mira, ejemplo, uno que se me viene directamente a la mente ya que es relativamente cercano y puede ilustrar con suma facilidad lo que digo, o a lo mejor no, veremos:

Estoy en un festival y toca gente grande, alguna no tanto, y por supuesto relleno hay, como en todos. Pues ocurre que toca PAT TRAVERS, si tío…el puto PAT TRAVERS, ¿entiendes? Y claro, tal y como yo puedo razonarlo, que en un lugar triste, retrógrado, conservador y folclorista, geografía alejada si acaso de la mano de Dios, como es Jerez de la Frontera, que toque PAT TRAVERS no solo es un acontecimiento cultural e histórico…más bien es un jodido milagro, ¿ok? (gracias Juan) Bien, allí estoy yo celebrando el hecho de poder verle tocar, porque PAT TRAVERS para mí es un coloso, un MAESTRO, algo, alguien…al que ofrezco todos mis respetos, ¿entiendes amigo? Seguro que sí. Pues se da el caso de que la mayoría de la gente allí congregada se queda FUERA, fumando, charlando y luciendo palmito en el patio que da acceso a la sala mientras el MAESTRO ofrece su sabiduría y su exquisitez de estilo; sí, lo creas o no, eso sucede. Sin embargo mi verdadero asombro se convierte en perplejidad, vergüenza ajena probablemente, cuando observo que muchos de los que han entrado para escucharle y a las dos canciones de haber comenzado el show… ¡¡¡se salen de la sala!!! Se salen de una sala que tiene al puto PAT TRAVERS tocando arropado por un grupazo de cojones, ofreciendo con clase, nervio, estilo y sabiduría, una forma de tocar la guitarra y hacer Rock que se proyecta mágica.

Pero, ¿sabes qué? lo peor de todo ello, lo más delirante quizás de semejante asunto, es que luego podrás encontrar a gente de la que se ha salido del concierto de PAT TRAVERS asistiendo a un concierto de Javier Vargas, a todas luces, el guitarrista menos dotado de cuantos puedan citarse como modelo de aproximación a lo largo y ancho del planeta, ¿lo pillas?

Es probable que no me haya explicado con claridad, da igual. No obstante, encantado de citar algún disco oscuro que de alguna forma también podamos identificar con el espíritu que posee el “Ciclo”, aunque es realmente difícil para mí escoger solo cinco, así que de lo que cito ahora mañana podría ser otra cosa. Sin más. Veamos, me centro pues en obras fuertes, de rock potente, distorsión y guitarras, entre 1970 y 1981:

VIC TRIGGER BAND

Electronic Wizard (USA 1977)-

Este es un disco cuya edición original es rara, aunque entiendo que en relación a su rareza no es en absoluto cara. Solo existe una reedición en vinilo, al menos que yo sepa, que es la que yo tengo tras haber conseguido el CD hace mucho tiempo. Pero sucede que es un disco tremendamente desconocido, una de esas referencias que por alguna razón que se me escapa y que ni siquiera llega a interesarme ya, se mantiene al margen del circuito elitista (a veces grotesco) del coleccionismo discográfico del Rock como si fuese bagatela, insignificancia de género, que suele ocurrir y con mucha frecuencia si me apuras, que si no es raro no merece la pena. Así de tonto es el dilema.

Vic Trigger era un guitarrista impresionante, localizada su oscura figura en algún punto concreto de la vieja California. El tío solo grabó este álbum y personalmente me parece magnífico, gravitan en su estilo los shakras ácidos de Jimi Hendrix y eso nadie podría ignorarlo claro… la música establece vínculos inevitables por ello con lo que Frank Marino, Robin Trower, Pappo, Walter Rossi o el ya citado Pat Travers graban en sus más impactantes discos de los 70. Una maravilla que seguro se convierte en obra favorita para los que conecten con ese rollo. Yo desde luego le tengo auténtica devoción. No lo dudes.

SAINTE ANTHONY’S FYRE (USA 1970)

Muy raro, difícil de conseguir en fecha de época, y por fortuna reeditado varias veces y con mayor información sobre el grupo a día de hoy para poder acceder a su historia. Suerte de Hard ácido underground, áspero, corrosivo, verdadero…que suena a lo que tiene que sonar, afilado y mohoso, y que puede gustar a cualquiera que venere a los Groundhogs de Split, a los Pink Fairies, a Stackwaddy, gente que conozca y guste de tipos como George Brigman. Y no que quiero decir con ello que puedan sonar similares a lo que cito, NO…pero el espíritu, la actitud, se evidencian con  crédito. Amo este disco.

MAD DOG

617 (USA 1977)

Al loro con este grupo, solo está reeditado en CD, lo cual aún es algo que no logro entender. Eran del área de Michigan (no confundir con los otros perros locos de “Dawn of the Seventh Son” -Los Ángeles 1969- quienes aunque buenos también y a su manera interesantes, ni de coña alcanzaron semejante poderío) y la forma de tocar rock duro que practicaban funcionaba fuera de época ya en 1977, como rareza de power-trio atómico, con todo ese estigma paquidermo de las guitarras invasivas de los Grandes Lagos, esas cargas de profundidad, toda esa fuerza salvaje y metálica que puedes encontrar sin posible parangón como piedra filosofal en el primer álbum de Blue Cheer, del cual casi todo lo gordo del rollo mama. Un disco el de MAD DOG en definitiva brutal, que recoge todo esa prédica de estilo de alta energía…MC5, Grand Funk, Third Power, BloodRock, Bolder Dawn…no existe margen de error con ellos, puedes estar seguro.

ROY LAST GROUP

Rocks (Ger 1981)

Lo de Roy Last es algo tremendo, la información que existe sobre él es mínima, nadie parece saber que este tío existió… y para más desgracia falleció joven, con no más de 46, 47 años. Grabó solo tres LP’s y éste, que es el primero, es una barbaridad de heavy rock al estilo del primer Ted Nugent -el de «Strangehold»- o de los Rods de Rock Hard. Suena a mucho de lo que la mejor NWOBHM en 45 revoluciones hizo desde Inglaterra antes de ser masacrada por las multinacionales en ese periodo de gloria para el rock duro post-setentas que fueron las fechas de inicio para la década ocho. Alemán el tipo, fiera corrupia de guitarrazos mastuerzos para cualquier idea de rock pusilánime que pudiese formarse a su alrededor, lo suyo era abrasivo, incendiario, de cañón napoleónico. Roy Last debería ser citado como elemento indispensable para entender lo que el heavy primigenio desató en la vieja Europa teutona en aquel tiempo, porque Rocks es un disco de ley para el género que incomprensiblemente tampoco nadie conoce, o que conociéndose, no se reivindica, vete tú a saber por qué. Todo lo que puedes esperar en un buen disco de rock duro, de guitarras salvajes, lo concentran estos surcos de fuego alemán, incluido el uso del Talk-Box en la extensa Rainchild, ese efecto de guitarra marciano que tan popular haría a Peter Frampton tras Humble Pie años antes, y que bueno…más tarde usaría con saña liberadora nuestro Armando Rojo en “Con Botas Sucias”, curiosamente por la misma época además, el mismo año que Roy Last digo, 1981. ¡Tremendo! Búscalo tío, si lo encuentras está siempre tirado de precio y la élite coleccionista nunca le ha hecho ni puto caso. Merece la pena, ¡¡¡aunque solo sea por eso!!!

ALKANA

Welcome to My Paradise (USA 1978)

Este grupo también era de California, originario de San Bernardino, más armonizado, estilizado que lo anterior que comento y con ese sonido de dobles guitarras infecciosas que a través de lo sureño y de «More Than a Feeling», se filtró en los grupos duros americanos de mediados de los setenta gracias a la FM. El Paraíso electrificado de ALKANA resulta embriagador, está plagado de rock protometálico, invadido por excitantes duelos de guitarra, canciones que rebosan melodía, filigranas estructurales…algo serio en su estilo. Quien conozca por ejemplo a Demian (antes conocidos como Bubble Puppy) los Banchee de Thinkin’, o a los Epitaph del sublime Outside the Law, ese tipo de material tan excitante, reconocerán clase, inspiración, un alto grado de exigencia y sofisticación estética en este disco. Está reeditado y es fácil de conseguir también. Buena caza.

¿Qué te llevó a tocar la guitarra y a no quedarte en una misma zona? Puedo intuir muchísimas cosas en tu tocada, pero tienes muchísima personalidad. El hecho de que seas cantante te convierte en un ente único.

Lo primero que yo quiero ser de niño cuando escucho rock, es batería, ojo… La guitarra me vuelve loco ya, pero la idea de inflar a hostias unos cuantos tambores y descargar adrenalina mientras llevo el ritmo me convertirá más tarde en un batería frustrado. Lo cual me ha ayudado siempre a tener una visión completa de lo que quiero al componer y arreglar mis canciones Y es que yo de niño pillo cajas de zapatos y dos palos de madera y empiezo a dar porrazos en mi habitación mientras suena «Paranoid» o «Whole Lotta Love», armo un escándalo de cojones y en mi casa me quieren matar, pero amenazo con seguir siendo un cafre si no me regalan una batería por Reyes o por mi cumpleaños, pero nada… No hay manera, tío. «¿¿¿Dónde cojones vas a meter la puta batería niño???». Opto por reunir pasta con muchísima paciencia y como tardo tanto en conseguirla, la idea de ser Ginger Baker termina disipándose y se adueña de mí entonces el deseo de ser Mark Farner. Las fotos que veo de él le muestran como un super macho man con una melena lacia y larga de cojones, como la de Neal Smith, o la de Scott Gorham. Y bueno, mi pelo es ondulado y grasiento, y encima tengo tripa. Así que idealizo la visión del guitarrista reconcentrado en sí mismo, que se conecta a su instrumento, ausente de toda interferencia estética, algo así como Clapton en época de brebajes cremosos en los que el tío ni se movía y además ponía caras raras, o espera…Edgar Broughton, no…mejor aún…Jorma Kaukonen, desaliñado, atunizado y caliente,  o mejor todavía…Tony MacPhee, que como ejemplo para lo que digo ahora mejor nadie puede servir.

Algo de eso había, pero supongo que yo aún no era consciente. Lo cierto es que aunque luego mi pelo crece y llega a ser tan largo como el de esos tíos guapos tan eróticos (aunque yo soy más feo) a mí me la repanfinfla el asunto, ¿vale? Paso de ser guapo y me interno dentro de mí mismo mientras aprendo algunas cosas de importancia, con independencia de si me miran o no. Lo hago porque siento curiosidad, necesidad más bien, de saber si hay algo que pueda extraer de allí para luego proyectarlo hacia el exterior en forma de música, o algo que pueda relacionarse con ella sin necesidad de que los ojos lo capten. Durante todo ese proceso el exterior no me interesa más allá de mi relación con las cosas y personas que voy conociendo, las experiencias mismas que me hacen ignorar la tristeza decadente del lugar en el que para bien o para mal he nacido. Allí vivo y eso es lo que hay, luego, cuando ya pueda hacerlo, intentaré escapar del exterior. Cantar lo hago por accidente, por eso mi voz es mala y no está formada, no sirve para ser foco de atención, no para ser elemento protagonista, ni para gustar lo suficiente, y por eso no suele gustar, pero descubro que las cosas que me impulsan a cantar y a escribir letras, no son aptas para otra voz que no sea la mía, aunque sea superior, más educada, virtuosa o convincente, ninguna voz va a cantar mis canciones mejor que yo, porque si así fuese, lo que encuentro al buscar dentro de mí ya no me valdría. Así que utilizo la voz como puedo, y toco la guitarra en relación a las posibles cualidades que me reporta el ser alguien que no usa estereotipos condicionantes, como yo no quiero o no puedo (a saber) ser “otra” persona, tendré que conformarme con ser lo que me salga. Y en base a ello, preocuparme por crecer, avanzar, no estancarme.

¿Qué necesita un guitarrista para no quedarse estancado? ¿Hasta qué punto es necesaria la práctica y la apertura de oído respecto a la música que absorbe?

Pues yo diría que HUMILDAD. Conocer el valor de tu propio espíritu, luchar por ello, crecer, no dejar que el halago gratuito, las opiniones poco o nada formadas condicionen tu crecimiento, eso sobretodo. Si dejas que eso ocurra, estarás permitiendo que impongan barreras infranqueables entre tu corazón y la felicidad que puede proporcionarte la magia de lo inexpresable. Expresar tus emociones a través de la música, es tan abstracto, tan surreal… Debe ser lo que toques digno del esfuerzo que el sentimiento haya depositado para conseguirlo. La técnica es “otra” cosa, la práctica es “otra” cosa, de nada servirá si generan vacío, algo superfluo; el arte, la vida…nada representan sin alma pues la pasión se refleja en cada cosa que haces al respecto. Eres lo que haces y haces lo que eres. Sí, el  gran topicazo, ¿verdad? ¿Acaso falso? No para mí. Lo primero que suelo decirle a un chaval que viene a mi casa para recibir clases y que percibo de alguna forma receptivo es:  «Estudia, practica, pero bajo ningún concepto  permitas que destruyan todo el amor que ahora sientes por la música, la ilusión de tocar dentro de ti, de construir tu propio universo, disfrutarlo libremente. No dejes que alimenten tu ego, que lo envenenen».

Mi idea es muy romántica, ¿no? Mirar hacia dentro y aprender de ello, sin vértigo, sin extraviarte…¿Puede acaso algún concepto formal sobre técnica, teoría o conveniente erudición estética, reportar más progreso, conocimiento o sincera integridad que conocerte a ti mismo y aprender de ello con total honestidad? La técnica es un vehículo de importancia, fundamental, pero no conseguirá distinguirte más allá de lo banal. Y por supuesto, RESPETO, no solo hacia ti mismo sino hacia todo lo que antes que tú ha construido, inventado, renovado, enseñado… Mirar hacia detrás es la única forma posible de ir hacia delante. La humildad y el respeto serán la forma más adecuada de aprender, de avanzar, de no estancarse jamás.

Entremos en la actualidad. ¿De dónde sale el seudónimo de Lyd Heavyman?

Sale de necesitar romper con lo anterior, de invocar nuevas imágenes. Con MATER DRONIC ya no siento necesidad de decir nada, de expresarme tras esa idea que en su momento me resultó útil. Como no es importante para mí ser reconocido, gozo de la libertad que siempre otorga mantenerse en la distancia y eso me permite seguir siendo fiel a mí mismo sin tener por qué dar explicaciones. Incluso es divertido no perder capacidad de desdoblamiento. El proyecto que he grabado precisaba un alter ego que pudiera conectarme de nuevo a lo que fui en 1986, este disco es el disco que podría haber grabado cuando tenía 17 años de haber tenido entonces la experiencia y el conocimiento que ahora poseo. En realidad, las emociones nunca variaron.

No parece que te prodigues demasiado en los escenarios (lamentablemente). La situación es complicada, así que no hace falta extenderse demasiado en esto. El tema es que sí que estás activo discográficamente. Tras el triple en 2015 publicaste Opium Guitars, luego Electroshock! (Shakti’s Delirium) y ahora Ciclo del Eterno Retorno. ¿Cómo lo haces? ¿Te sale rentable publicar físicamente? Imagino que como músico creativo tienes la necesidad de dar salida a tus composiciones, aunque muchos dirían que es cosa de locos si no tocas en vivo continuamente.

Dejé de tocar en directo hace ya varios años, pero por una razón puramente formal; de vez en cuando, incluso, llego a tomar decisiones que resultan muy pragmáticas, ja, ja ,ja… Vivo en Jerez y en Jerez no conozco a nadie que se identifique con lo que hago; no es ni bueno, ni malo, simplemente es lo que hay. Por otra parte no poseo ningún tipo de infraestructura ni apoyo exterior para poder organizarme de cara a un posible circuito de directo, mis discos no se venden, no se promocionan, los medios los ignoran y el posible público que yo puedo encontrar se encuentra ya muy disperso, aparte de que lo que hago siempre cae en tierra de nadie, y así no hay manera. No encuentro razonable la idea de seguir insistiendo, me resulta más satisfactorio dejar que la vida me ofrezca posibilidades, de recreo, de aprendizaje, de inspiración, y si puedo llegar a conseguir sacar, como ya he comentado antes, algún beneficio creativo, para componer y luego grabar música si consigo pasta, pues genial Y sí, lo que yo suelo hacer es, literalmente, y dada la situación de abandono comercial en todos los aspectos, DE LOCOS. Lo has definido con total exactitud. Apúntate una, Así es, y no de otra forma. No obstante, para bien, o para mal…es lo que hago…o es lo que soy.

Definí tu nuevo álbum del siguiente modo: «Como Si Frank Marino se hubiese agenciado a Bourbon de banda». ¿Qué querías hacer tú con estas canciones? ¿Suena el resultado final tal y como lo habías imaginado?

FRANK MARINO… Guauuuu… No salgo de mi asombro cuando pienso en lo bueno que es Frank Marino, porque es increíble que a día de hoy siga siendo tan desconocido un guitarrista de semejante nivel. Diera a veces la impresión de que fuera de Canadá, de EEUU, o de los círculos más entusiastas restringidos a la vieja guardia seguidora y coleccionista y a algún que otro joven seguidor interesado en la actualidad, Frank Marino no existiese. Por razones muy claras y contundentes, que cites a este guitarrista al referirte a lo mío no deja de ser un jodido honor, pero ni en mil vidas podría yo ni acercarme al potencial hiperbólico de Frank Marino, ¡¡¡menudo monstruo!!!

Respondiendo a lo otro que comentas sobre las canciones y el disco, cuando yo abordo humildemente un proyecto me sumerjo en él. Como yo me lo guiso y me lo como todo, lo resuelvo por completo en base a mis visiones, mis posibilidades, mis supuestas necesidades emocionales. Lo compongo y lo arreglo todo: canciones, guitarras, melodías, bajos, baterías… Visualizo en mi mente las mezclas, el sonido… Y cuando llego al estudio de grabación, tengo la inmensa suerte de contar con Rafa Camisón, que es un puto profesional y que me conoce cada vez mejor. Él graba como sabe que yo quiero grabar y lo hace siempre de una forma que supera mis expectativas; le explico lo que deseo y allí está él incluso antes de habérselo dicho sabiendo  de antemano cómo ha de hacerlo. Le explico los temas uno por uno y le muestro las baterías que quiero, y él no solo las toca con sumo talento sino que a veces incluso las supera de una forma asombrosa. Suele aportar mucho y ser creativo al hacerlo. Me interesa la gente creativa y lo que más respeto de un músico SIEMPRE es su actitud. Lo que más valoro de la pericia, del posible arte musical es la imaginación. Tocar bien es importante, pero espiritualmente, de nada sirve si tan solo se reproducen clichés, esquemas preconcebidos, por muy bien que puedan estos ser ejecutados, eso solo obedece a la emoción momentánea, porque está instalado en el subconsciente, algo que resulta evidente aunque satisfactorio pero en muchos casos por completo previsible. La imaginación es el MÁXIMO poder. Si sumas a eso una cuantiosa habilidad expresiva, técnica, carácter, actitud…pues, bueno…conformas lo que para mí supone la idealización de un músico cuasi perfecto, lo que puede ser asociado sin demasiado error a una verdadera, si acaso apropiada definición de ARTE.

El resultado final del disco me conmovió, obviamente por muy estudiado o visualizado que lo lleves todo, el resultado final contempla la energía y las mayores posibilidades técnicas que a la hora de grabar se concentran en el estudio. En realidad no me gusta mucho tocar, creo que incluso odio grabar, a mi lo que me interesa, además de componer, es mezclar; una vez todo está registrado, plantear, establecer, pintar por completo el cuadro, ver cómo los colores crecen, viven y cuál es el efecto de toda esa interacción… Sentarme con Rafa y empezar a MEZCLAR todo lo que la canción comprende y contiene, darle significado viendo cómo la mezcla reproduce poco a poco y a veces con insólita sorpresa, lo que en mi mente con tanta insistencia se ha llegado a dibujar, eso que como boceto creativo me ha llegado a obsesionar….en todo lo que el proceso de grabación pueda desarrollarse NADA encuentro que pueda ser más excitante.

Cuéntame más sobre el proceso de grabación. Creo que el bajista eres tú con un seudónimo y el batería no parece ser quien firma.

Sí, exacto, me pareció simpático seguir el asunto de los alter ego, pero como ya he comentado antes yo lo grabé todo menos la batería, que la grabó como siempre en mis últimos discos, Rafa Camisón. Simplemente le pregunté si le parecía bien aparecer en los créditos bajo pseudónimo y me dijo que sí. Así que lo bauticé como RALF ATOMIC DRUMMER, en relación a su grupo de toda la vida GAS DRUMMERS, y yo me auto-renombré como RON JUGGERNAUT, que además he de añadir que con RON me entiendo muy bien a la hora de tocar…Básicamente no hace pregunta. Ja, ja ,ja.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es este un disco para fans old school, para gente con una cierta colección de discos.  ¿Crees, con todo, que podrías llegar a una nueva audiencia? ¿Hay ahí fuera un público para estas canciones?

Ajá, buena pregunta. Mira, yo lo que veo es que todo resulta muy complicado en la actualidad, es la paradoja de los tiempos modernos, del exceso de información, de aquello que se vuelve contra uno mismo… Un poco de todo eso para comprender que como en muchos otros aspectos de la vida, poco o nada hemos avanzado; prevalece la autocomplacencia, la inseguridad, la necesidad de pertenecer a núcleos esenciales que puedan ser fácilmente reconocibles. Hay cosas que envejecen con dificultad, y por el contrario a veces es el seguimiento mismo lo que deviene viejo frente a lo que se sigue inmenso, que progresa inmortal, ¿me entiendes? Hablamos de música rock en términos generales, pero tras más de 60 años la gente sigue necesitando usar etiquetas, adherirse a modelos y distinciones específicas. El mercado condiciona las emociones, o por el contrario son las emociones lo que ha condicionado con claridad un posible mercado.

Verás, yo sigo pensando que en el fondo, LINK WRAY, CELTIC FROST, SYD BARRETT, ALICE COOPER, SIOUXIE, BLACK FLAG, YES o los PLIMSOULS, pueden funcionar conectados, ¿OK? Y también creo que GRATEFUL DEAD, los CELIBATE RIFLES o MICHAEL SCHENKER no podrían faltar en ninguna colección de discos que hiciese honor al viejo espíritu del Rock & Roll. Pero a partir de cierta época parece que nada de lo que esa convicción sugiere pueda ser tomado en serio, básicamente porque la gente que ha sacado beneficio de la ruptura y el criterio selectivo de los estilos ha insuflado en el público potencial que debe sostener cada propio estilo suficientes variantes y soberbia personal, escrúpulos y objeciones para que el espíritu se escinda y las nociones se concentren bajo posicionamientos esencialmente fundamentalistas. Tomarte en serio a ti mismo parece ser que significa auto-convencerte de que si te gustan IRON MAIDEN jamás prestarás atención a VAN DEER GRAAF GENERATOR, y si te han vendido la película de que los SEX PISTOLS fueron la verdad de la revolución punk deberás odiar por defecto todo lo que BOSTON o JOURNEY representan. ¿No es así? Todo ese tipo de jugadas estratégicas. Por fortuna yo jamás funcioné de semejante modo, tengo muy claro lo que supone mantenerse firme y lo que no, lo que se desprende de la imposición corporativa y lo que es respetable dentro de la creación libre y el comercio honesto que no participa del engaño. Pero entiendo que eso es “otra cosa”, y hoy nada se ajusta de manera razonable a ningún método de análisis que requiera profundidad. Todo son clichés. Lo patético es, que alguien que hoy ondea estandarte reaccionario, se deja sodomizar por cualquier impostura mediática del tres al cuarto, y el que luce camiseta de género reunido en rebaño, ni siquiera se ha preocupado por conocer de dónde provienen esos símbolos o cuál es su verdadero significado. Pecamos de romanticismo, ¿no es cierto? El mundo ha cambiado y nosotros NO hemos cambiado con él, quizás esa es la razón por la cual a veces las cosas funcionan por completo al revés dentro de nosotros mismos. A veces no solo es cuestión de etiquetas, más bien todo lo contrario. Si tienes oídos úsalos, los ojos te darán una visión no del todo correcta. No creo que algo como lo mío pueda nunca traspasar sus propias limitaciones. Supongo que no estaría bien, que no sería correcto tal y como precisan los medios catalogarlo todo.

¿Habrá edición en vinilo? El hype que vivimos estos días respecto a ese formato es tan alarmante que las fábricas dan plazos de siete u ocho meses. Da la sensación de que el Cd empieza a quedarse obsoleto.

En principio hay un nuevo sello que se ha creado de forma muy modesta y pasional en Madrid que tiene la intención de sacarlo en doble vinilo pero de momento lo único que puedo decir es que yo ya cumplí con mi parte. El disco está grabado y existen nuevos y maravillosos diseños artísticos realizados de forma noble y como siempre mágica por Mercedes De La Zarza para esa posible edición. Ojalá podamos verlo, sería realmente estupendo llegar a verlo, ¿verdad?

Pues sí, amigo, sería genial. Pero como bien dices, ya has hecho tu trabajo. Y menudo trabajo el tuyo. Larga vida, socio.

 

Texto: Sergio Martos

Fotos: Mercedes de la Zarza

2 Comments

  1. Vaya, éste tipo tiene muy mala memoria, ……Entre incongruencias y contradicciones, mentiras e insultos….un tipo incapaz de llevar su trabajo al directo porque nadie le ha aguantado su penoso ego..

    • Estimado «Pablo»…que claro, no se quién eres ya que atacas desde el anonimato como tan solo los cobardes suelen hacer emboscados dentro de sus propias miserias interiores. Que seas cobarde seguro no me sorprende en absoluto, ya que las redes sociales inundadas se encuentran de pobres diablos a la deriva. Te diré «Pablo», que si algo me asombra de tu digno comentario, es que junto a ello, junto a la evidencia que te muestra como criatura al acecho, lo que más llama mi atención es tu pobre si acaso NULA capacidad de observación, ya que si realmente me conocieses y hubieses leído con atención mi verborrea, sin duda podrías haber añadido al panegírico de tu cobardía elementos que no aparecen en tus soberbias, seguro que honestas líneas. Ello te describe pues como individuo que al ser tan torpe sin duda debe permanecer en el anonimato, ya que muchas serían las burlas que tu incapacidad intelectual generarían entre todo tipo de observador cualificado…y es que anónimo «Pablo», hasta yo mismo reinventaría tu cobarde ataque añadiendo numerosas cualidades que en la recámara se quedan para que el público pueda valorar mi lamentable criterio, criterio no obstante y a diferencia del tuyo…que no es limitado a la hora de culpar mis a todas luces vicios de vida y posible comprensión, conocedor como soy de mis múltiples defectos frente al mundo que en realidad merece la pena…no el tuyo claro…que tan solo es mundo de cobardía y de miseria espiritual. Curioso además comprobar cómo seguro siendo tu rabieta de mocoso incontrolado producto de la más lamentable vanidad…de ver furioso e indignado que no eres citado, tú o tú grupito de marras a lo largo de tan
      intrascendente entrevista, tienes los santos cojones de llamarme a mí… EGOCÉNTRICO…jajajaja….madre mía creo haberte subestimado, la verdad. En fin anónimo «Pablo»… qué tal y como ya la entrevista adelanta e informa con contundencia…lo que vas a leer a continuación lleva MI nombre JOSÉ CARLOS SISTO, y asumo con ello todo reproche…y ojo…que pese a todo, siempre defenderé que gente como tú, aún siendo gente que no merece ningún tipo de consideración por cómo se esconde para insultar e intentar difamar a las personas que odian o envidian y con todo lo que con ello sin duda demuestra tal actitud, pese a todo digo, tenéis todo el derecho del mundo a expresar vuestra opinión, sobretodo porque al hacerlo de tal modo…ponéis de manifiesto y con rotunda claridad…vuestra capacidad intelectual y trascendencia de espíritu.
      Y por supuesto…llevas muuuuchiiisima razón cuando observas que gozo de mala memoria, quizás selectiva que yo no lo dudo…pero es bendición para mi que ello me sirva para olvidar con suma facilidad cualquier tipo de encuentro que con pobres diablos como tú haya podido tener o en el futuro pueda llegar a tener.
      Ahí tienes mi contacto personal si es que deseas decirme algo de interés, y si en realidad prefieres seguir haciendo el ridículo con tus comentarios cobardes en público, pues tio…genial!!! Me parece muy bien también, porque yo ya lo hago, esto es…decir lo que de los cojones me sale, no es así?…pero claro…mi nombre y mi imagen APARECEN!!! Así que, venga campeón mucha suerte en la vida…que seguro vas a seguir necesitandola. Y bueno…ten cuidado con la envidia que siempre resulta demasiado peligrosa.
      Cuídate monstruo!

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda

Síguenos en Twitter