Poco más de cuatro meses habían pasado desde que, en Barcelona, tuvimos oportunidad de alcanzar esta fabulosa gira acústica de Miguel Ríos en la que presenta uno de sus grandes discos, el todavía reciente Un Largo Tiempo. De vuelta en Catalunya, Miguel volvió a Tarragona, ciudad que no pisaba desde hacía demasiado tiempo.
Empezó el recital y el sonido empezó dejando que desear. Él salió con buena intención, como siempre, vamos, pero del mismo modo que en Barcelona tuvo que brindar el recital a la memoria de Pilar Bardem, en Tarragona lo hizo por la escritora Almudena Grandes, fallecida ese día. No fue hasta que el cantante hizo una pausa y le dedicó unas palabras, que los astros (y el sonido) se activaron en modo positivo. Y de ahí a lo más alto, musicalmente hablando.
La banda sonó solvente, pero él, un tipo todavía con un carisma desbordante y una voz que no tiene comparación, defendió la mayoría de canciones de Un Largo Tiempo de forma sublime. Si el disco por sí funciona, en directo sus canciones cobran mayor vida. De ahí que «La Estirpe De Caín» fuese ovacionada aún cuando no todos en el recinto estaban familiarizados con ella; que «Por San Juan» sonase a clásico siendo tan reciente su publicación; que en «Para Que Yo Me Llame Ángel González» reinase un silencio sepulcral dada la emotividad de la misma; y que en la versión de «Send In The Clowns» («Que Salgan Los Clowns») el propio artista acabase con lagrimas en los ojos.
Del resto, siempre emotivas «Todo A Pulmón» y «No Estás Sola». En cuanto a la revisión de «Rocanrol Bumerang» en este formato, sonó original y revitalizada. La anécdota: una estrofa en catalán y otra en inglés en «Himno A La Alegría». Curioso, también, que Miguel olvidase letras en tres o cuatro momentos diferentes de la actuación. Curioso, indico, por el hecho de que enfrente tiene un teleprónter al que acude asiduamente. Se le puede perdonar, ¿verdad?
El año que viene nos volvemos a ver. Recientemente, Madrid amaneció plagada de carteles vintage (aunque no idénticos) que anunciaban aquellos históricos conciertos que dieron como resultado el directo Rock & Ríos. Lo cual, si leemos entre líneas, nos lleva a pensar fehacientemente que el año que viene habrá celebración por el 40 aniversario del mítico disco. Insisto, el año que viene nos volvemos a ver, Miguel.
Texto: Sergio Martos
Fotos: Alberto Belmonte
