Tras un escarceo intimista que se saldó con el fantástico And It’s Still Allright (2020), el siempre apasionado Nathaniel Rateliff vuelve a berrear al frente de sus sudores nocturnos, banda con la que ha cosechado éxito tras éxito. No obstante, nada sucede en vano.
La experiencia reposada de su aventura en solitario y el obligatorio período reflexivo que todo bicho viviente tuvo durante lo peor de la pandemia han hecho que la música del combo experimente una inesperada evolución. Ya no pretenden hacer vomitar cerveza a base de sudoroso, gritón y orgiástico soul a una audiencia de granjeros endemoniados. El soul sigue ahí, pero más equilibrado con sus raíces americanas y aunque no dejan de incitar al baile -a ver quién lo evita con un bombazo como «What if I»- su actitud es infinitamente más reflexiva. De hecho, Rateliff se ha referido a The Future como a una gran pregunta. Una pregunta sobre lo incierto del porvenir en los tiempos que corren, que conceptúa el disco y él intenta resolver a través de un mensaje de esperanza. Y eso que no va de mesías: “Creo que el peso del mundo me está alcanzando a mí también”, canta en el single «Survivor»; pero confía en la unidad para afrontarlo, tal como dice en la excepcional «I’m on your side». Y es que de letras enfervecedoras, momentos álgidos y épica (que no impostura), este álbum dorado va sobrado. Son canciones para cantar con el puño bien alto. Canciones importantes que suponen, además, un gran paso adelante para sus autores. Un paso de gigante.
Texto: Juanjo Frontera
