Cody Jinks está que no para. De hecho diría que le ha comido la tostada a Sturgill Simpson como artista de country alternativo de masas. Un concepto que puede parecer contradictorio pero que se explica fácil. Músicos aparentemente underground que acaban llenando arenas con su propuesta. Artistas que han estado a punto de fichar por majors – o lo han hecho directamente – para acabar volviendo a sus raíces. Cantantes que superan las radios locales y acaban sonando en medios comerciales convencionales. Sturgill, probablemente la pifió. Probablemente por la edición de Sound & Fury, por muy banda sonora de un juego que fuera. Que luego volviera al bluegrass más enraizado, de momento, no lo ha redimido. Cody aún no ha dado un traspié. Y Mercy no va a serlo. Un disco, por cierto, que publica al mismo tiempo que None The Wiser, álbum de su banda de metal, Caned By Nod.
Producido por Edward Spear en Sonic Ranch, casi podría definirse el álbum con una frase incluida en «Like A Hurricane», una de sus canciones. “Cuando llegas a la cima, no te sientes como el número uno. No puedes parar porque ellos cuentan contigo para ser lo que te has convertido…”. Y eso es lo que hace Jinks, darle a la gente lo que espera de su aparente puesto destacado en el country alternativo actual. Además, su nivel de lanzamientos es considerable, y lo mejor de ello es que mantiene la calidad. No hay nada nuevo, no hay evolución. Y eso cada persona lo analizará de una manera, en positivo o en negativo. «Feeding The Flames» o «I Don’t Trust My Memories Of Anymore» siguen siendo grandes canciones. Así que el resumen es fácil. Si disfrutaste de los discos anteriores de Cody, seguirás haciéndolo. Si no, no hace falta que lo pruebes. Al final no hay que complicarse demasiado.
Eduardo Izquierdo
