A veces uno solo necesita llegar al lugar señalado, a la hora indicada y dejarse llevar. La música fluye y el ambiente es el adecuado. No hace falta revertir la historia, las canciones ya están escritas. Pero sí importa cómo las expongas, cuanto tengas tú que añadir a esa fórmula mágica. MonoNeon (aka Dywane Thomas Jr) es un bajista sorprendente, virtuoso, pero en el sentido imaginativo de la definición. Su otra arma, la voz, especial y diferente, algo que ya le da un distintivo brutal.
Tal conglomeración de talento debía estar acompañado de una banda con igual talento. Y bueno, qué añadir, el nivel de todos ellos (guitarrista, teclista, baterista y segundo cantante) era de envidiar. Hay gente que ha nacido para interpretar música. Allá donde algunos se quedan en el camino, estos tipos hacen que tocar un instrumento parezca lo más sencillo del mundo. Y no, no lo es. Como tampoco uno consigue llegar a esos niveles de electricidad y comunión practicando (que también); se necesita estar tocado por una varita; sencillo, ¿eh? Esa noche volvió a quedar patente que para que la música avance, el color negro debe tomar la delantera.
Llámenle como quieran: Funk, Soul, Jazz, Pop, Experimental… Ellos tienen algo que luego, otros y otras, venden al mundo con un poco menos de alma y mucha menos imaginación. NO debería suceder así, pues con canciones como «Life Is A Glittery Fuckery», «It Was Never A Struggle, It Was A Delicacy» o esa alucinante «Hot Cheetos» del no menos alucinante disco My Feelings Be Peeling, MonoNeon y sus chicos deberían estar en lo más alto de la vanguardia. Al menos, me encantaría ver que eso sucede. Un tipo que ha publicado veintitantos discos con tan solo 31 años, está llamado a eso: a liderar la siguiente revolución (que por cuestiones de calidad, tampoco será televisada). Si todas las noches son como la que vivimos en La Nau, cerca estará de conseguirlo. Y, por añadidura, MonoNeon procede de un planeta cuyo nombre no acabé de entender en su presentación. ¿El mismo del que llegó Sun Ra? Si te dicen que procede del exterior de la galaxia, lo crees. Del mismo modo que Kamasi Washington camina sobre el agua y Thundercat tiene poderes sobrenaturales. MonoNeon, con ese poncho sicodélico y mascara de lana cubriéndole la cabeza, es más que un personaje: es un súper hombre. Eso sí, colega, estaría bien poder comprar tu música físicamente. En este planeta esa es una tradición que muchos todavía profesamos.
Texto: Sergio Martos
Fotos: Alberto Belmonte
