El reencuentro de los dos Limiñanas con el reputado Laurent Garnier, colaboraron juntos en L’epee hace un par de años, logra que la fusión de los en principio distantes caminos creativos parezca algo natural, destinado a producirse.
Conocida la solvencia interpretativa de los rockeros, faltaba ver como encajaban con los ritmos bailables y electrónicos de Garnier… y lo hacen con facilidad pasmosa y filosofía cinematográfica. Entre los tres se ingenian una banda sonora ficticia para un film inexistente, una suerte de Badlands del siglo XXI. Piezas mayormente sustentadas en el jugueteo de Marie y Lionel sobre las bases de Laurent, alternando tornados rítmicos como los que dan forma a <<Paseo obliquo>> o a la pegadiza <<Saul>> con inducciones al trance como <<Je rentrais par le bois>> o <<Juliette dans la caravane>>. Todo fluye, pero no faltan destellos creativos impactantes como <<¡Qué calor!>>, un tema que parece inspirado en las últimas canciones de León Benavente, y una sensible <<Au début, c’etait le debut>> sobre la que planea el espíritu de Nino Rota. De película.
Texto: Alfred Crespo