The Excitements acaban de publicar su cuarto disco de estudio, “Keeping ‘on” (Satélite K 2021). 14 temas en los que la banda catalana mantiene su esencia soul y rhythm and blues, reforzada por la incorporación a la banda de la cantante francesa de origen somalí Kissia San. En la composición de los temas de este nuevo trabajo, producido por Neil Sugarman junto a Marc Tena, ha participado James Graham, miembro de Hannah Williams and the Affirmations.
La gran novedad que encontramos en este cuarto disco es la incorporación de la voz de Kissia San. ¿Cómo se produce el contacto con la cantante francesa?
La verdad es que estuvimos buscamos bastante tiempo, viendo a muchas cantantes y, por una cosa o por otra, no acababan de cuajar. Buscábamos un perfil muy concreto, queríamos a alguien que no se pareciera a Koko, que nos permitiera hacer lo que hasta ahora no habíamos podido hacer y que tuviera la garra y la capacidad de conectar con el público que nos ha caracterizado, pero de forma distinta, y sin divismos ni chaladuras, cosa complicada en general, pero especialmente difícil con las cantantes… al fin y al cabo, la convivencia en una banda como nosotros, que se pasa medio año fuera de casa, es fundamental. De pronto Julien, nuestro técnico de luces, me llamó. Había encontrado alguien en París que encajaba perfectamente. Cuando vino a probar, enseguida vimos que era lo que estábamos buscando. La verdad es que fuimos con el zapato de la Cenicienta y le encajó como un guante.
Supongo que no sólo ella se ha adaptado a la banda, sino que la banda también se ha tenido que adaptar a ella. ¿Cuáles han sido los cambios más notables que habéis notado en vuestro sonido?
Claro que nos tuvimos que adaptar todos, pero al encontrar a alguien que tenía lo que estábamos buscando, no costó demasiado. Ajustar el tono de algunas canciones y listo. Sheila Weaver colaboró también en este proceso, es una persona excepcional, además de cantar como canta, que no es poco. En lo referente a los cambios en el sonido, nuestra intención era que nuestra tradicional contundencia se lograra, no a través de la velocidad, sino dotando al nuevo sonido de más peso. Para sonar cañero hay que tocar cañero, no gritar o tocar rápido. Son dos conceptos distintos que, a menudo, se confunden y creo que, a veces, hemos podido caer en ese error. Ahora los temas tienen fuerza y se pueden bailar.
En el proceso de composición también ha participado James Graham. ¿Cómo se gesta esta colaboración?
Nuestra última gira europea antes del parón la hicimos con Hannah Williams and the Affirmations y en esas tres semanas de “Granhermanismo”, en lugar de pelearnos y meter cizaña, trabamos una buena amistad. James es el que, en gran medida, lleva la banda e igual que él nos pedía consejo u opinión, nosotros también a él, y así surgió la idea de que compusiera para nosotros. Fue un poco como abrir la ventana y ventilar, entró aire de fuera y nos fue muy bien, sus referencias no son tan old school como las nuestras, y por eso hubo que hacer arreglos en muchas de las canciones, pero su enfoque inicial más pop ha quedado en las progresiones armónicas o en algunas estructuras. Entre esto y la producción ha cambiado un poco el sonido, pero es lo que buscábamos. Creo que ahora está mejor.
El sonido de la banda en este Keepin´on parece mucho más limpio que en trabajos anteriores. ¿Qué influencia ha tenido en el resultado final del disco la participación en la producción, junto a Marc Tena, de Neil Sugarman, de Daptone Records?
Como comentaba antes, la idea era esa: fuerza sin barullo, es más difícil, pero más satisfactorio. Neil es indudablemente un conocedor del género de primer nivel. En una de las cosas que insistía mucho es en el tempo, en no correr; si corres no ganarás en intensidad, ganarás en velocidad. Eliminó también lo sobrante, me decía, por ejemplo: “Estos grooves son un bucle continuo, ya sé que a los baterías les gusta hacer muchas cosas, pasa con todos, pero ya las hará en directo, si eso”. Añadió pausas en que alguien dejaba de tocar o simplificó algunas líneas, Marc también contribuyó en esta labor de vaciado y ajuste, por eso suena más limpio y, para mi gusto, más riguroso. En este disco no queríamos hacer lo que hacíamos antes, al contrario, queríamos hacer lo que hemos hecho, pero siempre dentro del mismo género… es lo que antes no podíamos hacer y en esto ha sido básico el cambio de cantante y de productor. Otro registro y otra visión.
¿Ha sido muy duro para vosotros, que sois un grupo de carretera y furgoneta, no haber podido girar en tanto tiempo o, al contrario, os ha venido bien para pulir todos estos nuevos temas?
Después de la marcha de Koko nos dimos un tiempo para componer, buscar cantante y pulir los temas. Lo teníamos todo listo para volver en 2020 y, de repente, todo se paró. Fue un mazazo a todos los niveles: En el económico, los ahorros se acababan y no había perspectiva de poder retomar pronto la actividad. Por otro lado, está el estado anímico, los nuevos llevan un año trabajando y apostando por algo que no puede arrancar ni se ven posibilidades reales de que suceda pronto. Además pierdes completamente el estilo de vida que has llevado los últimos diez años y, cada tres meses, tienes la incertidumbre de si vas a mantener la ayuda a los autónomos o no. O eres fuerte mentalmente o no aguantas. Lo pasas mal por no poder hacer tu trabajo que, en este caso, es completamente vocacional, y además sufres por unos ingresos que no dependen de ti, escuchas hablar al ministro de cultura y te das cuenta de que estás en manos de un incompetente que, ni siquiera conoce el régimen fiscal de los artistas, y no hablemos ya de la situación en que se encuentran los técnicos, dejados completamente de la mano de dios durante meses. Además, ni siquiera te queda la posibilidad de pegar el palo a una gasolinera, rollo vintage, ahora todo el mundo paga con tarjeta y, como no te lleves las barras de pan y los Tigretones, no hay mucho más que rascar [risas].
Aunque está siendo muy difícil, hay que pensar en lo que siempre decíamos con Dani cuando aparecían dificultades: “Todo lo que hemos hecho ha sido difícil, ya saldremos de esta como las otras veces”. Igual que Quincy Jones tenía un letrero en la puerta que decía “Leave your ego at the door”, quizás nosotros deberíamos colgar uno que dijera “Aprieta el culo y p’alante” [risas]. No nos queda otra, Lluis Torner, un actor amigo de mis padres, cuando algún compañero suyo se quejaba siempre les decía “¿Has querido ser cómico? Pues jódete”. Estos curros siempre han sido así, por eso, como nos dijo Joe Bataan, “Hay mucha gente que toca bien, pero muy poca que esté hecha para este negocio”.
Me imagino que ya estaréis con ganas de presentar los nuevos temas, ¿Cómo os planteáis la presentación del disco en directo?
Claro que hay ganas, pero las presentaciones no serán inmediatas, no las queremos hacer con la gente sentada, con aforos reducidos y sin barras. Queremos que bailen, se emborrachen y se olviden de toda esta mierda. Serán en el primer trimestre del año que viene, si no hay una nueva variante, un meteorito o una guerra nuclear. Además hay una sorpresa ligada al nuevo disco que ya revelaremos a su debido tiempo. Mientras tanto compraos el disco, que ha quedado muy majo e id lustrando vuestros zapatos de baile. ¡Nos vemos pronto!
Texto: Sergio Iglesias
