Campeón del Hammond B-3, ese añejo mobiliario de fluidas y sedosas resonancias, Lonnie Smith entrega una sabrosísima, rutilante colección de seis temas grabados en vivo en el club neoyorquino Jazz Standards, el día que el célebre organista cumplía los 75, producidos por el capo del sello, el diestro Don Was. En trío —Jonathan Kresiberg (guitarra) y Jonathan Blake (batería)— o septeto con sección de vientos, el efecto es tonificante y de elegantísima naturalidad.
Mantos ondulantes y precisión rítmica, música de fondo que no se rinde a la insustancialidad, de trazo fino y emoción sabiamente contenida. Entre las composiciones propias destaca la cantada por Alicia Olatuja, «Pilgrimage», que desemboca en guiño a Thelonious Monk, la fibrosa versión de «Epistrophy». El anzuelo mediático lo pone Iggy Pop, que siempre resulta más agradable en modo crooner que cuando anuncia ropa interior femenina vistiéndola, estarás de acuerdo. Ronronea el mojamas en la inicial «Why Can’t We Live Together», y despide intrépido el programa con «Sunshine Superman» de Donovan. Polos opuestos sesenteros unidos por el buen doctor.
Texto: Ignacio Juliá