Artículos

Blues en la encrucijada: Buffalo Nichols, definiéndose en unos cuantos esbozos

Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.

 

Que un disco de blues sea escogido como disco del mes en una revista como Uncut no es habitual. Pero eso es lo que ha conseguido Buffalo Nichols con su disco de título homónimo. Un nueve sobre diez le otorgan en el número de noviembre de la prestigiosa publicación inglesa a un álbum que se publicaba el pasado mes de octubre de la mano de Fat Possum.

 

Nacido en Houston (Texas),  aunque criado en Milwaukee, tuvo una infancia difícil. Fue un niño incomprendido, básicamente porque mientras sus amigos jugaban en la calle, él prefería escuchar los discos de la colección de blues que tenía en su familia. Eso sí, como tantos otros, su primer contacto con el público lo tendría cantando en la Iglesia local. Aunque aquello no era suficiente para él. Entendiendo que debe salir a conocer mundo para mejorar su concepción de la música, coge las maletas y se larga a Ucrania, a la que seguirá Alemania. Allí se curte en garitos de jazz, subiendo al escenario detrás de tríos instrumentales para, de forma desnuda, ofrecer sus canciones al estilo de los viejos bluesman.

 

Así llega a Fat Possum, y con sus maquetas convence a la compañía para hacer el primer fichaje de un músico de blues en 20 años ¡y eso que son de Mississippi! Pero es que Nichols se ha marcado un debut tremendo. Situado como gran esperanza de la música negra de raíces junto a Tré Burt y Amythyst Kiah, no tiene problemas en enfrentarse a los problemas que ocasiona el color de su piel y cantar sin rubor que “cuando mi abuelo era joven, tuvo que callarse / porque te colgaban de un puente en el centro / ahora lo dicen mantente firme”. No se esconde, e insiste, “es difícil escribir una canción, mientras la gente es asesinada cada día”. Y apunta con arma cargada, “solo dos tipos de personas vienen aquí después de las 3 / policías o delincuentes, y son lo mismo para mí”. Casi nada.  Letras comprometidísimas en un disco de mucho más trabajo musical que el que podría aparentar su sencillo planteamiento instrumental. Un tipo que construye una obra maestra con simples esbozos ¿Cómo llaman a eso?

“Muchas de las canciones de este disco son demos. En el proceso de escribir canciones, no puedes ser muy exigente. Este es al menos mi sistema. Trato de dejar que las canciones salgan, y luego las juzgaré después de que hayan sido escritas porque si piensas con demasiada dureza sobre cómo te sientes al respecto y si es bueno o no, creo que te equivocas. Así que algunas de estas canciones simplemente no son versiones completamente pensadas. Tal vez sea una versión más real de mí mismo, no lo sé, pero creo que no es la imagen completa, sino el borrador de quién soy, que suele ser lo que se obtiene en la primera impresión. No puedes pensar demasiado en todo lo que vas a decir. Lo que sea que termines soltando en el momento, eso es lo que le queda a la gente. Creo que eso es lo que hice” (Declaraciones para la revista Americana Highways)

 

 

Eduardo Izquierdo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda