Encuentros

Big Sur, «un lugar en el que estar tranquilo»

 

Habrá que estar atentos, ya que la banda de Lleida anuncia el próximo estreno de su tercer sencillo, adelanto del álbum que presentarán los próximos meses. Hablamos con Neil Roma para que nos cuente las interioridades de un proyecto que crece a pasos agigantados…

 

Muy interesantes, las primeras grabaciones que circulan de Big Sur. Una mezcolanza de sonidos e influencias llevadas a un terreno muy personal… ¿Buscas principalmente unir tradición y pasado con el presente más actual? Se perciben influencias clásicas y búsqueda de sonoridad contemporánea…

¡Muchísimas gracias! La verdad es que es una pregunta fácil y compleja a la vez de responder… fácil porque efectivamente el abanico de referencias que de una forma u otra nos inspiran y nos han formado como músicos son una línea entre pasado y presente, pero compleja porque realmente no creo que seamos muy conscientes de sobre qué referencias trabajamos a la hora de hacer canciones y tocarlas. Hacemos lo que nos gusta y nos surge de una forma bastante natural, sin forzar nada demasiado, pero obviamente todo lo que hacemos nace de un imaginario musical formado por aquello que escuchamos.

Yo personalmente crecí con los clásicos y en mis primeras bandas toqué rock y música americana al puro estilo Stones, Black Crowes o la Allman Brothers Band y tuve como mis máximos exponentes en el songwriting a artistas como Tom Petty o Neil Young. Pero nunca me ha gustado cerrarme a nada y de ahí pasé a escuchar absolutamente todo lo que me interesa tratando de tener el mínimo de prejuicios posibles y me convertí en un entusiasta de bandas más actuales como The National, Sufjan Stevens, The Strokes o Bon Iver, así que de alguna forma nuestras canciones son fruto de haber escuchado artistas que van desde The Band a Tyler, The Creator. A la hora de trabajar y producir las canciones sí pensamos un poco en cómo reflejar la esencia del proyecto, que se concibió en casa sin ninguna pretensión de nada en absoluto, y utilizamos un montón de instrumentos y sonidos acústicos, pero también nos gusta mezclar eso con texturas algo más procesadas de efectos y electrónica siempre que sea algo que interpretamos y con lo que jugamos de una forma orgánica.

Defiendes la idea de un Big Sur creado junto a otros músicos, no como proyecto únicamente personal. Pero parece claro que eres el fundador del grupo, y que llevas las riendas del mismo. ¿Puedes resumir cómo empezó todo, y su evolución durante el tiempo en activo de Big Sur?

Para mí Big Sur no fue nunca un proyecto personal a pesar de que naciera en mi casa. De hecho, tengo muchísima más afinidad con el concepto de banda que el de artista solista (sin ningún tipo de problema con este último claro), seguramente porque aprendí a tocar sobretodo con amigos en bandas y locales y me encanta compartir la música con gente a la que aprecio, respeto y admiro mucho personal y musicalmente. He tenido épocas de todo porque las bandas a menudo son difíciles (como cualquier grupo de gente) y Big Sur nació precisamente en un momento de break en el que solo tocaba de sideman en grupos de otros artistas y no trabajaba en ningún proyecto personal. De ahí empecé a grabar y trabajar en casa algunas canciones que había estado guardando porque no encajaban en proyectos anteriores y me gustó, así que me puse a escribir cosas de nuevo y de eso salieron todas las canciones del primer disco de Big Sur.

Es cierto que durante algunos meses trabajé de forma totalmente independiente, pero me costó poco empezar a sumar gente. Ha sido un proceso, como todo, pero ahora Big Sur está en un punto que me encanta como proyecto porque lo entendemos como un colectivo en el que todo el mundo que participa es igual de importante y define el resultado, creando algo que es casi independiente a nosotros como músicos porque nace de todos. Y en realidad no es nada nuevo, bandas como Wilco también se construyen sobre las canciones de alguien en particular pero se convierten en lo que son gracias a muchos músicos buenísimos. Creo que basamos totalmente las relaciones musicales de trabajo en el proyecto en un respeto absoluto por todos, nadie pisa el lugar de nadie y todo el mundo aporta en beneficio de las canciones. Por tanto, aunque el proyecto se asienta sobre canciones que escribí yo (y ahora mismo seamos Cristina y yo quienes trabajamos más activamente en la gestión de la banda), me gusta que Big Sur se entienda como algo más que eso y sea un colectivo en el que unos cuantos músicos amigos hacemos la música que nos gusta.

 

Efectivamente, Cristina tiene un papel fundamental…

Cristina es parte totalmente imprescindible de lo que estamos haciendo, tenerla en el equipo es una maravilla absoluta y una suerte. Tiene una inmensidad de música en la cabeza y es una de las personas más creativas y libres de prejuicios que conozco y por ello nos aporta muchísimo y nos hace crecer. Desde que empezó a trabajar en Big Sur ha hecho que evolucione muchísimo el proyecto y lo ha convertido en algo más interesante. Ella es compositora y además de música para audiovisuales ha hecho mucha música contemporánea. Siempre digo que no le tiene miedo ni al ruido y eso nos ayuda mucho. Además actualmente estamos los dos llevando casi toda la gestión del proyecto (que no es poca) y en ese sentido es una suerte doble, porque además de tremendamente profesional e implicada tiene una templanza, un saber hacer y un equilibrio que yo creo que a mí se me escapan muchísimo muy a menudo.

 ¿Y la elección del nombre, a qué se debió?

La verdad es que no tiene una gran historia detrás de esas con épica y misterio sino que salió de una forma muy natural y sencilla. Cuando estaba escribiendo y trabajando en las primeras canciones del proyecto grabé la demo de un tema en casa al que llamé Big Sur. En ese momento me gustaba poner títulos a las canciones que no fueran muy obvios para que dieran pie a múltiples interpretaciones, pero a la vez pudieran (al menos para mí) crear una imagen mental del escenario afectivo sobre el que se construía la canción. Así que jugaba con conceptos, lugares y estados para dar nombre a las canciones, y entre eso titulé a una Big Sur.

Luego más adelante cuando empezamos a pensar en todo esto como un proyecto, ese título me pareció perfecto como nombre de la banda porque me creaba la imagen mental de un lugar en el que estar tranquilo/a y en paz en medio de una zona con grandes ciudades y movimiento como es California. De alguna forma las canciones me sonaban ahí, por este motivo lo adoptamos y renombramos la canción que nos había dado ese título (que por cierto está en el disco…).

Tengo entendido que eres un músico autodidacta. ¿Cómo empezaste a tocar la guitarra, qué te empujó a ello?

Bueno, eso no es del todo cierto. Es verdad que no seguí una educación musical para nada reglada en un principio y empecé a tocar en casa y con amigos, pero hice bastantes clases de música y, de hecho, me gradué hace apenas un año de la titulación superior de música moderna y jazz tras cuatro años intensos de carrera. Creo que empecé a tocar la guitarra porque mi padre es músico y había instrumentos en casa, así que era algo así como un juguete. Me gustaba mucho lo que oía en los discos que sonaban en el comedor y casi siempre que podía acompañaba a mi padre al estudio de grabación y a los conciertos. Siempre digo que de él aprendí y sigo aprendiendo todo lo más importante de la música, que no son notas ni escalas sino el sonido y la forma de entenderla y vivirla. De ahí empecé a tocar mucho lo que me gustaba, en la adolescencia era algo casi obsesivo y me tiraba las tardes tocando como un loco. Empecé a ir a algunas clases a los once o doce años después de algunos intentos intermitentes y tuve la suerte de tener muy buenos profesores que me aguantaron con una paciencia tremenda.

Si te digo la verdad, yo lo que es estudiar no estudiaba nada, pero eso sí, tocaba ue estacomo un loco a todas horas y no dejaba de buscar nueva música que probar y tocar. Al final con dieciséis o diecisiete años empecé a centrarme y a estudiar más para acceder a los estudios superiores de música y a los dieciocho empecé el grado de música moderna y jazz.

¿Principales influencias que te han marcado?

Va, me mojo. Le digo a todo el mundo que mi guitarrista favorito es Keith Richards, aunque también me encanta como tocan Nels Cline, Derek Trucks o Mike Campbell entre muchos otros y la mejor guitarra que he escuchado sonar en mi vida fue la de Neil Young en directo, una locura total. Me encantan los clásicos de la música americana y británica y creo que Tom Petty, los Rolling Stones y Ryan Adams me enseñaron muchísima música. Llevo muy marcados el disco Lifeline de Ben Harper and the Innocent Criminals, el Yankee Hotel Foxtrot de Wilco y el Inside In Inside Out de The Kooks. Me voló la cabeza el primer tema del primer disco de Arctic Monkeys cuando aún era un niño y The Libertines y The Strokes fueron mis dos enormes influencias en la adolescencia. Soy un fan absoluto de lo que hace Justin Vernon con Bon Iver, los discos de The National, Sufjan Stevens y en general toda la gente que está involucrada en el colectivo de People. Ahora mismo Phoebe Bridgers, Adam Melchor y Cassandra Jenkins me tienen el corazón robado. Beck es uno de los artistas que más me interesan, llevo una semana escuchando como loco Sticky Fingers y no me cabe aquí todo lo que me gusta y me ha marcado.

Vivimos tiempos en los que, por diversos motivos, la mejor forma de dar a conocer tu trabajo es ir publicando temas en formato single. Big Sur ya ha publicado uno como adelanto de vuestro primer trabajo largo y en breve presentaréis otro. ¿Qué puedes contarnos de esas dos canciones?

Ciertamente, publicamos el primer single del disco (que además era el primero de la banda) “133” el pasado 28 de mayo y “Auckland” el 02 de julio, ahora en septiembre presentaremos otro y a finales de año el disco entero. La primera canción que lanzamos puedo decirte que no era para nada la que yo esperaba sacar como single, pero al final yo soy muy malo escogiendo este tipo de cosas y decidimos preguntar a amigos y familia que habían escuchado el disco, y salió esta ganadora. Ahora la verdad es que estoy muy contento de haberla publicado como primer single, es una canción sencilla, pausada y sin pretensiones en la que se habla de la importancia de vivir el presente solo como lo que es, presente, independientemente del pasado o el futuro.

Creo que uno de mis muchos defectos es que paso demasiado tiempo mirando a todas partes menos al lugar en el que me encuentro en ese momento y es algo que estoy tratando de corregir, así que creo que esa canción era una forma de decirme “oye, ¿qué más dará lo que pasé luego? Ahora estamos aquí, ¿no? Pues hay que disfrutarlo y vivirlo, ayer y mañana no pintan nada”. Me encanta la batería de esa canción y estoy especialmente orgulloso del sonido que conseguimos porque no es un tema fácil, hay muy pocos instrumentos y con arreglos muy mínimos que dejan mucho espacio y aire, con lo que se escucha todo. El segundo single, “Auckland”, es la canción que yo de verdad pensaba que saldría la primera. Es el tema con el que empieza el disco y para mí es muy importante porque creo que de alguna forma nos abrió la puerta al sonido de nuestro primer álbum y nos marcó un camino.

Además, seguramente es la canción más optimista de todo el conjunto y me da una sensación muy agradable. Es un tema que habla sobre la necesidad de la autocrítica, de ver que muchos de los problemas con los que lidiamos tienen su origen en nosotros/as mismos/as y hay que aprender a convivir con esos fantasmas en lugar de verlos como algo ajeno sobre lo que no tenemos el control. Yo personalmente muchas veces he visto en marcharme una solución a todos mis problemas, y puede que haya cosas que mejoren con los cambios (sin ninguna duda), pero luego cuando lo pienso más me doy cuenta que en realidad vaya donde vaya seguiré cargando conmigo los conflictos y las contradicciones personales. Así que es una canción sobre la importancia de aprender a convivir con uno/a mismo/a y a la que le tengo especial cariño.

¿Y del álbum completo? Proceso de grabación, músicos que participan, descripción de los temas que incluye…

El disco lo grabamos entero entre noviembre y diciembre de 2020 en Crazy House, luego lo mezclamos entre diciembre de 2020 y enero de 2021 también en Crazy House y finalmente lo masterizamos en CatMastering en febrero de 2021. Las canciones las grabamos entre Danko Compta, Quim Ramón, Cristina Barceló, Xavi Roma y yo, y hice la producción yo mismo entre mi casa y el estudio. Danko construyó unas baterías geniales sobre unas ideas muy precarias que yo le había enviado y mejoró muchísimo el disco. Es un gran batería y amigo y siempre que puedo trabajo con él porque, además de lo que toca, me encanta el sonido que le saca al instrumento, te da tomas muy buenas con las que puedes hacer lo que quieras. A veces tienes que esforzarte para encontrar un tipo de ecualización, compresión y todo eso en la mezcla para que el instrumento funcione, pero con él funciona casi todo lo que pruebes sobre sus grabaciones y eso te da mucho juego a la hora de trabajar el sonido del disco. Luego Quim creó casi desde cero y grabó los bajos del disco y con él me pasa un poco como con Danko, no solo es lo que toca sino cómo lo toca.

Me encanta el sonido que le saca al bajo y todo lo que hace, por sencillo o complejo que sea, tiene cuerpo y textura, lo cual va genial para una música como la que hacemos. Cristina grabó los teclados, pianos y coros y creo que tiene un gusto enorme a la hora de tomar decisiones sobre los arreglos y añadir o quitar ciertas notas. Finalmente yo grabé las guitarras y las voces. Lo grabó y mezcló todo Xavi y le metió una infinidad de horas y cariño para conseguir una mezcla y un sonido que nos encanta y del que estamos muy orgullosos. Hizo crecer mucho las canciones y creo que consiguió que sonaran bonitas y con personalidad, captando totalmente la esencia. Luego lo masterizó Juanjo Muñoz en su estudio en Manresa y le dio el acabado final a todo el proceso. En total son diez temas los que componen el disco y, aunque creo que hay una línea coherente que los une, cada uno tiene sus matices y es único a su modo. En el disco hay desde temas más conservadores o fáciles a primera escucha hasta temas más arriesgados y menos convencionales (estos últimos me gustan especialmente a mí…). En general amigos y familia nos han dicho que es un disco que hay que escuchar unas cuantas veces para ir entrando en él y cogerle cariño, esperamos que sea verdad…

Vuestro cuartel general está en Lleida. ¿Cómo está la escena ilerdense? ¿Existe un núcleo de artistas con los que compartir experiencias e iniciativas?

Bueno, grabamos en Lleida que es mi ciudad nativa pero la mayoría de nosotros vivimos hace años en Barcelona y alrededores, así que en realidad estamos bastante desconectados de la escena musical de Lleida. De todos modos, la sigo habitualmente y me ilusiona muchísimo porque hay gente haciendo cosas súper interesantes y está saliendo muy buena música. Me da la sensación de que es algo bastante generalizado porque a nivel nacional hay una evolución musical alucinante los últimos años y está creciendo muchísimo el panorama con bandas muy diversas que corren muchos riesgos en una labor extremadamente creativa. De todos modos, que en Lleida esté saliendo tanta música de calidad es muy bonito y a mí me emociona porque hay gente con mucho talento a la que se está teniendo cada vez más en consideración. También veo mucho compañerismo y hay un núcleo bastante unido, aunque como te digo hace años que no vivo ahí y, aunque tengo amigos músicos en proyectos establecidos en Lleida, yo lo vivo más como fan externo.

 

Texto: Alfred Crespo

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