Echábamos de menos a los madrileños. Muy lejos queda su primer álbum, Goatman Says Everything’s OK, puesto en circulación en el ya casi olvidado 2012. No cabe duda de que se han tomado con calma este segundo paso, muchas son las circunstancias que han dilatado tanto el proceso pero lo realmente importante es que ya tenemos material fresco que llevarnos a las orejas. Canciones que siguen transitando por polvorientas carreteras secundarias y sofocantes fronteras, composiciones que se mueven con rotundidad y encuentran su camino a través de crujiente tensión eléctrica y un seductor tinte crepuscular. Medios tiempos áridos que reflejan su particular visión del rock norteamericano, no hace falta citar a sus referentes, la simple escucha de estos ocho nuevos temas, pocos se me antojan para tan larga espera, constatan que les sobra personalidad y mano izquierda para componer y que es una verdadera lástima que nos brinden su material a cuentagotas. Ojalá no nos hagan esperar tanto para el próximo disco.
MANEL CELEIRO