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Blues en la encrucijada: ¿qué narices es eso del boogie rock?

Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.

 

Existen dos géneros a los que llamamos boogie. El primero tiene su origen en el piano booggie-woogie, del que bebieron los guitarristas de country de los años 30, los grandes del jazz, los adelantados a su tiempo, como Louis Jordan, y los padres del blues eléctrico. Es un estilo fácil de adaptar a cualquier instrumento, incluida la armónica. Del booggie-woogie brotan los ritmos, tempos, líneas de bajo y punteos que moldearon el blues clásico y, más tarde, se fueron repartiendo entre varios intérpretes, en tríos, cuartetos, etc… No solo eso, contiene la fórmula del éxito que cristalizó comercialmente en los años 50 entre los J&M Recording Studio de New Orleans, Luisiana, los Modern Records de Jackson, Mississippi, los Sun Records de Memphis, Tennessee, y los Chess Recrods de Chicago, Illinois. El otro boogie es el que legó al mundo John Lee Hooker. En mi opinión, John Lee es el único bluesman al que se puede considerar padre de un estilo casi en exclusiva. El estilo monocorde y oscuro de Hooker, casi hipnótico, no tiene una tradición grabada de la que tirar. Tampoco se sabe nada de él antes de su etapa como artista discográfico, no aparece en ninguna crónica o testimonio de los tiempos en que vivía en Clarksdale, Mississippi, en donde nació y creció. John Lee Hooker American blues guitarist - en reproducción impresa o copia  al óleo sobre lienzo.Él siempre citó a su padrastro, William More, como maestro, sin embargo, no se conservan grabaciones de Moore. Es cierto que se puede trazar cierto paralelismo entre su estilo y el de algunos artistas de Shreveport, Luisiana, ciudad natal de Moore, como Country Jim Bledsoe y Clarence London. En mi opinión la principal influencia que pudo tener es el “Cottonfield Blues” de Garfield Akers y Mississippi Joe Callicott, que es una versión de Henry Thomas, pero pudo no ser así ya que John Lee era hijo del Reverendo Hooker, un hombre estricto y temeroso de dios que tenía prohibido el blues en su casa. Lo cierto es que lo único que sabemos de Hooker es lo que él mismo ha contado, no existe documentación alguna para corroborar nada. Por mucho que investigues, no hay ningún registro de alguien tocando como John Lee Hooker antes de que él apareciese en escena, cuando se mudó a Detroit en la década de los 40. Fue en ese momento cuando empezó a compaginar los trabajos en fábricas con ir de garito en garito pidiendo que le dejasen actuar. Logró hacerse un nombre e incluso a vivir exclusivamente de la música. Bernie Besman, propietario de una tienda de discos en cuya trastienda tenía un estudio de grabación rudimentario, le propuso grabar. Besman le instó a que lo hiciera en solitario, ya que el trío que solía acompañarle incluía piano y batería, por lo que Hooker cedía el protagonismo rítmico a sus compañeros. Besman también tuvo la idea de sonorizar el pie, con el que marcaba el ritmo. El resultado fue “Boogie Chillen’”, que originalmente se titulaba “Boogie Woogie”. El corte acabó publicándose en Modern Records en 1948 o 1949. Llegó al primer puesto de la lista de discos racializados de Billboard. No hay datos concretos de ventas pero oscilan entre cientos de miles y un millón de discos. El resto, es historia. La influencia de Hooker en Estados Unidos e Inglaterra es inconmensurable. La verdad es que Status Quo son un buen ejemplo de chavales británicos influenciados directamente por la música que se hacía al otro lado del atlántico mientras ellos crecían, suponen un reflejo de lo que sucedía en la la Inglaterra de principios de los 60 tan valioso como los Rolling Stones o Cream.

 

La verdad es que lo primero que me viene a la cabeza cuando alguien dice boogie es el “Pinetop’s Boogie Woogie”, primer registro sonoro de boogie-woogie grabado por Clarence ‘Pintop’ Smith en 1928. Aunque Clarence se ha ganado el honor de ser considerado su fundador, no lo fue. Es cierto que su influencia fue enorme, lo suficiente como para que haya unos cuantos genios de las teclas que adoptaron ‘Pintop’ como apodo en honor a él. Sin embargo, tomó prestada su pieza de Anderson Meade Lux Lewis y su “Honky Tonk Train Blues”. En cualquier caso, no podemos otorgar la paternidad exclusiva a ninguno de los dos. Era una forma de interpretar música de baile estándar en aquel momento, otros muchos, como Albert Ammons, Jimmy Yancey o Pete Johnson, eran también maestros del estilo en aquel momento.

 

¿En qué pienso yo cuando me preguntan por el boogie? En el “Lookin’ Good” de Magic Sam. Siendo honesto, no es lo primero que me viene a la cabeza, pero sí lo que más me gusta. Además se trata de una reelaboración del “Feelin’ Good” de Junior Parker, en el que tocan Matt Murphy y Pat Hare, que junto a Parker son los precursores en la sombra del rockabilly, pero esa es otra historia. Si tuviera que elegir una canción para definir lo que es el boogie rock, sería el “Lookin’ Good”.

 

 

También me interesa mucho la etimología de los términos que se asocian directamente al blues. El profesor Robert Farris Thompson, de la Universidad de Yale, encuentra su origen en el Congo, en donde llaman mbugi al diablo; en las lenguas bantúes, más de medio millar extendidas por el sur de África, manejan el concepto mbuki mvuki, que hace referencia a danzar de forma salvaje; en jausa y mandingo, dos de las lenguas más usadas en el áfrica subsahariana y asiática, existen las expresiones boog y booga, que significan ‘golpear tambores’; y en los territorios del oeste del continente bogi quiere decir ‘bailar’. En conclusión, boogie es el término afroestadounidense para ‘muévete al ritmo de mi ritual ceremonial rítmico’, por parafrasear al Dr Emmett Brown. Hoy lo asociamos al rock porque el término se adoptó como parte de la nomenclatura del género madre de toda esta historia: el piano boogie-woogie. Surgido a mediados del siglo XIX, evolucionó a partir de los espirituales para convertirse principalmente en blues instrumental acelerado, normalmente de ocho compases o doce. De ahí que para nosotros boogie implique rock and roll.

Dolphin Riot

 

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