Encuentros

Los Punsetes, el otro punk

 

Tras una prolongada carrera de casi dos décadas, los de Madrid, una de las bandas con más personalidad del subsuelo patrio, se vuelven a animar con el formato EP que les vio nacer. El nuevo trabajo, de título Todo El Mundo Quiere Hacerte Daño (Sonido Muchacho), contiene tres canciones que sirven para hacer alguna probatura, sin hipotecar su imperturbable personalidad. Hablamos con Jorge García (guitarra) y Ariadna Paniagua (voz) sobre su reciente publicación, aprovechando la ocasión para, por qué no, echar también la vista atrás y curiosear respecto a su sonido, sus canciones y su vocación hater.

 

¿Por qué os ha dado por el formato corto después de tanto tiempo fieles al formato elepé?

Ariadna: Estaba la situación un poco rara y Luis (bajista, también en el sello Sonido Muchacho) tuvo la idea de dejar la grabación de un nuevo disco ya para finales de este año, pero publicando algo antes. Y como, durante todo el periodo de pandemia, hemos estado haciendo canciones, ya que tampoco se podía hacer mucho más, pues grabamos el EP.

Jorge: Quisimos sacar algo para compensar el momento «vacío» que ha habido y de paso romper un poco el ritmo que llevábamos de publicación entre discos.

Escuchando la letra de la primera canción, «Todo el mundo quiere hacerte daño», acaba uno preguntándose si nos hemos vueltos demasiado conspiranoicos…

J: Hombre, eso depende de aquién se lo preguntes. Si se lo preguntas a un conspiranocio, dirá: «¿qué cojones?». El otro día había un tío en Twitter que decía: «qué guay Los Punsetes, que por lo menos nos han entendido» y era como,  ¡no te has enterado de nada!

La canción tiene una velocidad casi «core», es bastante rápida…

 J: Tenemos otras con una velocidad parecida, pero en este caso le dimos unas cuantas vueltas, hasta que dimos con el ritmo.

A: Recuerdo que al principio no le gustaba mucho a Luis esta canción.

J: Pero probando, la llevamos hacía otro lado.

A: Hay que probar cosas.

Con «Shiseido» tengo dudas. ¿En la letra desdramatizáis el envejecimiento?, ¿o al contrario?

A: Yo creo que desdramatizamos. Yo, personalmente, cuando he llegado a cierta edad, sí que me he planteado, por ejemplo, que así, como determinado tipo de gente mayor, no quiero ser. Pero esto me ha pasado recientemente, a los 20 años no me planteaba estas cuestiones.

J: Y no es que nos riamos de nada, es que la canción plantea qué tipo de viejo vas a ser.

A: Se describen varios tipos de viejos y tú, donde quieras encasillarte.

En cuanto a «Imagina Ser Una Piedra», esa canción sí que me parece muy distinta a cualquier cosa que hayáis hecho antes. Me parece una canción más experimental.

J: Tiene el toque medio reggae. Cuando la empezamos en el local era una canción lenta, de guitarras, más normal, pero no nos terminaba de molar mucho. Lo hablamos con Harto (productor) y nos propuso hacer algunos cambios. De todos modos a mí tampoco me parece tan rara la canción. Quizás sí en cuanto al ambiente, tan vacío de ritmo.

A: Además la voz se armonizó tres veces, que no es habitual.

Y tiene efectos, ¿verdad? Delay y algo más…

A: Sí, eso surgió en el estudio. Además está cantada más suave. Normalmente canto sacando más chorro de voz, pero aquí parece que la canción lo pedía.

En vuestra carrera ha sido habitual que centréis mucho el discurso, el universo lírico, en base a fobias y prejuicios, de manera más o menos exagerada o literal, pero siempre con ese trasfondo. Espacio para las filias, como que no, ¿verdad?

J: Siempre hablamos de lo que no nos gusta.

A: Supongo que también puede ser una forma de desahogarte. Yo no escribo las canciones, las escriben Manu (Antonna) y Jorge, pero a mí me inspiraría más, si escribiera canciones, algo que me pone de muy mal humor, que algo que me produce bienestar (risas).

¿Planteais cada disco como una respuesta o contraposición al anterior?, o ¿simplemente reunís una colección de canciones y sale lo que sale?

J: En términos de sonido sí que buscamos esa respuesta. Pero además, en el tercer disco, Una montaña es una montaña, por ejemplo, había paisajes instrumentales largos, y de cara al cuarto Pablo (El Guincho, productor) propuso que buscáramos hacer canciones más cortas y directas. El ¡Viva! (quinto elepé) también sigo un poco en ese plan, pero en el último volvimos a meter más… más devaneos. Entonces, pues sí, un poquito de reacción suele haber.

Por otro lado, algo que observo a lo largo de vuestra discografía es que, el uso de las guitarras, en cuanto a estética sonora, es un poco lo que diferencia más cada disco. El enfoque y experimentación que replanteáis con cada disco, manteniendo una base similar de batería, bajo y voz.

A: Al principio no tenían la pedalera que tienen ahora. Tenían pedales, pero menos.

J: Ha ido cambiando. Al principio quizás tienes menos herramientas, pero van pasando los años y vas incorporando más cosas. Además, claro, vas hablando con gente, con productores y vas conociendo cosas que no sabías que existían, te las quedas, aunque sea sólo una temporada y vas evolucionando tu sonido. Mientras, la base se mantiene similar, sí.

Aunque, precisamente, este nuevo EP es más espacioso en ese sentido, como decíamos.

A: Sí, y hay canciones muy diferentes unas de otras.

Ahora que vuelve a haber un poco de movimiento, ¿cuáles son vuestros planes?

A: Tenemos temas nuevos, pero falta hacer más.

J: A ver si podemos grabar para finales de año y tener disco el año que viene. Ojalá.

 

Texto: Daniel González

Foto: Sergio Albert

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda