Al empoderado aplomo shoegaze de Ellie Rowsell, Joff Oddie y compañía se suma en esta tercera y esperada entrega la meticulosa aportación de Markus Dravs para hacer su magia. El productor de Björk y Arcade Fire, entre otros tantos, se ha sumado a las filas de los de North London esta vez haciendo estallar en mil pedazos unas atmósferas que ya suenan instintivas y orgánicas de por sí. Entre pasajes sintéticos, space-pop y un dream-pop que invita a quebrantar lo terrenal, damos con bocanadas de aire guitarreras y un noise apacible que se acerca divertidamente a la furia por momentos («Play the Greatest Hits») para ponernos de nuevo los pies en la tierra sin salirnos del cosmos. Un caleidoscopio de mil colores este Blue Weekend, a pesar de que ellos insistan en el azul, con el que transportarnos al fin de semana de nuestras vidas —en plan sensual y seductor— desde las playas que nos proponen para abrir y cerrar el disco. Más que olvidada ya la proclama de sus inicios remotos, rompen una lanza a favor de los nuevos tiempos a base de escapismo e intimismo épico y sofisticado. Suenan a futuro, a un futuro dulce y alentador.
SARA MORALES
