Encuentros

Wild Mamas, today Ripollet, tomorrow the world!

Cinco disfrutables y muy potentes temas conforman el EP Monkey in the Kitchen (Sweet Groove Records), nuevo lanzamiento de este cuarteto del extrarradio barcelonés que nos retrotrae a otras épocas, en que las poblaciones industriales alrededor de la capital catalana eran un hervidero de rock’n’roll punzante y disfrutón. Pinchar «Sueño», «Bad Girl» o «Niño Navaja» —grabados en su pueblo pero mezclados por Jorge Explosión en Circo Perrotti— es ponerse a vibrar como un desmadrado chimpancé. Toda una invitación a rescatar tu espíritu rebelde y primitivo. Hablamos con Wild Mamas para que nos cuenten cómo ha sido su trayectoria hasta la fecha.

 

Empezasteis como trío en 2014, pero no publicáis en formato doce pulgadas hasta ahora. ¿Os lo tomabais como un pasatiempo o no ha sido fácil ir avanzando?

Todos los inicios son duros, camarada, ¡y más desde el háztelo-tú-mismo! Empezamos componiendo de cero, desde una formación muy trash, actitud alocada, velocidad, dos guitarras-cantantes y batería. A todas.

Poco a poco fuimos puliendo sonido, aprendiendo y subiendo a nuestro barco a los mejores piratas de la zona. Publicamos un primer EP, Back to the Monkey, en diciembre de 2018, y el single «Ripollet Kapital» en agosto de 2019. Luego llegó el covid… y ahora sale un segundo EP, Monkey in the Kitchen, editado en vinilo de doce pulgadas, sí, de la mano de Sweet Groove Records. Nos costó arrancar, pero ahora andamos armados.

Vuestras querencias estilísticas son el eje mismo del mejor rawk’n’roll: Fifties rockabilly, garage primitivo y punk del 77. ¿Quién os mostró el camino?

Pues seguramente alguien entre Chuck Berry, Little Richard, Sonics, The Who, Ramones, The Clash y Dr. Feelgood. Pero también la calle, nuestros círculos, las relaciones trepidantes, el contacto con lo salvaje y las cosas picantes que tenemos en la nevera.

¿Cómo cambian las cosas para el grupo con aquel primer disco de hace ya cuatro años?

Cambian mucho las cosas cuando te enfrentas a un estudio por vez primera. Tienes que decidir cómo van a quedar las cosas definitivamente, y buscas plasmar tu sonido del local. Es un antes y un después, una prueba de fuego… y si todo sale bien, se crea mucho vínculo como banda, se comparte y se hace el animal. Y ya tienes algo: tu curro ya no está en el aire.

A veces podéis recordar a Tequila o a Parálisis Permanente. ¿Es el rock hispano una influencia elemental?

Pues sí, bandas como Siniestro Total, Nikis, el rock vasco, Enemigos, Doctor Explosión o Wau & Los Arrrghs forman parte de nosotros. Lo de Tequila lo entendemos y mola, y lo de Parálisis no nos lo habían dicho nunca, y por ello os queremos un huevo desde ya.

Pese a su variedad de tonos, Monkey in the Kitchen abunda en flamante power-pop rocanrolero. Las buenas melodías, ¿son siempre imprescindibles?

¡Power-pop rocanrolero, yeah! Las buenas melodías son divertidas y pegadizas, a veces solo hay que alargar el brazo y cogerlas, cuando están volando en el aire. Incluso podríamos decir que las nuestras nos definen y son marca de la casa, pero no son imprescindibles. Hay veces en que priman la intensidad, la urgencia o la rabia.

Es Ripollet, en la periferia barcelonesa, terreno abonado para el rock… ¿o imperan el trap y el reguetón?

Históricamente, Ripollet Kapital… ¡es tierra contestataria llena de roqueros y punks! Aquí nos dinamiza y alberga, desde 1997, la Associació Kanyapollet con sus conciertos y fiestorros siderales. Buena mierda, abono asegurado. Today Ripollet, tomorrow the world!

¿Planes de futuro?

Seguir tocando, seguir grabando, seguir amando, seguir luchando. Nuevo EP en un año, o quizá elepé.

 

Texto: Dr. Rawk

 

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