Bob Dylan, directo en playback ¿nos hemos vuelto locos?

Pues ya está. Bob Dylan celebró el pasado 18 de julio su primer concierto desde 2019. Esa debería ser la noticia porque lo cierto es que ni lo celebró ese día ni fue un concierto. Dylan, en una nueva tomadura de pelo a sus seguidores, y pasándose por el forro lo que había anunciado optó por una película dirigida por Alma Har’el titulada Shadow King, haciendo playback sobre doce de sus canciones pregrabadas. Además, tampoco cumplió con un repertorio anunciado como un Dylan volviendo a sus inicios. Solo hay que ver el track-list para ver que no había ningún tema de su primera etapa, la llamada folk, que era en teoría lo ofertado. Conociendo a nuestro judío favorito no les extrañe acabar viendo Shadow King publicado ya sea en DVD o en disco ¿Seguimos? El público. Todo concierto tiene un público ¿no? Pues en esta ocasión eran actores. Toma ya. Su dylanísima siempre tiene una nueva vuelta de tuerca.

El resultado, por otro lado, es interesante. Algo cercano a un punto medio entre al cine noir y David Lynch, con evidente aroma nocturno. También lo son los nuevos arreglos de canciones como «When I Paint My Masterpiece» o «I’ll Be Your Baby Tonight» que sí, pueden funcionar como ese disco que sospechábamos más arriba. Aunque meter un tema tan menor como «What Was It You Wanted»  de Oh!Mercy (1989) – ¿recuerdan lo de Dylan interpretando sus primeras canciones?- me parece otra dylanada. Ya no hablaremos del poco interés de los músicos, empezando por el propio Dylan en hacer un playback decente. En ocasiones es de vergüenza ajena, la verdad. Ya el rizo acaba de rizarse al enterarme de que el eterno Tony Garnier deja la banda tras ¡32 años junto a Dylan! Si se confirma creo que his Bobness pagará esa decisión en el futuro.

Todo esto, para mí, emborrona cualquier resultado final. Desde luego hubiera preferido que me dijeran lo que iba a encontrarme desde el principio. E insisto que estos temas con esos arreglos en forma de disco podría comprarlo, pero así no Bob. A mí, al menos, ya no me la cuelas. Por muy Bob Dylan que seas.

Eduardo Izquierdo