Encuentros

.Polar, «las redes generan dificultad para distinguirte del resto y mucho trabajo»

Intensos, emocionales, eléctricos se muestran los madrileños en su segundo trabajo en estudio «A lighthouse that wants to be», una colección de canciones desgarradoras y palpitantes que solidifican un criterio y sonido propio.

¿Podéis contarnos un poco de donde surge la banda y cual ha sido el recorrido hasta hoy?

Polar empezó (bajo otro nombre) como surgen casi todas las bandas hoy en día, un grupo de chavales que se juntan para hacer ruido en un local de ensayo y ver dónde va la cosa. Tras varias salidas y entradas de componentes, nos mantenemos Alberto (compositor, cantante y guitarrista) y Álvaro (batería) de la formación original. En 2018 sacamos nuestro primer disco, “Remembering a Dreamless Night”, y después de que se unieran Sergio (bajo) y Dani (guitarra), compusimos y grabamos en Metropol Estudios los 6 temas que componen nuestro último disco, “A lighthouse that wants to be”, que lanzamos en febrero de este año.

Las canciones de “A lighthouse that wants to be” contienen mucha carga emocional, como si una fuerza desgarradora os esté haciendo explotar. ¿Os sentís así en este momento o es una distintivo de vuestro sonido porque en vuestro anterior disco ya aparecen algunas muestras similares?

Es una de las bases de nuestra música. Nos gusta mucho esa mezcla entre una base instrumental contundente y un poco caótica y melodías melancólicas, como complementándose.

La base rítmica de este nuevo EP es sólida y contundente, en una especie de crescendo constante pero a la vez contenidas. Es “Astronauts” se manifiesta mucho esta contención. ¿Os sentís especialmente atraídos a jugar con los cambios de ritmo dentro de un mismo tema?

Nos encanta jugar con los cambios de intensidad para que los temas no resulten monótonos. En este disco se ve muy claro como bien dices.

¿Cómo ha sido grabar estos temas en unas circunstancias tan especiales como la que nos encontramos? ¿hasta qué punto creéis que os ha afectado en la creación?

Fue un poco extraño. Dani fue el último en formar parte de la banda, ensayamos con él la primera vez en marzo de 2020 y a la semana siguiente decretaron el Estado de Alarma. Mucho del trabajo previo de composición y preproducción lo hicimos de forma telemática. Por suerte en mayo pudimos volver al local, y las ganas de trabajar y la ilusión hicieron el resto.

Encuentro que vuestro sonido puede encajar en diversos estilos, porque fusionáis melodías con contundencia eléctrica, entre el punk y el emo, pero también hay pasajes que funcionan muy bien como rock progresivo. ¿De qué lado os sentís más próximos?

En general no nos gusta etiquetarnos. Es un poco como lo vea cada uno, nosotros creemos que nos encontramos más cercanos al emo o post-hardcore pero nos encanta que la gente nos saque otros parecidos en los que no hemos pensado.

¿Qué referencias os acompañan, tanto nacionales como internacionales?

A nivel nacional tenemos que destacar a Catorce y Viva Belgrado. Son dos grupos increíbles que nos abrieron los ojos sobre componer en castellano y sobre la escena que hay en este país. A nivel internacional Thrice ha sido siempre nuestro grupo fetiche, Brand New y Manchester Orchestra nos encantan también. La contundencia rítmica de Citizen, especialmente en el Youth, nos ha guiado también a la hora de decidir cómo queríamos que sonara este disco.

¿Qué sensaciones provoca que una banda se lance al vacío cuando tenemos una escena saturada, pocos medios que realmente hagan caso y una impresión de que nadie puede aportar nada nuevo. Es decir, que los de siempre van a  seguir cortando el bacalao durante unos cuantos años más..

Nosotros nos centramos en hacer lo que nos gusta y en disfrutar con ello. A veces la industria puede parecer un agujero negro, pero para nosotros lo importante es pasarlo bien y llegar al máximo de gente posible.

¿Qué pensáis sobre el funcionamiento de la industria hoy en día y la forma de afrontar un lanzamiento? Dicen que las redes ayudan mucho pero al final parece que todo se tiene que basar ahí y considero que se ha perdido una importante cuestión de intelectualidad por la imperiosa necesidad de ser más ingenioso o cautivador. ¿Cómo lo vivís vosotros?

Las redes son una herramienta muy poderosa, que te facilita la difusión y la accesibilidad, pero eso genera dos problemas, la dificultad de distinguirte del resto de alguna forma y el trabajo constante que conlleva el llevar las redes. Nosotros en particular estamos bastante contentos con la acogida que tuvo el lanzamiento del disco.

“Lux” es la única canción en castellano, ¿cómo surge? Os planteáis seguir en nuestro idioma para que vuestro mensaje pueda llegar a más gente?

Es algo que no dejamos de preguntarnos. L U X fue una especie de experimento, nuestra forma de meter los pies en la orilla, y el recibimiento que ha tenido ha sido espectacular. Quizá antes no nos planteábamos escribir en castellano por la ausencia de influencias y por lo que te expone que todo el mundo pueda entender lo que cantas, pero grupos como Viva Belgrado o Catorce, que escriben letras preciosas en castellano dentro del sonido que a nosotros nos gusta, nos han abierto un poco los ojos en ese aspecto.

Versionasteis a  Radiohead en “Karma Police” , son o han sido una inspiración obviamente si la habéis grabado. Seguís interesados en su música o en sus coetáneos, salvando las diferencias, como The National, Coldplay o Arcade Fire?

Radiohead son una fuente inagotable de inspiración, son unos músicos excepcionales en todos los sentidos. Aunque a nivel de sonido no estemos muy relacionados es uno de nuestros grupos favoritos. También The National, por ejemplo, nos gustan mucho.

 

Texto: Daniel Miralles

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