No todos los días se le presenta al reportero la oportunidad de encontrarse cara a cara con un mito viviente del pop nacional. Agustín Rodríguez Ampudia fue el fundador a principios de los sesenta de Los Ángeles, una de las bandas nacionales que con mas tino recogió las influencias de The Beatles, Bee Gees o The Kinks, manufacturando versiones y temas propios en los que unas preciosas y precisas armonías vocales definieron su personal e intransferible sello personal.
Todos conocemos la historia, truncada por un terrible accidente de tráfico que costó la vida a dos de sus componentes poniendo brusco punto final a su trayectoria. Desde entonces nuestro entrevistado se ha mantenido en contacto con el show bussines, ya sea como directivo discográfico en las horas más pujantes de Hispavox o al frente de negocios siempre relacionados con la música en directo. Hace ya cinco años que volvió a la actividad discográfica bajo el apelativo de El Patriarca, presentando ahora su segundo lanzamiento, Hijos De La Ruina (Los Ángeles Records, 2021), excusa perfecta para mantener una larga y dispersa charla con el artista. Sentados en una terraza de su barrio, El Realejo, Agustín perorata sobre su pasado y presente, mientras saluda al pasar a vecinos y admiradores, y no pocas veces responde a las preguntas arrancándose por soleas o bulerías. Pero ante todo se manifiesta emocionado, como si de un artista debutante se tratase.
Agustín, hace ya algunos años decidiste no usar tu nombre ni el de tu antiguo grupo a nivel artístico, querías de algún modo romper con el pasado
No puedo ni quiero borrar mi pasado, pero creo que estamos en otra etapa de la vida y lo que pretendo ahora es cantar lo que yo siento, descubrirme a mí mismo; nunca se me ocurriría renegar de mis Ángeles, yo fui el motor de aquel proyecto, quien los sacó de Granada, tenía una inquietud de salir de este entorno, no iba a quedarme vendiendo pescado con mi padre en El Realejo
¿Tenía una pescadería tu familia?
Sí, aquí al lado, pero si me metía en el negocio ¿cuál era mi futuro, casarme con una muchacha del barrio e hincharme a tener chiquillos? Entonces engañé al resto de la banda, les dije que teníamos un contrato en Torremolinos, y lo único que teníamos era una prueba para tocar en un local, a ver que salía…
¿Te sientes entonces un patriarca, en el sentido gitano de la palabra de ser alguien a quien se respeta y se consulta?
Esa es la conclusión que he sacado después de que Niños Mutantes, Lori Meyers, 091 y muchos más se acercasen a mí en esa actitud que tu comentas, por lo que el nombre de El Patriarca me venía al pelo, representaba mi sentimiento, mi lugar dentro de la escena musical de Granada
Buscando una frase que defina este nuevo disco que presentas, me vino a la mente «Honestidad brutal», pero desgraciadamente ya estaba cogido por Andrés Calamaro; en todo caso creo que define tus intenciones actuales
OK, eso es, eso, expresar unos sentimientos que han estado ocultos por mucho tiempo, por eso mi primer disco en solitario se llama Poemas Ocultos, hace referencia a esa energía que tienes dentro que ya no te condiciona de ninguna manera más allá de expresar con fuerza lo que piensas. En parte también elegí este nombre para homenajear a los jóvenes músicos granadinos, aún a riesgo de que alguien me confunda con los mantecados de Estepa (risas)… y ahora salgo con Los Hijos de La Ruina, un título con varias vertientes
Esa era precisamente mi siguiente cuestión: me gustaría saber quienes son esos «Hijos De La Ruina»; por cierto no sí has reparado en que has elegido un título que recuerda mucho a un LP mítico de Triana…
Como te acabo de comentar tiene dos vertientes, por un lado la ruina total que sufrimos ahora los músicos, que somos unos auténticos Hijos de La Ruina; por otra parte hace referencia al mural que aparece tras de mí en la portada, donde está retratado El Fugitivo, un indigente que vivía en la calle, siempre estaba en esta plaza (el Campo del Príncipe, NdelA) y los vecinos le ayudábamos, le dábamos una monedas, comida… y una buena mañana apareció muerto. El mural es de Niño de las Pinturas (famoso grafitero granadino) que en una de las esquinas de la obra ha escrito “nada es para siempre”, otra de las ideas que he cogido y transformado en canción, la que abre el disco. El disco está basado en vivencias reales, si una obra no tiene un trasfondo, una historia real detrás no es nada, está vacía. En otro de mis temas canto que todavía tengo algo que decir, que es la manera de expresar mi desacuerdo con el funcionamiento de la industria y todos esos triunfitos que fabrican como si fueran churros, no son interpretes sino muñecos de karaoke que reciben muchísima atención de los medios, mientras que hay grandes artistas que se ningunean por norma, que están en la indigencia.
Hay, en mi opinión, dos claras partes en esta grabación, por un lado los cuatro primeros temas presentan tu faceta más rock en lo musical y casi desesperada en lo lírico; por otra parte los aires flamencos/rumberos de las dos últimas suponen un pequeño resquicio a la esperanza.
Así es, esa era mi intención; si te fijas en el interior del CD viene una foto donde salgo de un plástico, como si saliese de un envoltorio con la guitarra en ristre, un poco para decir aquí estoy yo con mi bagaje, quiero expresar todas mis influencias, mi multiculturalidad, quiero hacer un recorrido sin enquistarme en un estilo que como tu señalas puede verterse en temas más r&r, blues o en ese acervo flamenco y gitano que es propio de esta ciudad. Tengo un proyecto que mezcla el flamenco y el blues más primitivo con mi vecino Pedro de Guadalupe Plata, me ha propuesto que yo improvise sobre las notas de su guitarra, tenemos preparado un tema dedicado al Cristo de los Gitanos del Sacromonte, creo que va a quedar algo grande, un payo como yo cantando al Cristo con la ayuda de un guitarrista blues fuera de serie
Ese sentimiento que mencionas, propio del cante jondo y del blues está muy presente en la producción del disco: has optado por un tratamiento muy natural, casi cristalino de voz e instrumentos, subrayando tu sentimiento desgarrado por encima de cualquier otro matiz
No me gustan las técnicas manipuladoras de los estudios de grabación, ni los ecos, la música ha de tener un sentido natural, y si no lo tiene no vale de nada. Que manejo de mesa de mezclas le vas a meter a una música de sentimiento puro… (se arranca a cantar una seguiriya) Yo voy a mi aire, expreso lo que me sale al momento, espontáneamente, como mis referentes a nivel de interpretes: primero Camarón, que era un cantaor que salía al escenario sin saber la letra que iba a cantar; otro que domina la voz de manera increíble es Miguel Ríos, que por cierto acaba de sacar un disco cojonudo, la autentica reválida de su carrera y luego están los que van detrás de la música, de esos hay muchos, no voy a dar nombres
El amor, los amores y desamores son los temas que ocupan casi la totalidad del disco, ¿es un asunto que te obsesiona?
Quizás si, yo no he sido querido por mucha gente, por ejemplo esa chica que acabo de saludar que es una de mis ex parejas, con la que tuve dos hijos más uno que ella aportó; ahora veo que la gente solo recurre a mí para que la ayude, quizás sea el pago que tengo que tributar por haber sido malo en mi vida…
¿Malo en que sentido?
Jajaja… más que malo disperso en las relaciones, y lógicamente me han pagado con la misma moneda, o sea que no me puedo quejar, me han pagado con la misma moneda con el amor y el desapego, por lo cual es natural que todas esas experiencia aparezcan en el disco
El primer tema, que sorprende por su dureza, se titula <<Nada Es Para Siempre>>, un título e idea muy presente en la grabación; ¿es una reflexión personal o una advertencia para las generaciones más jóvenes?
El paso del tiempo y la vida misma es un boomerang, si haces daños te van a devolver el golpe de alguna manera; tengo la idea que a las personas hay que quererlas por lo que hacen, no por lo que aparentan. Ese tema que comentas tiene un tratamiento muy rudo, por que efectivamente la vida no es para siempre, y la canción es una invitación a exprimir los pocos momentos felices que pasamos sobre la tierra.
Esa ansia por exprimir la vida también está muy presente en <<La Vida>>, si bien musicalmente trasmite cierta angustia…
Este tema y otro que incluí en el anterior disco son pequeños homenajes a los amigos que ya no están presentes, como mi compañero Carlos Álvarez o ese gran músico que fue Jesús Arias (ex TNT): cuando bajé del cementerio después de su entierro llegué a mi casa y en dos minutos le compuse una canción, Jesús era un ser maravilloso, un gran músico y periodista que abocaron a la depresión y a la muerte, cuando lo pusieron de patitas en la calle de un periódico granadino que tu y yo conocemos…
Con la vasta experiencia que acumulas y por tanto perspectiva, piensas que ahora es más fácil o complicado iniciar una carrera musical que cuando Los Ángeles empezasteis?
No sé que decirte, quizás igual, aunque ahora los músicos lo tienen muy difícil con ese intrusismo de las grandes multinacionales que imponen sus lanzamientos en formato Operación Triunfo y tantos otros; toda esa mierda que manejan el de La Trinca y Emilio Aragón, que son los capos de esa infra industria musical, aunque no sé si se puede calificar de musical, más bien entretenimiento basura. Cuando copas todos los espacios haces prácticamente imposibles que las nuevas bandas puedan tocar y rodarse, en nuestro tiempo si te tirabas para adelante te salían cosas, como a nosotros en la Costa del Sol, donde llegamos a tener entre el público a Brian Epstein, que se quedó flipado con las versiones que hacíamos de The Beatles
En todo caso el que busque en este disco ecos de esas maravillosas armonías vocales que eran la seña de identidad de Los Ángeles va a salir escaldado…
Manolo, ni me interesa el pasado ni obviamente el futuro que no puedo predecir; solo me interesa el presente, y mi presente son las canciones incluidas en Hijos De La Ruina.
Texto: Manuel Borrero
