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The Nymphs, la banda grunge/glam que nunca existió

 

Hablar de The Nymphs implica hablar de una de las agrupaciones más injustamente olvidadas y con destacable influencia de fines de los ’80 y principios de los ’90. Liderada por la carismática, iconoclasta y salvaje Inger Lorre como cantante y compositora y oriundos de Los Angeles, California, el grupo se completaba con cuatro integrantes más, Geoff Siegel y Sam Merrick en guitarras, Cliff Jones en bajo y Alex Kirst en batería. Para hablar de los Nymphs, debemos situarnos en la escena underground californiana de finales de los ´80, que era en esa época un hervidero de bandas. Inger poseía una pasado bastante turbulento dentro de la escena de la ciudad, y fue novia y compartió ciertos excesos con Perry Farrell, ex Jane’s Addiction que años después se forró con su invento: el festival Lollapalooza.

The Nymphs eran una banda muy especial, pero no estaban destinados a acatar las exigentes reglas del negocio musical, amén de que contar al frente de sus filas con una personalidad tan provocadora  como la de su vocalista Inger Lorre, tampoco les fue de mucha ayuda. Ella parecía estar destinada a ser una estrella, debido a su particular magnetismo y presencia en escena, parecía vaciar toda su furia contenida en sus caóticas actuaciones, destacándose también como compositora, sobre todo de letras de alto voltaje emocional.

Consiguen fichar para el importante sello Geffen Records, motivado por la atracción que los Nymphs desplegaban en sus shows, y habiendo tomado en consideración del suceso de los Jane´s Adicction, surgidos de la misma escena. En ese momento, todas las cartas parecían jugar a favor de los Nymphs para que pudieran lograr triunfar comercialmente, dado que se encontraban bajo la tutela del mismo poderoso sello que contaba en su nómina a Guns N’ Roses y Nirvana.

Pero la explosiva y desquiciada personalidad de Inger Lorre, sumado a sus coqueteos con las drogas duras, pronto pasó a ser sinónimo de escándalo para la banda.

Las cosas terminaron de salirse de madre, cuando la vocalista, visiblemente intoxicada, durante un show de los Nymphs, protagonizó un controvertido episodio por el que sería rememorada durante años, cuando Inger invitó a su pareja de entonces, Chris Scholosshardt, guitarrista de los under Sea Hags, a subir al escenario y no tuvo mejor idea que realizarle sexo oral enfrente del respetable. A partir de allí, el grupo pasa a integrar la lista negra de los clubs y comienzan a ser un problema para su grabadora, dado que el incidente se transmitió como reguero de pólvora.

 Los Nymphs dejan de dar recitales y deciden encerrarse en el estudio  para grabar su disco debut, pero todo empieza a marchar mal desde el inicio.

Se dice que el sello recibió presiones de la propia Courtney Love, que tenía buenos contactos en la compañía, para boicotear la inminente  salida del debut de los Nymphs, dado que Nirvana estaban a punto de editar su “Nevermind”.

Además, las cosas se complican cuando, durante la grabación de los últimos pasos de su LP debut, Tom Zutaut -productor ejecutivo del disco, y mánager de los Guns N’ Roses- toma la decisión de hacer marchar al ingeniero de sonido, para que éste finalice antes las mezclas del “Use your Illusion” de la banda de Axel Rose, que tenía prioridad absoluta para la compañía por entonces. La banda termina de grabar su álbum debut a fines de 1990, pero la Geffen retrasó su edición un año, esgrimiendo excusas poco sólidas.

Los Nymphs tienen prohibido actuar en vivo hasta que el álbum esté en la calle. Para ese entonces, Nirvana ya han explotado comercialmente, y con ellos el Grunge y toda una serie de bandas que adscribían al “Seattle Sound”.

Varias de las agrupaciones que consiguen el éxito comercial en esa época, estaban notoriamente influenciadas por el sonido del grupo y la actitud y estética de Inger en vivo. Además, Courtney Love tomó buena nota del grupo de Lorre, para plasmarlo en futuras producciones discográficas y shows de su promocionada banda Hole. La posibilidad de ser considerados como pioneros de la escena se ha ido al garete, debido a la decisión tomada por el departamento de marketing de su discográfica.

Finalmente, cansada de esperar, Inger no tiene mejor idea que presentarse en la oficina del director artístico del sello, subirse a su escritorio, y desde allí, orinarlo olímpicamente sobre su escritorio. Fue uno de los incidentes más sonados de la época, y prácticamente determinó el fin de la relación de los Nymphs con su sello grabador. De esta forma poco ortodoxa, consigue que su disco debut (“Nymphs”) se edite a mediados de diciembre de 1991, siendo una gran disco, destacando en un año pletórico de grandes lanzamientos.

El citado trabajo exhibe una jugosa mezcla de Punk, Killer, Noise y Glam Rock, con un clima omnipresente de carácter morboso, ritmos contoneantes y arrastrados, guitarras aulladoras y la sugerente voz de Lorre. Su sonido contiene un pulso sexual y un swing que los conecta directamente con el Glam Rock.

Su amaneramiento vocal queda manifiesto en el tema “Two Cats”, y vemos también la influencia Glam -en este caso de Suzi Quatro-  en, por ejemplo, el track “Supersonic” -que cuenta con la participación vocal de Iggy Pop– y coros masculinos contrastantes. También se destacan la insana “Cold”, la claustrofóbica “Wasting My Days”, así como también la trepidante Punk de “Revolt”, como la potente “Just One Happy Day”.

Ese mismo año aparecen en una escena del film “Bad Influence” (interpretada por los entonces prometedores Rob Lowe y James Spader), interpretando otro track de su LP, la ominosa “The Highway”, tema que relata la atracción que, por aquella época, sentían muchas mujeres jóvenes hacia asesinos seriales encarcelados, como el caso de  Richard Ramírez.

Sus videos de dos temas de su disco, “Sad and Damned”, donde la vocalista aparece masticando gusanos, y el de “Imitating Angels”, comienzan a ser programados en forma asidua por la entonces poderosa MTV. Son tiempos en los que lo políticamente incorrecto “vende”.

Asimismo, se programa una gira a lo largo de Estados Unidos para apoyar el disco, actuando como teloneros de los en boga Soul Asylum. Parecía que todo comenzaba a encaminarse por fin para la agrupación.

Pero Chris Scholosshardt, la citada pareja de Inger en aquellos momentos, fallece de sobredosis de heroína estando ella está de gira, y la vocalista sufre un colapso nervioso, contribuyendo al ya inexorable declive del grupo.

“Finalmente, cansada de esperar, Inger no tiene mejor idea que presentarse en la oficina del director artístico del sello, subirse a su escritorio, y desde allí, orinarlo olímpicamente sobre su escritorio…”

En 1992 editaron un mini LP, “A Practical Guide to Astral Projection”, que incluía algunos temas de su obra debut en versión demo, un track inédito y el cover del “Come and Get it” (“Ven y Tómalo”) de los Power Pop Badfinger, retitulado en forma pícara como “Cum and Get It” (“Acaba y Tómalo”). La placa, de escasa difusión, se convirtió en el epitafio de la banda. Inger fue despedida por sus compañeros de grupo, cansados de su indomable comportamiento, cumpliendo algunos contratos pendientes en forma de cuarteto.

Los restantes miembros nunca lograron recuperarse del todo. Su bajista Cliff Jones, intentó suicidarse, y no volvieron a grabar nada destacable. Su batería, Alex Kirst, falleció en enero de 2011 a causa de un accidente de tránsito, muriendo atropellado por un conductor que se dió a la fuga en una carretera en el desierto de California. Kirst llegó a formar parte de la banda de Iggy Pop, a la cual se unió en el año 2000, llegando a grabar los álbumes “Beat ´Em Up” (2001) y “Skull Ring” (2003), terminando de delinear el malditismo de la banda angelina,

Por su parte, su ex cantante Inger Lorre, luego del colapso de los Nymphs, enojada y cansada de los sinsabores del show business, decide regresar a su New Jersey natal y encerrarse en la casa de sus padres durante años, padeciendo depresiones, entrando a rehabilitación, para finalmente lograr recuperarse.

A fines de los ´90, colabora grabando con su amigo, el músico y vocalista Jeff Buckley (hijo del gran Tim Buckley), pero este muere ahogado en 1997, lo que vuelve a sumir a Inger en otra gran depresión. En 1999, Inger edita su álbum solista “Transcendental Medication”, por un sello independiente y obteniendo buenas críticas.

En la actualidad se dedica a la pintura, actúa en films underground, y lleva varios años anunciando la publicación de su autobiografía.

En 2016, a instancias de Lorre, se produce una reunión de los Nymphs, pero contando solo con la cantante como miembro original, donde se anuncia la grabación de un nuevo disco y tour del grupo, obteniendo cierta repercusión en los medios. Pero todo se limita a unas pocas actuaciones en directo, como su presentación en el famoso Viper Room de Hollywood, California, que queda registrada en el disco en vivo que se edita en 2017, “Live at The Viper Room”, pero que está acreditado a Inger Lorre.

The Nymphs, Eternal Losers…

 

Texto: Augusto de Lázzari

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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