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Fuerza Nueva – Teatro Coliseum (Barcelona)

 

El teatro Coliseum nos recibe entre monumental y decadente, a imagen y semejanza de algunos símbolos patrios que van a ser agitados esa noche. Caperuzas de nazareno inertes en una escena presidida por una España que -¡horror!- se rompe. Focos rojos y neblina. Billy Bragg y Wilco se mean en los fascistas entre coplas, saetas y chotis.

 

Jota afirmaba recientemente en una entrevista en La Vanguardia que este proyecto creado por los Planetas conjuntamente con El Niño de Elche para combatir los sectarismos y las ideas reaccionarias, visto lo visto, es más necesario que nunca.

La banda toma la escena y la intensidad y sentimiento de la voz del Niño de Elche y la contundencia rítmica de Éric Jimenez -una auténtica bestia parda a los parches- comandan la velada. Las guitarras de Jota y Floren, el bajo de Julián y los teclados de Banin generan una atmósfera que oscila entre la espiritualidad y la visceralidad. Los símbolos languidecen y mutan al gusto de estos seis proscritos. Proyecciones del dictador se entremezclan con símbolos religiosos, sanadores del Palmar de Troya e imágenes circenses. Puigdemont, carnets de la CNT y pistolas. Contraluces y humo. Sea el himno de Andalucía, els Segadors o el de La Legión sufren castigo y carga de reflexión en un concierto que no deja indiferente.

J y Niño de Elche

También hay tiempo para un par de canciones de Los Planetas. «Tendrá Que Haber Un Camino» no desentona en el repertorio, pero un majestuoso «Romance de Juan Osuna» con Éric y Banin enfundados de manera tétrica en sus caperuzas remata la velada de manera apoteósica. Si tenemos que buscar un pero, nos faltaron dos de sus recientes creaciones, las que ridiculizan a los negacionistas y señalan a la monarquía. Esperemos que en un futuro podamos disfrutarlas.

No sabemos si este espectáculo mata fascistas como la guitarra de Woody Guthrie, pero si ha conseguido incomodar y remover las consciencias de personajes de una amplia gama del arco ideológico de nuestro país y ha hecho reflexionar a la ciudadanía es que el objetivo que se habían marcado la banda granadina y el gran Francisco Contreras ha sido conseguido.

 

Texto: Rubén García Torras

Fotos: Sergi Fornols

 

 

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