Encuentros

Ricky Gil, insumisión en el skate park

 

 

 

“Infinites Rutes Invisibles” (Chesapik) es el flamante debut en solitario del cantante de Brighton 64, Matamala o Top Models. Cantado íntegramente en catalán, grabado con los todavía injustamente desconocidos Biscuit y producido por Paco Loco, cuenta además con la colaboración de Joana Serrat o Guille Caballero, ex Surfing Sirles. Pocas semanas antes del concierto de presentación en Barcelona, Ricky Gil se prestó a desvelar alguno de sus secretos. 

La primera sensación que se desprende de este disco es de fluidez de ideas, uno diría que es fácil esto de componer e interpretar buenas canciones…

Bueno, ya tengo una edad y muchos años de oficio, hay gente que tiene esa facilidad desde el inicio, y hay a quien le cuesta más… La acumulación de grabaciones, de conciertos, de canciones y de letras compuestas, te da un bagaje que hace que, cuando te embarcas en un nuevo proyecto, las cosas surjan con mayor naturalidad. También se debe al hecho de haber grabado este disco con un grupo como Biscuit, que están en el mismo punto de madurez, tienen la misma edad que yo, etc. Te saltas muchos pasos y muchas dificultades. Te pones a tocar, y la cosa funciona.

¿Cuál era tu estado de ánimo cuando compusiste y grabaste estas canciones?

Aunque algunas ideas vienen de más atrás, ha surgido del confinamiento; se anularon muchos conciertos de promoción del último disco de los Brighton, “Como Debe Ser”, y aquello me hizo pensar mucho, al principio sentí mucha rabia, todo aquel trabajo se había ido un poco al traste… sin embargo, con el paso del tiempo me fui calmando, y al final decidí dar forma a una idea que tenía hacía tiempo, que era un proyecto en solitario, donde todas las canciones fueran mías, y que reflejara las referencias musicales que he ido acumulando a lo largo del tiempo, que quizá se habían manifestado de manera más clara en los discos de Top Models, en mayor medida que con los Brighton; a partir de ahí, de las ganas de hacer algo distinto, fueron surgiendo los temas, y contacté con la banda para empezar a ensayarlos.

Casualmente, tu hermano Albert también está trabajando en su primer disco en solitario.

Sí, creo que se animó al verme a mí trabajando en el mío (risas). Yo soy mucho menos prolífico que Albert, por lo que se refiere a la composición. Cuando él tiene reunidas unas cuantas canciones, nos las enseña al resto de los Brighton y nos ponemos manos a la obra, pero en este caso, la promoción del último de los Brighton se había quedado a medias, él ya volvía a tener temas nuevos, y pensamos que no era el momento de pensar en un nuevo proyecto de Brighton, así que yo empecé a trabajar en mi disco, y él decidió volcar todo ese nuevo material en el suyo, aunque su disco todavía está en la fase de mezclas.

Imagino que la primera canción del disco, “Dues Obres Mestres”, que también aparece al final, en formato eléctrico, alude a tus dos hijos gemelos. ¿Cómo has vivido esa paternidad por partida doble?

Mis hijos ya tienen 8 años, ya han pasado la época de la primera infancia, en la que descubres el mundo, y ahora te das cuenta de que ya son personas, saben muchas cosas, ahora es cuando empiezan a enseñarte más cosas a ti de las que tú les enseñas a ellos; son un niño y una niña, y están muy ilusionados con todo  lo que hacen, van felices a la escuela, tocan instrumentos, se interesan por todo, y todo eso le da mucho sentido a tu vida…

También es una declaración de amor hacia la madre.

“Dolça Temeritat” también es una canción de amor, igualmente personal… la verdad es que desde que tengo hijos, en muchas canciones me refiero a ellos, al componer algunos de los temas de los últimos discos de los Brighton también pensé mucho en ellos, en el futuro que les espera… la pregunta típica es, “¿qué mundo les estamos dejando a nuestros hijos?”, cuando nuestra responsabilidad como padres se reduce a transmitirles unas pautas básicas para que sean buenas personas, y para que en el plano cultural tengan una vida rica. Más allá de eso, poco podemos hacer, el mundo ya es lo bastante difícil, tanto para ellos como para nosotros.

El segundo tema del disco, “En Una Altra Vida”, también desprende paz y serenidad, incluye frases como “Ahora te he encontrado a ti, mi refugio”… luego hay otras canciones más desenfadadas, pero si uno escucha esos dos primeros temas, piensa que está ante un trabajo de madurez, como el “Wild Wood” de Paul Weller…

Aunque el orden de las canciones no es premeditado, es cierto que en esos dos primeros temas coinciden en ese mensaje, de “ahora, por fin, he encontrado la calma”… y de hecho, no puedo negar que es un disco de madurez, ya no estoy en la fase de “Deja De Tocar A Mi Chica”, que es lo que cantaba con los Brighton al principio. Sería absurdo seguir en esa línea. Yo, de hecho, admiro a muchos músicos por sus inicios, pero también por su fase de madurez. Se ha demostrado que muchos artistas, con el bagaje de los años, adquieren un valor que no tenían al inicio.

Luego, en el disco, el tono varía, y te encuentras con temas más enérgicos o desenfadados, como “Encaixes Amb La Descripció” o “Skate Park De Matinada”, que recuerdan más a los temas que has hecho con los Brighton en épocas recientes.

Especialmente “Skate Park De Matinada”, que es seguramente el tema más power pop. Quería ponerme en la piel de dos adolescentes, que viven en su mundo, que se escapan del confinamiento, y que sueñan con un mundo mejor; ahora me cuesta ponerme en su lugar, supongo que cuando mis hijos sean un poco mayores me resultará más fácil; me cuesta porque veo a la gente joven desde una distancia considerable; después de tantos años de sentirte parte de una generación muy protagonista, con los años cada vez te sientes más desplazado; “Encaixes Amb La Descripció” trata de la brutalidad policial, de casos como el de George Floyd. Sales a la calle, y simplemente por las pintas que llevas te pueden matar.

Caso aparte, dentro del capítulo de las letras, es el tema “Insubmissió”, para el que te inspiraste en un poema de la poeta catalana Víctor Català.

Es un poema de 1947; es una escritora que me interesa, que me gusta y que he leído mucho,  pero además, me apetecía salirme un poco de los cánones habituales, el rock es muy endogámico, siempre parte de los mismos referentes; y en este caso se trata de una referencia previa a la existencia del rock, y aunque se escribió en el 47, la letra es muy rockera; es muy individualista, y muy cañera; yo leí un libro de relatos de esta escritora, titulado “Ombrívoles”, y en un momento pensé en darle a cada canción un título de alguno de los relatos; al final descarté la idea, pero encontré este poema, cuyo título me parece muy contemporáneo, recuerda a la época en la que nos insubordinábamos contra el servicio militar. El poema es mucho más largo, yo sólo adapté las primeras dos estrofas.

¿Es la primera vez que grabas un disco íntegramente en catalán?

No, los dos primeros discos con Matamala fueron en catalán. Pero sí que hace muchos años que no lo hacía. Tenía muy claro que el disco iba a ser en catalán porque quería hacer algo unitario. Con los Brighton hemos mezclado el catalán y el castellano, pero no me gusta mucho mezclar idiomas.

Si grabáis un nuevo disco con los Brighton, ¿será también en catalán?

Con los Brighton, el hecho de cantar en castellano es como una marca, aunque hemos evolucionado en algunos momentos, el último single, “Mortadelo y Filemón” es en castellano; tenemos mucho público por toda España, y es importante que los mensajes sean claros.

Pero es significativo que tu primer disco en solitario sea en catalán.

Mi lengua materna es el castellano, el catalán es mi lengua paterna. Somos una familia como tantas otras en Catalunya, donde hablas en una lengua con tu padre y en otra con tu madre; eso ha hecho que siempre hayamos cantado con tanta naturalidad en ambas lenguas. Sin embargo ahora lo que me apetece es experimentar y trabajar en catalán.

Estilísticamente, llama la atención el tono progresivo, en una onda casi Pink Floyd, de temas como “En Una Altra Vida”, que dura más de ocho minutos, o la misma “Insubmissió”. Y puede sorprender, viniendo de alguien como tú, que empezó poco después del punk, en una época en la que se denostaba la música de los 70…

Para mí quizá la referencia más clara sea Neil Young con Crazy Horse, que también cultivaba los temas largos con fragmentos extensos de guitarra… yo las canciones ya las tenía hechas, pero creo que el tipo de sonido ha venido muy determinado por Biscuit,  ellos tienen muchos discos, y muy variados, han hecho canciones cortas y muy cañeras de power pop, pero en el último disco suenan mucho más progresivos, a mí me cuesta el rock progresivo, nunca me ha llamado la atención, de los años 70 siempre me han gustado más los Pretty Things, y por supuesto los Who, pero siempre he tirado más hacia los 60, a grupos más cañeros. Pink Floyd, por ejemplo, nunca me ha gustado especialmente…

¿Y a los Biscuit?

Ellos seguramente los han escuchado más que yo (risas), yo los estoy empezando a apreciar ahora.

¿Y Moody Blues, cuya influencia también he detectado en algún tema?

Los Moddy Blues sí que me gustan mucho. Pero mis referencias principales siguen siendo Neil Young, Dylan, Kinks, Who… y luego algún elemento más punk, que a veces echas de menos en la música que se hace hoy en día. Y no lo digo porque este disco lo sea, porque algunas de las canciones son bastante tranquilas, pero creo que es importante recordar que el punk existió, que hubo esa ruptura con respecto al rock que se había hecho antes. Y muchos de los grupos que escucho hoy en día tienen un sonido demasiado limpio, pulido o sutil…

A propósito de punk, otra influencia que he detectado en temas como “Encaixes Amb La Descripció” o “Ungüent de Serp”es la de Surfing Sirles, o la del Quimi Portet más dadá…

Para mí los Sirles son un grupo muy importante, soy primo segundo de Martí Sales, y él fue una de las primeras personas a quien informé del proyecto de mi disco en solitario; le pareció muy bien que hubiera pensado en Biscuit como banda de acompañamiento, e incluso le pedí que escribiera la letra de “Ungüent de Serp”, pero la acabó haciendo Roger Peláez. Roger tiene un grupo muy punkie que se llama Zombie Pujol, y también es muy buen dibujante de comic. El piano, sin embargo, acabó tocándolo Guille Caballero, que era el teclista de los Sirles, que ahora está en un grupo que se llama Chaqueta de Chándal. Así que la referencia a los Sirles está bien vista, para mí los Sirles fue un grupo fundamental, mezclaron estilos de forma muy desacomplejada, punk, hardcore o música de los 60, y todo ellos cantado en catalán. Su influencia se ha dejado notar en muchos grupos posteriores.

“Ungüent de Serp” suena a Randy Newman o a Tom Waits…

Yo nunca había tocado el piano, pero de unos años a esta parte he tenido un piano en casa, ahora incluso tengo uno de pared, y estoy muy contento. Siempre había tocado la guitarra o el bajo, pero con el piano he descubierto otra forma de componer, es algo que también les ha ocurrido a algunos de mis músicos favoritos, según he sabido leyendo libros… así surgió la canción, y aunque al final no fui yo quien tocó el piano en la grabación, sí que toqué las partes de órgano. Sí, es una balada de blues en la onda Tom Waits, que siempre me ha gustado mucho, Randy Newman también me gusta mucho. Pero la base procede de un tema de Sonny Boy Williamson.

“Dolça Temeritat” también es muy bluesera.

Ahora la estamos ensayando con el grupo de cara al concierto de presentación, y está quedando muy bien. En el disco la interpreto yo solo con una guitarra acústica, y un poco de eléctrica… el blues es la música que más me ha marcado, la más importante.

¿Cómo explicas que los Biscuit lleven tanto tiempo haciendo música, y que sean tan poco conocidos?

Quizá por su forma de ser, ellos son de Vilanova i la Geltrú, pero tienen el local de ensayo en un pueblo mucho más pequeño, allí hay una pequeña masía donde tienen el estudio donde hemos grabado mi disco; por su forma de tocar recuerdan más bien a un grupo americano o australiano, que se pasan muchas horas en el local; los ensayos con ellos son larguísimos, con los Brighton y otros grupos con los que he tocado he ensayado dos, tres horas, pero con Biscuit ensayas 5 horas y nadie tiene prisa por irse a su casa, ellos sólo quieren tocar; están como en los márgenes, tanto geográficos, aunque han tocado por todas partes, en muchos festivales de España; como por la música que hacen, con la que tanto me identifico, porque hacen la música que quieren, sin concesiones comerciales. Es muy difícil que un grupo llegue a públicos amplios a partir de esas premisas.

¿Cómo surgió la idea de trabajar juntos?

Nos conocíamos, teníamos muy buena relación, habíamos coincidido en algunos conciertos. Me enteré de que habían publicado un disco, lo escuché, y aunque había pensado en algunos músicos para mi disco en solitario, y como ya tenía las canciones claras, pensé, ¿por qué no se lo propongo a una banda ya formada? Pensé en ellos, y fue un acierto, nos hemos entendido muy bien, ellos han cogido el proyecto con mucha ilusión, y las ganas eran mutuas, así que ha sido perfecto.

¿Y a Joana Serrat? ¿De qué la conocías?

A Joana la conocía muy poco, de un concierto homenaje a Tom Petty en el que colaboramos, y además la había visto en directo dos veces. También tengo un disco suyo, y me gusta mucho ese country rock tan elegante y cuidado que hace. Aparte, una cosa que me gusta mucho son los duetos que han hecho grandes cantantes de country rock como Gram Parsons, Dylan o Neil Young, que han utilizado en ocasiones voces femeninas como segunda voz; pensé en alguna voz que pudiera combinar bien con la mía, y me acordé de Joana; y aunque no siempre es fácil acertar, lo cierto es que cuando vino al estudio flipamos, porque tiene una calidad de voz impresionante, y una afinación perfecta, así que encajó perfectamente, y de pronto, el disco, que ya habíamos terminado, adquirió otra dimensión, creo que potenció muchísimo las canciones en las que participa.

Por último, es obligatorio mencionar la labor a la producción de Paco Loco. ¿Cómo es trabajar con él? ¿Cuántas veces habíais trabajado juntos con anterioridad?

Había trabajado muchas veces con él, como en el último disco de Brighton; esta vez, sin embargo, lo planteamos de forma distinta, grabamos el disco en el estudio de los Biscuit, y con Paco hice las mezclas, y algún otro elemento, como las canciones acústicas o mis partes vocales. Fui solo a Cádiz, y trabajar con él es genial, te aporta muchas ideas, te da mucha seguridad, te hace sentir un creador importante (risas). La primera vez que trabajamos juntos fue con los Top Models, de hecho él nos produjo varias veces; antes de todo eso, cuando estábamos en la discográfica Al,leluia Records, que llevaban Albert y Reyes Torío, nos llegaban discos de grupos, y había uno que se llamaba Quite Fantastic, de Bilbao, que grabó el suyo con Paco Loco, y aquello nos llamó mucho la atención. Y después tengo un amigo, Ginés, que es de Valladolid, y hace unos quince años tenía una banda muy indie, que cantaba en inglés, y me dijo que necesitaban un bajista para grabar una maqueta con Paco Loco en Gijón. Aunque me pareció todo muy marciano me fui para allá, y grabamos la maqueta, y fue entonces cuando conocí a Paco.

 

Texto: Alex Fernández de Castro

Fotos: Julián Vázquez

 

 

 

 

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