Encuentros

Califato ¾, “A nosotros nos escuchan desde fachas hasta el pescadero”

Que Califato ¾ ha marcado un antes y un después en la música folk y electrónica es algo que ya pocos se atreven a poner en duda. Que ha sido una banda -o colectivo, como gustan en denominarse- a punto de desaparecer debido a la situación de precariedad generada en la industria de la música durante la pandemia, es algo que también pocos han podido llegar a imaginarse. Con una formación que puede llegar a los nueve músicos en directo, el “califatado” ha sorteado el cierre a base de solidaridad y fuerza de voluntad. Un sobre esfuerzo sustentado en valores como el feminismo, el andalucismo y la construcción de redes sociales “de verdad”, de las de barrio y vecinos. Esta misma noche estarán en el festival Tomavistas (Madrid).

Nos reunimos (virtualmente) en el local de ensayo de los Califato ¾ tras haber sido entrevistados previamente por Televisión Española. Los Califato serán representantes, junto a “las bandas típicas, tú sabes: Derby Motoretas Burrito Cachimba y demás” (en palabras de Chaparro) de la ciudad de Sevilla en la nueva versión de Un país para escucharlo.

Hablamos con ellos de cómo han sobrevivido a este estado de alarma, a la pandemia, y a la salida de un disco – La Contraçeña (Breaking Bass, 2021) – que no ha dejado de cosechar buenas críticas y miles de escuchas provenientes de todos los estratos sociales.

Porque, si hay algo que represente Califato, es la horizontalidad de la música.

Responden a esta entrevista Manuel “The Gardener” Chaparro, Esteban Bove (Espada) y Sergio Ruiz “Serokah”.

Cuando hablabais del bandcamp, dejais caer que quizás no podáis volver a hacer lo de subir primero el disco a esta plataforma…

“Esteban Bove”, (Esteban Espada): Bandcamp es la única plataforma que el 90% se lo quedan los artistas. No existe otra que ni se acerque a esos porcentajes. Entonces, el bandcamp es una forma de apoyar a los artistas.

Chaparro: Nosotros tenemos una distribuidora, una filial de Warner. Entonces, lo típico. mientras nos dejen en la distribuidora los podremos poner. Si no, nos lo tendremos que comer.

E: En el contrato, cuando tienes experiencia, sabes que lo tienes que poner. En un párrafo, que quieres poner los temas en Bandcamp. Pero si no lo pones…

C: Claro, ten en cuenta que somos músicos con necesidades. Que yo vengo ahora de desbrozar un campo.

¿Estás trabajando en eso ahora?

C: Pues de grabar un vídeo en Granada a desbrozar un campo aquí.

Mencionais en otra entrevista que os habéis visto en situaciones de precariedad durante este último año.

C: A ver, nosotros trabajamos solo de esto, pero es que a veces no nos llega y yo soy jardinero. Si me llama alguien para echarle una mano a desbrozar o lo que sea, pues yo lo hago. Pero no lo pongas, no sea que lo vea Hacienda y me coja de lo alto.

Jardinero a tiempo parcial, okei. Y el resto, ¿cómo lo estáis llevando?

E: Penurias y penas.

C: Pues si alguno tiene pareja y la pareja le puede mantener…

Os habéis convertido en unos mantenidos.

‘Serokah’ Sergio Ruiz: A mí, mi mujer me está manteniendo. Pá que luego digan.

Y a cambio, ¿haces las labores del hogar?

S: hombre, claro. Yo cocino.

También decíais que, si no fuera por la pandemia, no habríais hecho este disco. Que refleja la rabia y las ganas de pasarlo bien a pesar de lo que está cayendo. ¿Creéis que el ocio está siendo demonizado?

C: El ocio, no. La cultura. Porque los bares siguen abiertos y los bares son ocio, a fin de cuentas. Puedes ir a comer, pero si luego te quedas tomando cubatas, estás de ocio. No está demonizado, está demonizada la cultura.

E: si ya era precario antes, lo que se ha visto es que ahora es… Los oficios de la música son imposibles ahora mismo.

C: Es que se lo han cargao. Es que, tú fíjate, hubo gente que la semana antes de que comenzara la pandemia hizo un bolo con Andy y Lucas y eso es lo que tenía, sus 100 pavos de ese día, y no tenía ni paro, ni contrato, ni nada acumulado. Un año entero sin poder ingresar nada.

S: Sobre todo, artistas bueno, estamos jodidos. Pero te pones a pensar en los técnicos, los promotores, ahora mismo no están generando absolutamente nada.

C: es que en la hostelería, por lo menos han abierto-cerrado, abierto-cerrado, pero en la música hay gente que está pasando verdaderas miserias. Y lo peor es que no hay una visión de eso. Es que está totalmente oculto, que nadie dice que en el mundo de la cultura se están muriendo de hambre. Que una familia que antes era un lucero y tiene tres niños… llevan un año haciendo lo que sea. Yéndose a recoger naranjas o lo que sea.

¿Cómo visteis, este pasado año, que pudieran venir extranjeros de vacaciones pero que vosotros no pudieran salir a dar conciertos?

C: Hombre, tu sabes que somos un país de servicios y la economía es así y ya está.

Vosotros habláis mucho de alta y baja cultura. ¿Creéis que hay una diferenciación ahora mismo entre la diversión de la alta cultura, que está más legitimada, y la diversión de la baja cultura? En plan, que no puedes hacer reuniones en la calle, te tienes que meter a un bar y consumir, pero si te ves en la calle, te meten una multa.

C: Nosotros no creemos en la alta y baja cultura. Creemos en ricos y pobres. La cultura, es cultura. Ni alta, ni baja. A los que les dejan hacer cosas es porque son ricos y tienen privilegios. A los que no nos dejan hacer nada es a los que no tenemos privilegios.

Y vosotros, en ese sentido, habéis sentido que os faltaban privilegios.

C: Hombre, nos faltaba trabajar, más que privilegios. Primero, trabajar. Y una vez tengamos trabajo, si nos quieren dar privilegios, guay. Pero mínimo, aquello que nos mantenía.

Y a pesar de todo eso, habéis ido sacando unos videoclip súper currados.

E: Todo gracias a la entrega de la gente que nos ha ayudado. Igual que nos han ayudado para subsistir, nos han ayudado a hacer los vídeos.

C: Mucha gente trabajando gratis.

E: Todos los vídeos han sido por el coste.

C: Sí, que no tengan ellos gasto. Pero por el coste. Gratis, vaya. Y entregándose al máximo y cumpliendo plazos de entrega como si fuese bien pagao. Es lo bonito, porque en cuanto podamos pagar a la gente, les pagaremos y les pagaremos bien, pero al fin y al cabo estamos recuperando una red de ayuda en la que se hace posible que gente que no tenga dinero pueda sacar sus proyectos adelante.

No habéis recibido ayuda de ninguna productora, no os han absorbido todavía, ¿todo es autogestión?

C: Todo autogestión. Si alguna ayuda nos ha llegao, ha sido por el anuncio de la Cruzcampo. Somos pobres. Al final nos tenemos que vender a las distribuidoras digitales, y tenemos que vender nuestras historias.

¿Lo habéis vendido?

C: Es nuestro dinero adelantado. Básicamente.

E: Las distribuidoras lo que hacen es darte tu dinero por adelantado. Pero ellos no pierden nada.

C: Claro, en todo caso nosotros ahora tenemos una deuda. Todo lo que nos han adelantado las distribuidoras, se lo debemos a la distribuidora.

¿Y cómo lleváis eso?

E: Es como un posponer constante. Le dejas el problema a tu yo del futuro.

¿Cuánto cuesta un grupo como el vuestro? ¿A cuánto os habéis vendido?

C: Hostias, pues nosotros, por lo que nos den. ¿No ves que somos pobres?

E: el poder de negociación de una persona que no tiene… no es una conversación. Es necesidad.

C: Si no tuviésemos necesidad, seguiríamos totalmente libres.

¿Pero se puede decir cuánto os han dado?

C: Es que es una miseria. Es tan miserable que se van a reír de nosotros. Te puedo decir que, lo de la Cruzcampo, nos dio para malvivir la cuarentena. Para pagar los gastos sin tener el frigorífico lleno. Sobrevivimos con eso.

¿Creéis que hubiera sido diferente si hubiera habido festivales esta temporada?

E: La única entrada de dinero para un grupo es, ahora mismo, la música en directo.

C: Nosotros, todo lo que hacemos es salidas de dinero. Tu dices, venga, vamos a sacar un vinilo. Pues ese vinilo ha costado 20.000€. Que no tenemos. Porque no solamente es hacer música. Es hacer música, alquilar el sitio, el diseño, los vinilos, los vídeos, el merchan…

E: En un disco está el trabajo de muchísimas personas.

¿Cuánto tiempo podéis tirar sin música en directo?

E: Ahora mismo hay algunos conciertos. Teniendo uno al mes, podríamos sobrevivir.

C: Antes de nuestro concierto de Jaén, si no hubiera salido Jaén y Barcelona, Madrid y todo eso y nos tiramos cinco meses más, yo creo que no lo habríamos podido ver. Porque, aunque no estés haciendo nada, tienes gastos. De alquiler, de luz…

E: de entrada, deberíamos hacer un concierto al mes. Y para sobrevivir un poco, dos conciertos al mes.

Y sin eso, ¿cuánto tiempo tardarías en chapar el chiringuito?

C: ponte que para septiembre estará cerrado si no viene nada.

E: Y es que, si cierras, ¿qué haces? No hacemos otra cosa.

C: Yo me iría a plantar cebollas o a jardines. Que yo la suerte que tuve es que pude pedir una dación de pago en la hipoteca y tengo este año na más que pagando intereses más el bono social de la luz. Que al final son 100€ de gastos entre hipoteca y luz, entonces puedo vivir con 500€ al mes.

La ruina.

E: Claro, es que cuando nos dicen, ¿cuál es la meta? La meta es llegar a fin de mes y comprar unos disquitos en vez de comprar pasta y arroz, poder comprar algún día pescado y fruta.

C: Date cuenta que, los que estamos aquí, nunca hemos vivido tanta miseria nunca jamás en la vida. Pero tampoco nos habíamos dedicado a lo que nos daba la gana. Es una vida maravillosa si no fuera porque es la más miserable. Que es como… una distopía. De los más maravillosos y miserables años de nuestra vida.

Es como la maldición de un cuento de hadas, que te conceden un deseo (vivir de lo tuyo), pero a cambio te toca ser pobre como una rata. ¿Lo coges?

C: Claro, como a un perrito que va a oler un hueso y, cuando lo huele, le pegan con él en el hocico. (Risas)

Pero lo bueno es que todavía seguís con ganas de seguir bregando.

E: Aguantamos aquí, en la trinchera de la economía.

C: Y que la gente nos apoya mucho. Cuando tocamos en Jaén, estaba todo Jaén cantando el himno de Andalucía. Nos emociona que la gente nos quiera tanto. Es lo que nos da fuerza.

También es verdad que habéis hecho mucha fuerza de solidaridad. Una de las cosas que más llamó la atención de vuestra entrevista en La Resistencia es que sacasteis muchas marcas andaluzas. Que el mensaje era que no solo erais vosotros, sino también mucha representación de lo que había detrás.

C: es que uno no puede avanzar si no avanza lo que lleva alrededor. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros, no nos queda otra. Y yo prefiero las redes de compañerismo y la de los vecinos y la sororidad. Y el comadreo, que es como se llama aquí.

Bueno, tú eres bastante folclórica. Te puedes meter en la sororidad también.

C: Folclórica es la pasión. El cantaor es el cantaor, pero Lola Flores o Rocío Jurado, hasta una Isabel Pantoja… es pasión.

«Mezclando hip hop con la Pantoja», como en uno de los temas de The Gardener.

C: es que yo soy Pantojista también. Que Rocío es Rocío, pero la Pantoja tiene ahí sus cosillas también. Lo que pasa es que… bueno, cada uno a su rollo. Cuando hay dios no se le reza a los santos.

¿Vosotros estaríais dispuestos a salir en ese tipo de medios, y hacer entrevistas en Corazón corazón, por ejemplo?

C: Hemos ido a La Resistencia, pero hay otros programas de prime time que no vamos ni locos. A todos los que sean racistas, machistas o andalufóbicos, que les den por el culo. Es que no tenemos necesidad.

Pero, ¿querríais que la gente que ve esos programas os escuchara?

C: Nosotros queremos que nos escuche todo el mundo, porque es lo bonito. A nosotros nos escuchan desde fachas hasta el pescadero, raperos, punkis, gitanos, jornaleros… y es lo bonito. Yo sé que en cuanto avancemos, se irá formalizando más nuestro público, pero lo bonito es ir a un concierto y ver esa horizontalidad de público. Y que nosotros tenemos nuestro mensaje claro. Si nos escucha un facha y le gustas, pues… por lo menos está escuchando el mensaje. El mensaje está claro. Y, si te gusta esto, es que te gusta el mensaje.

También hay muchos ricos a los que les gusta vestirse de pobre, y fingir ser de esa clase. Quizás el riesgo está ahí.

S: Y al revés también, ¿eh?

C: Yo creo que a todos les gusta fingir ser lo que no pueden ser. Porque en mi barrio, ¿Cuántos hay vestidos de marca?

S: O que se piden un préstamo para ir a la Feria.

Es curioso. Desde mi punto de vista, habéis fusionado dos géneros, el folclore y la electrónica, que han nacido en zonas de clases bajas. Estáis mezclando algo que viene del mismo estrato social.

E: Eso siempre ha pasao. Digamos que, en el caso de la música negra, los cantes góspel, de repente llega el mainstream en forma de Elvis. Y en las listas, los medios no ponen a los negros, ponen a los blanquitos siempre, gente que ha tenido muchos medios. No salen los desconocidos, como los llamamos nosotros, el «originator». Esos siempre son underground.

Creéis que os borrarán de la historia a vosotros, que en unos años aparecerá un Califato 12 con gente bien peinada?

C: Hasta que no se mueran los que nos han conocido…

Bueno, pueden salir propuestas que vengan directamente de discográfica y resulte que lo petan más porque pagan para salir en el algoritmo y tener un poster en la Gran Vía

E: No se puede comercializar con la vivencia, y nosotros hacemos música con lo que vivimos.

 

Texto: Elena Rosillo

 

 

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