Descubrir a un tipo cuando lleva veinte años de carrera sonroja un poco. Y más cuando se dedica a un estilo que te apasiona y acumula discos tan buenos como este. Pero no se puede llegar a todo ¿Y lo bonito que es seguir encontrándote con cosas así? Mac Leaphart se mudó a Nashville en 2012 para escribir canciones para otros – había que sobrevivir, ya saben – pero afortunadamente no dejó de hacer discos tan buenos como este que se mueve entre Jerry Jeff Walker, John Prine o, los más recientes, Robert Earl Keen, Hayes Carll o Jason Isbell. Con una voz nacida para esto, Leaphart deambula por la balada folk («El Paso Kid»), el country de los setenta («Blame On The Bottle») o el honky tonk con algo de zydeco («Hobey, Shake!») y se me antoja imbatible en todos esos terrenos. Por si no me tuviera ya ganado, en «Ballad of Bob Yamaha or A Simple Plea in Do Major» se torna un Blaze Foley del siglo XXI y me roba el alma definitivamente. Insuperable.
Eduardo Izquierdo
