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Blues en la encrucijada: El encuentro entre Fleetwood Mac, Eddie Boyd y Otis Spann

Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.

La pasada semana llegaba a las tiendas Mick Fleetwood & Friends celebrate the music of Peter Green and the early years of Fleetwood Mac, un homenaje que ponía de actualidad a los Fleetwood Mac. Eso nos lleva a rebuscar en uno de esos discos inconmensurables.

Cuando en 1965 Eddie Boyd se vino para Europa para girar con Buddy Guy en el American Folk Blues Festival se sembró la semilla de un álbum seminal que acaba de ser reeditado en vinilo tras muchos años en los que era muy complicado encontrar una copia en alguna cubeta. Sí, les hablo de 7936 South Rhodes un disco grabado dos años después en 1968 nada más y nada menos que con algunos músicos de la formación original de los Fleetwood Mac. Léase; Mick Fleetwood, John McVie y Peter Green. Y claro, Eddie Boyd al piano y voz.

El disco fue grabado en los estudios CBS de New Bond Street de la ciudad de Londres por nada más y nada menos que Mike Ross, quien había grabado el año anterior a The Jimi Hendrix Experience  con su disco de debut “Are You Experienced?”. La calidad del sonido es alucinante, sin trampa ni cartón. Se grabó «en vivo» en el estudio, directamente en estéreo sin overdubs ni mezclas posteriores lo que demuestra no tan solo la maestría y calidad de Eddie a las teclas sino también lo enormes que ya eran como músicos los Fleetwood Mac originales que bebieron a tan corta edad del blues americano y pasaron a ser uno de los combos que junto con otros formaron parte de la conocida “British Invasion” o revivalismo del blues en la Isla y el resto de Europa.

Hay temas en los que Boyd se limita a ser la sección rítmica con su piano («Black Slack») pero en otros demuestra su maestría y savoir faire de forma única e impecable («You got to Reap» con la que se abre el disco, «Just the Blues», la desgarradora «Be Careful» o «The Blues is here to stay»).

El reconocimiento de Eddie tras la grabación del disco y sus giras por Europa fueron una revelación para el norteamericano nacido en Stovall’s Plantation, cerca de donde empezó todo sí, han adivinado en Clarksdale, Mississippi lugar en el que los autores señalan el origen o cruce de caminos de la música blues. Porqué cansado del racismo imperante en su país que laceraba familias, artistas y en definitiva a toda la comunidad de color, decidió emigrar a Bélgica donde vivió muchos años, pasando más tarde a residir en Helskinki (Finlandia) antes de fallecer en 1994, poco antes que su música y uno de sus mayores “hits”, el mega conocido «Five Long Years»  y también «Third Degree» fueran brillantemente reinterpretados por Eric Clapton en su disco de blues «From the Craddle».

Pero ahí no terminó la colaboración de Eddie con los Fleetwood Mac de Peter Green. En 1969 los Fleetwood publican el álbum «The Pious Bird of Good Omen» en el que se incluyen algunos cortes en los que el pianista se sienta a las teclas: son «The Big boat» en la cara A del disco y «Just the Blues» en su cara B.

Vale la pena informar al lector, por si desconoce el dato, que en 1969 los Fleetwood Mac viajaron a Chicago empapados de toda esa música de blues para grabar en, nada más y nada menos que la Chess Records y con un elenco alucinante de artistas esos dos discos titulados Blues Jam i Chicago” Vol. 1 y Vol2. Con tipos de la talla como Otis Spann, Willie Dixon, Shakey Horton, Buddy Guy, J.T. Brown y Honeyboy Edwards.  Y además de incluir algún tema original de los Fleetwood la mayoría del cancionero era revisiones y covers de temas de artistazos como algunos de los citados colaboradores pero también composiciones de Howlin’ Wolf  («Sugar Mamma»), Jimmy Roger («Worlds’s in a tangle»), Elmore James («Madison Blues») o el siempre a reivindicar Walter Horton («South Indiana»).

De hecho, fruto de esas sesiones en Chess Records nació otra colaboración estelar y, por supuesto otro disco imprescindible en cualquier colección de blues que se precie. Esta vez, algunos de los Fleetwood se encerraron a grabar con Otis Spann el álbum The Biggest Thing since the Colossus ( título pretencioso donde los haya, pero que, siendo justos, hace justicia a lo que el lector puede disfrutar en su interior). Y digo que sólo participaron algunos de los “Fleetwood” porque esta vez Mick, el batería, se bajó del carro. Aquí solo está Peter Green, entra Danny Kirwan (que no grabó con Eddie Boyd) y también está John McVie. A la batería está S.P. Leary amigo personal de Otis que ya había grabado otros discos con el artista. Produjo el disco Mike Vernon que también trabajó desde la pecera con los Bluesbrakers de John Mayall, David Bowie, Chicken Shak, Eric Clapton o los propios Fleetwood Mac. El disco es una delicia se mire por donde se mire. Repleto de fantásticos pasajes. Para quien suscribe siempre le ha parecido asombroso el tema de Otis Spann interpretado aquí de forma garajera como si el espíritu de los Stooges de Iggy Pop se hubiera adentrado en la grabación.

Jordi Sánchez

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