Slavedown tienen una segunda bala en la recámara y, ciertamente, no piensan desaprovechar el tiro. Al menos, que no sea porque ellos no apunten donde deben. Si con su disco de debut se presentaron con buenos argumentos, con «The Enemy Inside» estiran aún más el hilo.
Para empezar, os quería preguntar por la grabación del disco. ¿Cómo ha sido el proceso de grabación del mismo?
Runo: ¡Demasiado largo! (risas) Ahora en serio, hemos grabado este disco en varias sesiones, durante bastante tiempo y esto nos ha permitido valorar, digerir y cambiar lo que no nos gustaba. Ya veníamos muy contentos con el proceso de composición y el trabajo en el estudio lo ha redondeado todo. Ha sido una grabación larga pero fácil y muy gratificante.
Sue: Queríamos haber sacado un EP a principios de 2019, pero nos gustó la dirección que tomaban los nuevos temas y los íbamos añadiendo al proyecto, así que fue convirtiéndose en un larga duración. El álbum se ha grabado en tres sesiones diferentes, muy separadas en el tiempo, con diferente microfonía e instrumentos en cada una, lo que en un principio dificultó que las canciones sonaran cohesionadas entre ellas, aunque se ha acabado consiguiendo y estamos orgullosos del sonido.
¿Qué matices habéis añadido con respecto a vuestro disco de debut?
Sue: En el primero aún nos estábamos buscando, explorando sónicamente. La sensación que tengo es que disparamos el primer misil, cayó cerca, hemos corregido la trayectoria y acabamos de disparar el segundo. En cuanto pueda tomar un poco de distancia con el disco te diré qué tan cerca estamos o si le hemos dado de lleno al objetivo.
Runo: Este segundo álbum es más Slavedown. Es más nosotros, más oscuro, más pesado. Estamos mucho más compenetrados y, en consecuencia, somos más banda.
Sue: Eso es cierto, y se nota mucho en el impacto que tienen las canciones.
Ese primer disco tuvo una buena acogida, supongo que eso os ayudó a afrontar con muy buenas vibraciones esta continuación.
Sue: Bueno… El primer disco lo que hizo fue darnos un punto de partida sólido. En todo momento, desde que empezamos a escribir para “The EnemyInside”, nos marcamos el objetivo de superar nuestro debut tanto a nivel compositivo como de sonido. Estoy segurísimo de que lo hemos conseguido y la acogida que está teniendo no hace más que confirmarlo.
Runo: Aunque Slavedown y “buenas vibraciones” no son conceptos compatibles ¿eh?
Aunque cada vez las etiquetas son más difusas a la hora de definir la música, me ha llamado la atención lo de “hard-rock metalizado”. Creo que os encaja, ¿pero a quién se le ocurrió?
Sue: Eso creo que fue cosa de Luis, el mandamás del sello. A nosotros no nos preocupan demasiado las etiquetas, el estilo que hacemos nos sale de manera totalmente natural, no es algo premeditado, aunque entendemos que son de ayuda a la discográfica para vender el producto y necesarias para que la prensa nos pueda definir.
El sonido del disco es oscuro, a ratos me recuerda a propuestas del grunge de los 90´s, y sobre todo, a bandas de la llamada escena nu-metal con grupos como Deftones. ¿Os sentís identificados con aquello?
Runo: No especialmente. Pero tampoco nos sentimos totalmente identificados con ninguna escena en concreto. Al menos no con una sola. Piensa que cada uno de nosotros ha mamado de una teta diferente en cuanto a influencias se refiere. Hablamos cinco décadas de rock, condensadas, influyendo en lo que componemos.
Sue: Yo buscaría los cimientos de nuestro sonido bastante antes. Lo que nos solemos encontrar con las comparaciones es que siempre nos relacionan con bandas que tienen nuestra edad o diez años más a lo sumo. Simplemente hemos bebido de las mismas fuentes que ellos.
Habéis unido fuerzas con La Familia Revolución, ¿cómo surgió esta alianza?
Sue: Un amigo común le comentó a Luis, dueño del sello, que Slavedown buscábamos opciones para editar el segundo disco. Nos puso en contacto y enseguida vimos que teníamos la misma visión de lo que es este negocio y, sobre todo, de lo que debería ser.
Desde el primer momento nos han puesto facilidades y la comunicación es fantástica. De hecho bromeamos con hacernos instalar un teléfono rojo con línea directa por lo mucho que hablamos prácticamente a diario.
Tengo la sensación que su discurso encaja perfectamente con vuestra filosofía.
Sue: Sí, y no sólo en el sentido romántico de las ediciones espectaculares en vinilo, las portadas dobles y todo eso… También en los aspectos más pragmáticos. Luís también es músico y se asegura de que las condiciones que te ofrece sean las que le gustaría encontrarse a él.
Apoyáis el formato del vinilo. Ahora se ha puesto de nuevo de moda, aunque los precios de las copias se han disparado y faltan fabricantes para poder producir toda la demanda que hay. Igualmente, el formato sigue siendo fantástico, es una buena noticia para la industria musical.
Runo: Por más que avance la tecnología, el vinilo sigue ahí. No solo suena como debe sonar la música, sino que tiene su ritual. Spotify o YouTube te los puedes poner de fondo con un solo toque, cuando cocinas o te duchas, y quitarlo igual de rápido. Muchas veces ni estás prestando atención a lo que suena. El vinilo te obliga a estar presente y, por eso, siempre será el rey.
Por cierto, ¿qué os parece una iniciativa como la del Record Store Day?
Sue: Otra oportunidad perdida. Podría ser cojonudo, nuevo material para los fans y los coleccionistas y un balón de oxígeno para tiendas y sellos independientes. Pero como siempre, los que guían el mercado han decidido que yo tenga que pagar cuarenta eurazos o más si quiero tener las demos del “Raw Power” en vinilo o treinta y muchos por el “L.A. Woman” sacado de los masters digitales…
Yo, por mi parte, sólo compro lanzamientos de discográficas pequeñas. A mi manera estoy enviando un mensaje, aunque no llegue a nadie.
Habéis compartido cartel con un grupo como Deadyard, también muy enérgicos como vosotros, aunque ellos van más directos al punk. ¿Qué os aporta compartir escenario con grupos como ellos?
Runo: ¡Un fiestón! (risas) Hemos compartido escenario con muchos grupos, no siempre afines a nuestro estilo. Bandas enormes en lo suyo y muy diferentes a lo nuestro. Deadyard, CRIM, Lipstick, Morphium y muchas más.
Sue: Al final todo el underground roquero tiene los mismos principios de base, energía, entrega, decibelios y sudor. El público entiende perfectamente y disfruta este tipo de carteles y las bandas nos retroalimentamos, aprendemos de la experiencia y se nos hace el camino a la cumbre más ameno.
Runo: It’s a long way to the top… (risas)
Y para finalizar, con la pandemia es más complicado tocar en directo. ¿Qué planes tenéis? Y por otro lado, ¿cómo definiríais el apoyo a la cultura y a la música? ¿Creéis que podrán aguantar las salas de conciertos?
Runo: Nuestro plan es simple. Día a día. Sacar un buen disco y hacer lo que se pueda. De hecho, lo que se ha hecho siempre en el mundo underground: sobrevivir.
Y relacionado con la segunda pregunta… ¿Apoyo? ¿Cuándo ha tenido apoyo la cultura?
Sue: Mis planes más inmediatos son agradecerte a ti la entrevista y a los lectores su interés. Mañana no tengo ni idea de lo que voy a hacer.
https://lafamiliarevolucionrecords.bandcamp.com/album/the-enemy-inside
Texto: Toni Castarnado