Encuentros

Oscar Avendaño, soltando a los perros

El músico gallego va desarrollando con paso firme una carrera que confraterniza con muchos de los parámetros rocanroleros que han sido filosofía vital de esta publicación. Su visión del rock & roll comulga a la perfección con la de muchos de nosotros. Por bagaje, influencias y desarrollo. En estos tiempos de pandemia ha decidido  rescatar Perros Negros, una grabación que dormía el sueño de los justos desde el 2016 y ponerla en circulación con Milana Records, discográfica recién nacida. Oscar al habla…

 La primera pregunta es obvia…. ¿Cuál es la razón de que haya permanecido en el limbo durante un tiempo esta grabación?  Si no voy errado lo grabasteis el pasado 2016 con los mismos músicos que trabajaron contigo en Burro (2015), es decir Andrés Cunha y Mauro Comesaña más la inestimable colaboración como instrumentista y productor de Hendrik Röver…

Cuando grabamos el disco lo hicimos sin prisas. No teníamos tiempo para presentarlo, ya que todos estábamos muy liados con otros proyectos, y decidimos que lo editaríamos cuando surgiese el momento. Pero ese momento nunca llegaba porque cada vez estábamos más ocupados, y el tiempo se fue dilatando. Juntar a Reposado nunca es sencillo: Mauro siempre está muy liado con The Soul Jacket (y ahora también con Zålomon Grass), Andrés con mil historias que hace y deja de hacer (entre ellas, ahora es compañero mío en Siniestro Total como batería) y, por si fuera poco, a mí me surgió la oportunidad de empezar a tocar con The Bo Derek’s, que era muchísimo más fácil de mover y que empezó a funcionar muy bien. Y claro, teniendo en cuenta que yo soy el que debería tirar del carro, el momento adecuado parecía no llegar nunca. A esto súmale que tampoco podemos contar con Hendrik como parte de la banda en directo con lo cual te encuentras con la difícil labor de tener que sustituirlo, cosa que me parece complicadísima. Así que curiosamente ha sido esta época pandémica, en la que no hay ninguna presión por defender el disco en directo, la que nos ha parecido la idónea para publicarlo. A esto hay que sumar el interés de Milana Records y que ha aparecido Asís Izquierdo como benefactor…

¿No has sentido la necesidad de retocar alguna cosa o cambiar algo antes de lanzarlo? Te lo comento porqué leí unas declaraciones tuyas en que decías que durante la grabación de Burro habías atravesado una etapa personal algo chunga y Perros Negros data de pocos meses después….

Cambiaría mil cosas de cada disco que he hecho pero, tal como pasa con los anteriores, lo hecho, hecho está. El disco es como es, con sus virtudes y sus defectos. Cambiar cosas, a estas alturas, creo que lo desvirtuaría y mataría la frescura que pudiera tener…

 Como decías antes, lo editas con Milana Records. Una nueva iniciativa discográfica que ha empezado con mucha fuerza. ¿Cómo llegas a trabajar con ellos?

Con Milana, la banda, me une una buena amistad desde hace bastantes años. Ellos sabían que este disco existía desde su grabación e incluso habían escuchado fragmentos en Guitar Town mientras grababan su segundo disco (Desierto Cicatriz). Así que cuando decidieron montar el sello (cosa que en los tiempos que corren me parece una heroicidad, por cierto) me contactaron. Esto coincidió con que un buen amigo en común, Asís Izquierdo, estaba muy interesado en publicar algún disco mío pero no contaba con la infraestructura adecuada, así que unieron fuerzas y todo salió de modo muy natural, las piezas encajaron sin que hubiese que forzarlas…

Y veo que será planchado en vinilo más CD y en una tirada de solo 200 unidades… ¿Sigue siendo un gustazo para un músico ver su obra en formato vinilo?

Actualmente, para mí, es el único formato físico que tiene sentido. Personalmente el CD siempre me ha parecido feo y, además, me parece fácilmente sustituible por una edición digital. Así que o volvemos a los cartuchos de 8 pistas o solo nos queda el vinilo… (Risas)

 Eso me lleva a hablar del diseño gráfico a cargo de Arturo Delgado y Tamara Roca… Es obvio que en carpeta grande se puede apreciar mejor el excelente trabajo que han realizado… Imagino que muy contento con lo que han hecho, ¿no?

Mucho. Con Tamara llevo currando desde el primer disco, funcionamos muy bien juntos, se deja guiar y siempre me he quedado muy satisfecho con el resultado. En el caso de Arturo hacía mucho tiempo que me apetecía trabajar con él. Me encanta ese estilo de dibujo suyo, tan en la línea del comic underground americano de los 60/70, y me parecía que pegaba muy bien con el disco. Además, creo que a veces el disco tiene un punto un poco cáustico de más y esta portada le quita un poco de hierro, pero sin quitarle mala hostia.

Tengo que preguntarte por «Jacksonville», el tema que abre el disco. He de reconocer que me tiene completamente enganchado. El ritmo de rock callejero, beodo, vacilón y descarado, la letra plagada de referencias cinematográficas y musicales… ¿Qué me cuentas sobre esa canción?

Pues musicalmente ya la has definido tú bastante bien. En cuanto a la letra… no sé muy bien por qué, pero yo estaba bastante cabreado en general cuando escribí la mayoría de estas canciones y, por otra parte, siempre me han fascinado los serial killers o, más bien, el culto que en ocasiones se les rinde. El caso es que me molaba la idea de tener una luna de miel con una chica con los mismos «gustos», en la que nos dedicásemos a cargarnos a cuanto hijo de puta encontrásemos por el camino. De ahí la referencia a Los Asesinos de la Luna de Miel, Bundy, Dahmer… en Jacksonville es donde se supone que Henry Lee Lucas conoció a Ottis Toole, por cierto. Y sí, también hay mucha inspiración cinematográfica: The Devil’s Rejects, Natural Born Killers, God Bless America, alguna referencia velada a Sam Raimi… Pero vamos, que nadie se asuste: yo soy una persona muy normal, buen vecino, siempre saludo…

En «Los Chicos» haces un ejercicio de nostálgica realidad sobre el paso del tiempo y las cosas que cambian. ¿Hablas de Vigo en concreto o podría ser cualquier ciudad?

No, no hablo de ningún lugar en particular. Hablo más bien de un estado mental que creo que todos los que tenemos una cierta edad podemos reconocer. Aquellos bares ya no están, aquellos amigos tampoco y ya no te juntas en casa de uno de ellos a fumar porros y escuchar a Thin Lizzy.

Pero tampoco seamos derrotistas: puede que aquellos amigos y aquellos bares ya no estén, pero sí que están otros (o al menos estaban, antes de este aburridísimo apocalipsis que estamos viviendo, así que confío en el futuro).

En tu carrera en solitario te acercas al rock & roll más clásico con influjo de las raíces norteamericanas y con los Bo Derek’s le das duro al ritmo y blues más cervecero y peleón de raíz cuasi punk… En una anterior entrevista ya me detallaste cuales eran tus influencias pero en este disco hay partes de guitarras que me llevan al rock alternativo. No sé, bandas como Hüsker Dü… Lo palpo en «Las Bestias» o en «Arde el Mundo»… ¿Meto la pata?

No sabría decirte. En Hüsker Dü en concreto no había pensado nunca como influencia… pero es obvio que todo lo que te mola te influye de algún modo. Me considero cada vez más abierto en gustos, así que supongo que en mis influencias también lo soy. Pero es curioso lo que dices: «Las Bestias», en concreto, surgió como una canción acústica, casi para guitarra y voz, y acabó siendo lo que ahora es. Supongo que las influencias de la gente que toca contigo también pesan muchísimo y, además, yo confío totalmente en Mauro y Andrés, que es con los que las canciones se ensayaron antes de ser grabadas. Y a mí me mola muchísimo llegar al local con una canción y ver como poco a poco se abre paso hasta convertirse en otra cosa. No creo en la dictadura del compositor sobre los músicos salvo que dicho compositor sea un genio, cosa que yo, definitivamente, no soy.

Y en «El Camino» son el folk ácido y la psicodelia los que se abren paso… ¿Te pones límites a la hora de escribir o bien dejas que fluya lo que tenga que ser?

Bueno, es la misma respuesta que en la pregunta anterior, supongo. En esa canción en concreto yo tenía en la cabeza a CSN&Y, pero Mauro y Andrés le dieron alas llevándosela un poco más lejos y Hendrik puso la guinda. Se me ocurre, ahora que lo pienso, que una gran influencia en ese sentido serían los Sadies. Hacen un poco de todo sin cortarse demasiado mientras el resultado funcione, porque es cierto que a veces no funciona o no encaja y la canción se deshecha (y te voy a poner un ejemplo: una canción que llevé al local y no funcionó fue «Jueves en Hanoi», que al cabo de un tiempo recuperé y grabé con los Bo Derek’s). Pero si la canción funciona, el género da un poco igual…

Eres bastante activo en redes sociales y durante la pandemia participaste en alguna canción conjunta y ofreciste algunas pequeñas actuaciones en streaming. ¿Qué opinión te merece ese alud de música on line que tuvimos durante los meses más duros de confinamiento? ¿Crees que el bicho cambiará de alguna manera el negocio de la música tanto para artistas como para el público?

Lo que pasa en confinamiento se queda en confinamiento. Me gustó hacer eso, me entretuvo, aprendí cosas nuevas, vendí bastantes discos y sentí mucho cariño, así que la experiencia fue muy positiva. Pero a mí lo que me gusta es el contacto directo y las salas pequeñas, que es a donde estoy deseando volver, así que no es algo que me apetezca volver a hacer. En cuanto al negocio… no tengo ni puta idea. Nunca he entendido de qué va dicho negocio y ya estoy mayor para ponerme a ello…

Para finalizar me gustaría preguntarte por el estado actual de Siniestro Total y de los Bo Derek ‘s… ¿Hay algo en marcha o se mantienen en hibernación de momento?

De Siniestro no te puedo decir más que seguimos pagando el local de ensayo, así que me temo que no hemos dicho nuestra última palabra, pero sí es cierto que hemos parado totalmente durante este año (en parte porque no vivimos todos en la misma ciudad).

El caso de Bo Derek’s es muy distinto: llevamos dándonos de bruces contra una realidad que nos impide hacer prácticamente nada durante todo este tiempo, pero seguimos intentando terminar el disco que teníamos que haber grabado hace ya un año. Ahora por fin parece que estamos listos para entrar al estudio y, si nada se tuerce, lo grabaremos en breve con la intención de que sea editado lo antes posible. Por otra parte, y aunque quizá sea un espejismo, hemos empezado a recibir llamadas y parece que podremos volver a la carretera, que es nuestro elemento natural, en un plazo de tiempo más o menos corto. Pero claro, de momento seguimos atravesando una pandemia, así que crucemos los dedos…

 Manel Celeiro

Fotos: Denis Carballás

 

 

 

 

 

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda