Encuentros

Desenredando la madeja de DMBK, llega «Hilo Negro»

 

 

 

Este viernes 23 de abril se publica «Hilo Negro» (Universal/Primavera Labels), el esperadísimo nuevo disco de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Un segundo trabajo que confirma la buena onda de su estreno, evitando caer en el simplismo y la continuidad  mecánica, sino que siguen apostando por un despliegue de sonidos que abarcan rock, fusión, prog y raíces con una carga experimental  que les hace únicos. El pasado mes de enero les dedicábamos la portada de nuestra edición en papel pero no se pudo reproducir la totalidad de la entrevista por cuestiones der espacio. Hoy la recuperamos en su integridad para celebrar el estreno y la confirmación de nuevas fechas (ver cartel dentro del texto).

 

Estáis a punto de bordar 2021 con Hilo negro, la esperada segunda entrega de DMBK. Pero, lo primero, ¿cómo estáis? ¿cómo habéis vivido esta trágica “película” de casi ciencia ficción en la que seguimos inmersos? Os pillo con mil bolos cerrados y en la cresta de la ola…

SONI (en adelante S): Yo, personalmente, estaba con el trole preparado para irme quince días seguidos con esta gente. Me despedí de mi novia y fue salir por la puerta y darme la vuelta para sentarme de nuevo en el sofá. Y así hasta mayo. De hecho, la maleta de ese viaje, creo que la abrí en septiembre, que estaba buscando una camisa y ahí seguía, como un cuerpo incorrupto. (risas)

BACCA (en adelante B): La tenía hecha todavía por si acaso.

S:En esos tiempos estábamos en un momento de mucho estrés… Teníamos que hacer una gira importante… Nos tenían que confirmar bolos de sala, ver como funcionaba el público y ventas de entradas, pero también estábamos al borde de empezar a grabar el segundo disco. Entonces, cuando ocurrió esto, la frase que salió a los cinco fue la misma: “Nos va a salir un disco mejor”. Vamos a tener más tiempo para componer, asentar las ideas y demás… De hecho, durante el confinamiento estuvimos de nuevo componiendo y cuando nos volvimos a ver lo pusimos todo sobre la mesa. Creo que coincidimos todos que con este paroncito forzoso nos ha salido un disco más currado. Por que la situación nuestra era frenética, de muchos conciertos, compromisos por un lado, compromisos por otro y meternos en el estudio a la carrera…

GRINGO (en adelante G): Nosotros arrancamos en enero… Yo tengo un recuerdo de estar las navidades pasadas, cuando hicimos el paroncito por las fiestas, jiji, jaja, y justo antes, que nos juntamos un 2 o 3 de diciembre para organizar el calendario de conciertos y es que, en enero teníamos más de 30 bolos cerrados, nos esperaba un año a tope… Íbamos a ir al Primavera de los Ángeles…

B: Y al poco que avanzaba 2020, se nos dobló la cifra de conciertos… Y lo que contaba Soni, se nos cayó todo a media hora de subirnos en la furgoneta.

El nuevo disco, ¿nace entonces durante el confinamiento o ya teníais algún material en la recámara?

G: El disco ya estaba arrancado. Nosotros teníamos dividido el disco en dos sesiones de grabación: Hicimos la primera en enero, donde grabamos tres canciones, y después teníamos la segunda sesión para matar el disco en abril… Entonces lo que ha ocurrido es que, en el tiempo extra que nos ha dado la pandemia han aparecido nuevas canciones, nuevas ideas… La que ya estaban pues hemos podido darle otra vuelta de locura en el local… Es decir, que no nace todo en el confinamiento, pero sí podríamos decir que es un fifty-fifty. El confinamiento, la pandemia o el parón nos ha dado tiempo para tomar distancia, pero ya estaba el disco arrancado…

B: Madurar sobre todo las ideas con la calma que un segundo disco se merece.

En la producción, tan cuidada y potente, se nota que también habéis aprovechado el tiempo extra…

G: En la producción de hecho nos hemos pasado del plazo incluso.

PAPI PACHULI (en adelante P): el otro día lo comentamos, hemos tardado menos en grabarlo que en mezclarlo y producirlo en sí, mucho menos…

G: Si. Hemos tardado como tres semanas en grabar la segunda… Lo que hicimos fue, la segunda sesión de abril, moverla finales de agosto… El resto del disco se grabó en tres semanas aproximadamente, y después hemos estado casi un mes y medio mezclando y produciendo para que todo tuviera un empaque de segundo disco de… Motoreta. (risa)

Sala La Trinchera (Málaga)

Tiraremos del Hilo negro, pero soltemos la madeja un poco y teletrasnportémonos al año o los meses “a. de K.” (antes de la Kinkidelia). ¿En qué punto de la encrucijada os encontrasteis y decidís montar un proyecto en común? Tengo entendido que tú (D) estuviste un tiempo en Edimburgo y a la vuelta, en un festival sevillano (Interestelar), no sé como, Toni (P) creó un grupo de whatsapp y todo comenzó a surgir…

P: Yo estaba con una tajá muy gorda del día anterior que había tocado con los Milky, y esta gente ya habían tenido proyectos previos, pero este hombre se fue a Edimburgo. Entonces cuando él volvió, yo venía de tocar en el Interestelar el día anterior… Me levanté a las tres o las cinco de la tarde y dije, ostia tengo la pulsera, pues voy para allá otra vez. Entonces fui a ver a los News, que son una banda hermana. Y entonces estaban todos estos allí, que venían de tocar algunos con sus grupos de entonces…

B: yo me colé. (risas)

P: Gringo había tocado con Quentin & Los Zíngaros.

G: Claro, yo había tocado con Quentin y lo colé a él (B). (risas)

P: En fin, que yo los vi por allí y me acerqué a saludarlos. Yo conocía a Dandy de un Anfirock en el que toqué con los Milky y entonces me lo presentó Ale (B). Y estuvimos hablando, que había vuelto de Edimburgo y que quería montar una banda…

D: Sí, yo llevaba en Edimburgo casi tres años y volví esas navidades…

¿Pero qué hacías en Edimburgo?

D: Allí vacilando, tocando en los bares, de eso vivía… Y hubo un momento que volví de vacaciones y ya llamé a este (G) y le dije, vamos a armar algo. Le estuve mandando canciones y teníamos la idea de montar un proyecto… Y nada, yo llevaba en Sevilla menos de un mes, habíamos hablado también con Bacca… Y eso, nos encontramos en el Interestelar y saludé a Toni (P) y me preguntó qué andaba haciendo, y le dije que andaba tocando en la calle, por la avenida de la Constitución. Y ya luego apareció por allí Nelo (S) y estuvimos allí hablando… Toni montó el grupo de whatsapp…

P: Claro, dije, no se hable más. Hice el grupo de whatsapp y dije, nos vemos tal día…

G: A Toni (P) le contamos lo que íbamos a hacer y dijo, “venga”. Estaba allí agustísimo. (risas)

Vamos, que cualquier cosa que le hubieras dicho, ¡avanti!

G: Claro, si le digo que vamos a montar una chirigota también que se apunta fijo. (risas)

S: Yo entré por la zona de camerinos, que iba a recargar mi cerveza, y los veo que estaban allí hablando y de lejos dice Toni: “¡ese va a ser el bajista! ¡Tú, vente pacá!” (risas)

Casi puro azar, entonces…

P: Sí, fue un poco así…

G: La verdad es que fue una conjunción brutal… Previo a eso, nosotros habíamos estado hablando que cuando volviera él de Edimburgo queríamos montar algo, pero aquello fue un vórtice increíble, porque en ese festival, tres de nosotros habíamos tocado con otras bandas…

D: Como dice Papi, “una maravillosa conjunción astral”. (risas)

G: Que no fue poner un cartelito: “Se busca batería… Se busca no se que…”. Fue todo muy natural…

G: Ese día, antes de anochecer, estaba la banda “armá”.

D: Y la primera fase creativa de la banda fue un poco así también, de, venga, vamos a volcar ideas y a ver por dónde van los tiros y todo… Para el concepto de la kinkidelia, para como vestirlo estéticamente… Eran continuas tormentas de ideas y ya íbamos decidiendo…

Pero si rebobinamos aún más, creo que vosotros tres, Dandy, Gringo y Bacca, os juntasteis años antes con una idea previa e incluso estuvisteis ensayando… ¿no? ¿qué pasó en esa intentona y cuándo sucedió?

B: Pues justo antes de irse Miguel (D) a Edimburgo.

G: 2013, 2014…

D: Hay grabaciones de ensayos de eso…

G: Nosotros, los tres, cada uno tenía una banda por separado… Y yo recuerdo que este (D) se tiró 2 o 3 meses diciendo: “Tenemos que armar una banda con los cantantes de las mejores bandas de Sevilla”. (risas)

D: To flipao. (risas)

G: Y es curioso, porque pasó una cosa parecida a lo de el Interestelar… En el Anfirock de 2012 o 2013…

S: Yo también toqué ahí, pero no os conocía…

P: Tú tocaste con Furia, ¿no?

G: Claro, a eso voy. Yo fui porque toqué. Él fue porque había participado y tenía pase gratis, y él, con la otra banda había hecho tres cuartos de lo mismo…

D: Sí, como una fiesta promocional…

G: Y ese día, hubo un momento que la cabeza nos hizo ¡pum! Fue viendo a unos pavos de Bristol, los Blue Aeroplanes… Haciendo dos acordes… Bueno, nosotros igual nos habíamos tomado un par de cervezas también… Aquello nos voló la cabeza…

D: Estábamos allí flipando.

G: Aquello fue lo que detonó que nos juntáramos nosotros en un local a armar el germen de lo que después fue la banda… Pero, para más inri, él (S) tocó con Furia y él (P) tocó con la Milky. Estaba ya allí todo. Al final, la banda está formada entre la zona de bares de un festival y la zona de bares de otro.

B: Somos una banda de backstage. (risas)

P: Por otro lado, nosotros tres (S, B y P), hemos trabajado de producción para el Monkey Week… Al final si estás todo el día liado con la música, sino es por una cosa es por otra, terminas juntándote con gente de esta calaña. (risas)

D: Si estás a tope, entonces las cosas surgen.

S: Claro, es que al final lo que hay es un compromiso por la misma causa, hacer música. Vivir por la música.

Comenzáis a ensayar y sin ningún tema aún en redes ni plataformas, llega el primer bolo de DMBK, justo hace tres años, abriendo aquí al lado, en la Fun Club, en el fin de gira del Caravana de Quentin Gas & Los Zingaros (con Gringo en la banda de Quentin, el ex Motoreta Von Máscara y Toni dándole caña al sitar, sino recuerdo mal). Compartís escenario y os estrenáis durante 20 explosivos minutos. ¿Cómo se fraguó ese estreno en directo, sin material aún publicado? ¿Qué recordáis de aquella primerísima noche?

P: Sí, esa noche toque el sitar con Quentin y Scott estaba en Los Zíngaros, hicimos doblete esa noche… Yo co-produje la parte de sitares e instrumentos raros a medias con él y con otro colega, Juan Luís Lázaro…

G: Ese día salimos a tocar 4 canciones, creo que eran 16 minutos y no había más canciones (risas). Al principio lo que pasaba es que quedábamos cuando podíamos, porque cada uno de nosotros estaba en varios proyectos… Esto era como un recreo semanal sin mucha pretensión. Otras bandas se meten en el local y hasta que no tengan un montón de temas y hagan un disco, no tocan,  y puede pasar año y medio o dos años… Y las energías de las bandas, pues es como todo…

D: Lo nuestro pasó en seis meses, ese primer concierto.

G: Otra banda hubiera dicho que no tocaba aún.

Yo estaba esa noche allí, que conste en acta. Fue veros y decir, “hostia, aquí está pasando algo”. Busqué el otro día la fecha exacta (1 de diciembre de 2017) y le eché un vistazo a la crónica que hice del bolo, entonces para Mondo Sonoro. Dice/dije:

“Derby Motoreta’s Burrito Kachimba debutan y encienden la mecha, mezcla explosiva de Alameda y The Oh Sees, con extra de Triana y King Gizzard & the Lizard Wizard que nos deja con ganas de más. Habrá que seguirles de cerca…”.

Tenía que aprovechar para autocitarme. (risas). No había nada vuestro en redes, pero el nombre raro en el cartel, ya despertaba mucha curiosidad…

B: El nombre se decidió justo la semana de antes porque sacaban el cartel, fue una colgaera…

G: Quintín me dijo: “¿Ustedes, los Motoreta, podéis abrir el concierto?” Y nos animamos. Así surgió ese concierto.

D: De hecho, eso fue como el detonante de canciones que estaban ahí aún sin terminar, las cerramos un poco para dar ese concierto. Y el cerrar temas para esa noche, nos hizo motivarnos a tope. Yo recuerdo esos días previos al concierto, ensayando, y estábamos que nos subíamos por las paredes… Decíamos, “¡tío, esto es la polla, que guay!”

Y sacáis el primer tema, con su vídeo y sello marca ya de la casa y ¡boom! Nace la “kinkidelia” y se extiende rápidamente como el mejor de los venenos… “El salto del gitano” y arden las redes, con estética ochentera del cine kinki de Eloy de la Iglesia, con imágenes de la película Navajeros si no recuerdo mal…

G: Empecé a tirar del hilo y se me ocurrió el vídeo… Busqué películas kinki y Navajeros tenía la “combinaíta” de pandilla perfecta… El Gero era rubito y había planos que no tenía que sustituir la cabeza… El vídeo fue importante también porque terminó de orientarnos, redefinió a la banda. Nosotros estábamos ensayando en el local y decíamos: “Joder, esto es súper kinki… ¡psicokinkidelia!” (risas)

S: Fue una cosa que salió de verdad, que nosotros la sentimos así… Era muy kinki todo…

P: Ensayábamos en el polígono San Pablo…

S: Rodeado de talleres…

P: Mucho íbamos en bicicleta… Yo tuve una BH, y este (D) tenía una auténtica Derby, una Motoreta…

Y en pocas horas/minutos con el vídeo pululando por internet, recibís un correo del Seguell mostrando interés por vosotros…

D: Sí… Ya estaban atentos a nosotros. Ya les había llegado algo… Pero fue sacar el tema y nos escribieron del Seguell del Primavera…

Todo el mundo tiene ya claro que poseéis una de las marcas musicales más personales e incendiarias del panorama nacional, pero hablemos un poco de la receta de ese cóctel molotov. Por un lado, el rock andaluz y las raíces de estas calles donde os habéis criado… Del rock progresivo y psicodélico, al flamenco, de Smash a Triana… Contadnos como habéis mamado esa música y como, irremediablemente, se ha empapado vuestra propuesta de ella…

P: Hay una mezcla un poco generacional en la banda. Yo soy un poco más clásico y estos muchachos pues tienen otras miras… Es una mezcla de los gustos de todos… Por ejemplo, Nelo (S) trabaja más el jazz… Tenemos puntos comunes, pero luego esas diferencias, esa riqueza, también nos ha ayudado a crecer y definirnos… Por ejemplo, a probar arreglos que igual tú no harías… Eso te ayuda a avanzar como músico y como banda.

G: Claro. Pero hablando de rock andaluz, nosotros no nos juntamos en el local para hacer eso… Eso es clave en la banda. Cuando estamos en el local no estamos pensando hacer rock andaluz, ni psicodelia, ni fusión, ni progresivo ni nada… La idea es simplemente hacer canciones que nos gusten. Si al final una se parece más a una cosa u otra, eso es ya parte del proceso artístico… El que recibe la obra la interpreta como quiere. Evidentemente, nosotros tenemos nuestro poso y una trayectoria y gustos que terminan saliendo… Al final tú no puedes hacer algo que esté completamente fuera de lo que tú eres… Pero no hay ninguna pretensión de hacer rock andaluz, ni de revivir el género… Pero por otra parte, si nuestra irrupción sirve para que la peña escuche más a Triana, pues de putísima madre, claro. Eso es un orgullo a parte de todo. Nosotros nos juntamos en 2017 y queríamos ser una banda que si salía en 2018, hiciera cosas de nuestro tiempo, de 2018.

S: A nosotros, si nos comparan con formaciones de rock andaluz, es porque nos pasó como a esas bandas en su momento. Hablando con la gente de la época, ellos cuentan que querían hacer psicodelia, lo que escuchaban en aquel momento… A ellos les flipaba Pink Floyd, Led Zeppelling, los Doors… Ellos querían pegarse a eso, hacer eso, pero claro, si vives aquí… Gualberto, por ejemplo, vivía en un patio de vecinos, con su madre cantando y todos los vecinos también… Él era un fan de Jimmy Hendrix, pero claro, se juntaba con todo lo demás… A nosotros nos pasa igual, flipamos con la psicodelia australiana, con cosas de trap… pero claro, nos sale también el pellizco de que vivimos aquí.

Tirando de ese hilo que también os habrá calado, ¿qué música se escuchaba en casa de vuestros padres?

B: En mi caso me ha calado en cuanto al abanico tan amplio de miras… Mi casa ha sido muy musical, principalmente por mi padre… En su discografía hay jazz, blues y hasta electrónica. Una discografía abierta a todo lo que pueda pasar en el momento. Mi padre siempre está informándose y nunca se ha cerrado a nada.

G: Yo por ejemplo tengo discos de mi viejo y entre ellos, el tridente: Wish you were here de Pink Floyd, el Veneno y El patio de Triana.

P: Ahí está la verdad.

G: Tú lo has dicho. Esos son los discos que más ponía  mi viejo cuando yo era chico y son determinantes. Y claro, a mi me gusta toda la música, pero en esos disco y otros, el corazón palpita de una forma diferente. Y es verdad que ahora, esos tres discos, conforman un tridente muy gordo que está presente en lo que nosotros hacemos hoy…

Los ecos están ahí…

G: Claro, es lo que te decía antes. Nosotros, a la hora de crear, partimos sin límites y sin intentar ir a un sitio determinado, sino ir dándole forma a lo que va saliendo… Pero claro, uno viene de donde viene…

D: Tu ADN, donde te has educado… Eso está ahí.

G: Claro, si tu te has echado 250 horas escuchando El Patio de Triana o cualquier otro disco, termina saliendo por alguna parte…

Y además del suelo que pisáis de raíces sureñas, Andalucía y Extremadura power (tierra natal de Dandy), el faro y espejo primigenio de la banda está en las antípodas: King Gizzard & the Lizard Wizard. No sólo musicalmente, sino como actitud y casi forma de proceder de la banda… Hermanamiento que, por cierto, terminará de fundirse simbólicamente en tinta y papel tras esta entrevista, ya que, como sabéis, los King Gizzard son la portada del último número de 2020 de Ruta 66 y vosotros les dais el relevo como protagonistas, inaugurando el 2021 rutero. Habladnos de esa conexión y de la influencia que han tenido los australianos en DMBK.

B: Era lo que estaba sucediendo en ese momento y lo más interesante…

G: Es que nosotros nos juntamos el año que los notas sacan 5 discos. No queríamos hacer lo que esos notas hacían, sino esa libertad, esa manera de sudártela, esa capacidad de trabajo… Musicalmente nos flipan también, claro.

D: Es que está muy guay la propuesta. Se pasan por los huevos todos los clichés del rock and roll… Esa gente está totalmente entregada a la creatividad… Aparte del sonidaco que tienen. Ese es el ejemplo que hemos tomado nosotros, el de juntarnos, hacer discos y girar.

P: Yo no los conocía y cuando empezamos a ensayar, ellos me hablaron de los notas y me pillé el disco, el Microtonal Banana

S: Yo soy del Polygondwanaland

B: Yo de Nonagon

A ver, disparemos entonces, el disco favorito de los King Gizzarg de cada Motoreta

P: El mio es el Flying Microtonal Banana sin duda. A mi me encanta la música turca, el sonido anatolia del rock de los setenta, y ese disco de los Gizzard me voló la cabeza.

D: A mi el Nonagon y el I’m in Your Mind Fuzz… Bueno, y todos lo demás, claro.

S: Polygondwanaland. Rock progresivo increíble.

B: Ese es un discazo. Además me encantó ese momento en que, con toda esa libertad que trabajan, decidieron que ese disco fuera para la gente… Que dijeran, “este disco no lo vamos a editar nosotros, lo va a editar quien quiera”.

P: Mira que es difícil seguirle la pista a los cabrones, el ritmo que llevan…

D: Hay un término que usa mucho Gringo que es: “volcar la pileta”, lo de, vamos a sacar algo que la peña no se espera, que se están volviendo locos… Eso es lo que hacen los King Gizzard, cada vez que sacan un puto disco… Te dan algo nuevo de lo que mamar y en ese caso, con el Polygondwanaland fue eso, no solo os damo la descarga gratuita, sino que, coge a tus colegas, monta un sello y te damos los master para que tú lo puedas fabricar… Claro, es que dices, locos, vais tan por delante que nosotros queremos coger también esa verea…

G: Nosotros queremos ser vuestros colegas. (risas)

D: Y esa es una reflexión que he tenido yo este año, que me parece muy bonita y romántica, de pensar que las bandas de guitarras han vuelto a los orígenes… a esos 4 o 5 colegas que se juntaban a tocar en un garaje con cucarachas y lo que querían era ir contra el sistema y hacer canciones de tres acordes y pasarlo bien… Y ser colegas y sacar discos. Me parece una cosa muy romántica y bonita que está volviendo… Que el rollo glamuroso va para otros estilos y nosotros es para disfrutarlo, para estar en conexión con la gente, que te vean como un nota que podría ser su colega.

B: Y el amor a la música es a fin de cuentas lo que nos junta. Estamos aquí porque flipamos con lo que hacemos y flipamos creando… Somos fans de la creación y de lo nuevo…

S: De hecho, cuando estamos en el local componiendo y tenemos alguna disputa con algún arreglo o cualquier cosa, siempre hablamos ya de la canción… “Lo que la canción pide”. Ya la idea no es de cada uno, ya es de la canción. Una cosa que existe y tienes que hacer que crezca. Esa cosa ya no es tuya, es de la gente que la va a escuchar después.

P: Y le damos millones de vueltas, todas las propuestas se escuchan… No es un trabajo fácil, pero al final se queda lo mejor.

Primer concierto en Funclub (Sevilla), 2017

La pregunta de como surge el nombre os la ahorro, pero la también genialidad del término “kinkidelia” hay que reexplicarla, please. Eso de “sacarle la navaja a la vida, antes de que te la saque ella”, vuestro propio ADN remarcado entre neones antes de que os etiqueten… ¿Cómo nace el concepto? Habéis dado muchas definiciones, pero me reí mucho con una que decía algo así como que la “kinkidelia” era: “Volcar una bandeja de serranitos en un tanque de ácido y que un tigre rosa aparezca y beba de él”.

(risas)

G: Lo de la kinkidelia es lo que te comentaba antes, cuando estábamos en los inicios en el local confeccionando el sonido de la banda, siempre teníamos momentos en los que decíamos, “hostia, esto es muy kinki”. Y claro, como estábamos haciendo psicodelia entre comillas, dijimos: “psico-kinkidelia”, incluso llego a tener otro apellido, porque nos gusta mucho poner apellidos: “psico-kinkidelia-tropical” (risas). Por sonoridad, no porque tuviera nada tropical.

D: “Psico-kinkidelia-evangelista” también (risas).

G: Y justo cuando íbamos a sacar el primer single, Tali (Carreto, co-director del Monkey), nos dijo: Esto hay que recortarlo, “kinkidelia” mejor. Tali es muy responsable también del nombre. Un saludo para nuestro hermano mayor. (risas)

D: Tali ha estado con nosotros desde el principio en este proyecto, ha sido clave.

P: La verdad es que el tío ha empujado…

G: Y lo sigue haciendo.

Sacáis el disco debut en 2018 y lo reventáis en cada directo, tanto en salas, como en festivales. El interés general por la banda y su universo crece como la espuma y pasáis de ser grupo revelación, a un reclamo que todos quieren tener cerca y ver en directo…

D: Tuvo como 2 o 3 meses la cosa, con la gente ahí descubriéndolo, que no sabía muy bien por donde iban los tiros… Pero hubo un par de momentos claves al poco, que dijimos, aquí se está liando parda. Recuerdo dos días seguidos que fueron: Madrid Teatro Barceló y Primavera Sound Barcelona, y uno de los primeros bolos en sala que dimos en Valencia y se lió de locos, y ya nos dimos cuenta de que la cosa estaba funcionando de verdad.

G: Hubo un momento muy importante también, cuando tocamos en el Monkey Weekend en el Puerto, en la plaza Alfonso X, que la peña decía: “Vamos a ver al grupo de una canción”, porque teníamos el videoclip y la otra canción en bandcamp. Por eso Tali es muy importante también, porque nos programó a esa hora, en ese sitio, y estaba la plaza abarrotá… Aquello fue un punto de inflexión. La gente se dio cuenta de que teníamos más de una canción y recuerdo las caras de “¿esto qué es?” “¿y estos pavos de dónde salen?”

B: Fue el quinto bolo y 5000 personas viéndonos.

D: Yo tengo un recuerdo muy bonito de los primeros conciertos… Te están dando los focos en la cara y sólo ves las primeras filas, pero hay un fundido en negro cuando termina la canción, iluminan al público y ves la cara de la gente como diciendo: “¿esto quecoño es?” “No sé si me gusta o si no me gusta…”

P: Pero me han revoleao la cabeza (risas)

B: Era raro, porque algunas veces, sabiendo que la banda ya estaba teniendo aceptación y seguimiento, la gente no terminaba de romper a enloquecer en algunas partes del concierto… Pero lo que pasaba es que estaban asimilando esa expectación y no se había desinhibido aún…

Sí, se notaba en el ambiente cierto shock colectivo…

D: Shock, esa es la palabra, exactamente.

G: Y también hubo un clip, que no sé exactamente cuándo pasó… Fue en el momento en que, justo antes de salir al escenario, nosotros tiramos una intro, antes de “The New Gizz”, y salimos y la peña ya nos está aplaudiendo y gritando, “¡tomalo, dejalo, ueee!”. (risas). Todo el mundo loco…

S: Ese arreglo, esa pausa, no estaba pensada para que la gente cantase, y de repente la gente dejándose allí la voz…

D: Eso es bonito, tío…

S: Y cuando la gente se emociona… Por ejemplo, al final de “Samrkanda”, hay veces que me fijo en las primera filas y hay gente emocionada, llorando…

P: Y en “Somnium” también…

S: Yo, que soy mucho de ir a un concierto y emocionarme y ponerme a llorar como una magdalena… Eso a mi me llega un montón…

P: Y con tus canciones, tío. (risas)

Y en el siguiente Monkey del Puerto, doblete para el recuerdo: tocasteis antes que los Flamin’ Groovies en el Castillo, y al día siguiente en la plaza, en el homenaje a La leyenda del tiempo de Camarón…

S: Justo antes de ese bolo, en el backstage, se acercó un de los Flamin’ Groovies para felicitarnos, que nos habían visto por la tele en los concierto de Radio 3 y que les habíamos encantado a todos.

D: Y al día siguiente fue el homenaje a La leyenda del tiempo de Camarón, que fue una fantasía… De esas cosas que recuerdas luego como si fuera una neblina… que maravilloso recuerdo y que bien me lo he pasado…

P: También es curioso de los primeros bolos, a parte de todo lo que han contado los compadres, yo recuerdo algún bolo más triste de gente, que ya teníamos merchan y se vendía una barbaridad… Esa vez en concreto, recuerdo el poco público y muy tranquilos en el concierto y después, locos comprando… Supongo que porque veían algo especial…

D: Te acercas a firmar después y se siente eso, como decía antes, “una banda que podían ser tus colegas”. la gente se te acerca luego y te podrías tomar una cerveza con todos ellos… Bueno, no te da tiempo, pero tienes esa cercanía y eso es muy bonito… Me acuerdo de tocar en el BBK en el escenario principal y yo flipándolo. Y al día siguiente tocaban los Idles y me metí en el pogo a muerte… Y de repente, en medio de la marea humana, llega un chaval, se me engancha y me dice: “¡Tío, lo flipé ayer con ustedes! Toma, esto para tu guitarrista”, y me dá una púa. (risas). Así todo, como colegas, cercanos…

S: Nosotros en los conciertos, desde los primeros bolos, no estaba pactado y Dandy se baja a abrazar a la gente… Y digo yo, “¿cuánto compases?” (risas)

P: ¿Cómo vamos a rellenar este espacio? (risas)

S: Pero ¿esto qué es, tío?

D: Kinkidelia. (risas)

S: De hecho, cuando volvimos a salir de gira tras el confinamiento, de dijimos a Dandy, “tío, nos vamos de gira, pero con esto que está pasando no puedes abrazar a la gente, eh” (risas)

D: Ahora se hace raro no estar en contacto con la gente… Me acuerdo del primer bolo tras el confinamiento, en Málaga, y claro, tocamos dos canciones seguidas y tiene que dar las buenas noches y decir algo, pues fue acercarme al micro y me pegué una pechá de llorar que hasta que esta gente no me dieron unas cuantas palmetas en la espalda, no tuve cojones de decir nada más… Es que estábamos todos emocionados, después de dos meses encerrados… Necesitábamos tocar…

Claro, estaba todo a flor de piel… Ese fue también nuestro primer concierto post confinamiento y era todo muy raro, sentados, con mascarillas todo el rato y con muchas ganas de música y compartir…

D: A mi me devolvió la fé en la humanidad… Te das cuenta de que, cuando nos organizamos, cuando verdaderamente tenemos ganas de hacer algo cultural… ¡mira como se puede! y cumpliendo todas las medidas de seguridad sin ningún problema…

P: La energía fue muy guapa…

D: Ha sido una prueba y una sensación bonita, por lo menos para mí. Decir: Da igual lo que pase, nosotros la actitud la vamos a mantener en el escenario y lo vamos a dar todo… Nos vamos a tirar al suelo, lo vamos a vivir y transmitir como siempre…

Ese rápido crecimiento de la banda en tan poco tiempo, os ha llevado a colaborar, tanto en estudio como en directo, con muchos artistas diferentes: De Quentin Gas (con Dandy cantando en “Shani”), a Rocío Márquez, en el homenaje a La leyenda del tiempo de Camarón que se hizo en el Monkey, “Viejo mundo” que grabasteis luego en el 7 pulgadas Nana del viejo mundo; pasando por la “Buleríâ del aire acondiÇionao” con Califato ¾ y volando muy alto con “Alas del mar”, a pachas con el maestro Kiko Veneno. Habladnos un poco de estas colaboraciones y de como surgieron.

D: Pues el tema “Shani” me encantó. Me dijo Quintin que si quería cantar una canción en su disco y le dije que claro que sí, somos hermanos. Estuvimos en el local maquetando y era un tema que compuso él y yo le puse sólo la voz… El de Califato, “Buleríâ del aire acondiÇionao”, la letra de mi parte si la hice… El de Quitin quedó genial, lo grabamos en la Mina y el disco en sí es una pasada, ese viaje que tiene…

¿Y lo de Rocío Marquez como fue?

D: Maravilloso. Rocío Márquez es una diosa. Es de esta gente que está marcando una época y ni siquiera se lo toma en serio. Ella simplemente hace lo suyo, sigue adelante y ya está. Es super amable y cariñosa.

B: Es una tía auténtica.

G: Es un ser de luz y encima es una enciclopedia del flamenco, tienes unos conocimientos a unos niveles de erudición total… Hicimos con ella la versión de “Viejo mundo” y primero trabajamos nosotros nuestra movida kinkidélica, previo a ir al local, y cuando llega ella con la debla… De repente nos manda un mensaje de whatsaap: “Para esta parte lo que he pensado es un palo de flamenco que es una debla, que aguanta un tono todo el rato, va como sin compás, al aire…”. Y claro, cuando hicimos eso, es que más psicodelia que esa parte de Rocío no la hay, y eso es puro flamenco de raíz…

S: Yo recuerdo que cuando estábamos montando el tema las semanas previas antes del Monkey, yo decía, “no me gusta como está quedando, yo esto no lo veo…”

B: Eso es muy de Nelo (risas)

S: Y llegó ese momento y yo recuerdo estar en el concierto con los vellos de punta, casi llorando…

G: Luego en el estudio fue también un momento muy mágico… Hizo dos tomas y se quedó la primera.

B: Ahora que llevamos en nuestro repertorio el “Viejo mundo”, creo que todos, pero más Miguel, claro, cada vez que llega en los conciertos el momento del tema, lo encaramos con un respeto grandísimos, todos a una, y no solo por Camarón, sino por como lo defendió Rocío…

  1. Migue lo hace mejor que Rocío (risas)

B: Al final la huella que dejó Rocío como persona y como artista en nosotros, caló, caló muy hondo…

Y la última colaboración fue nada más y nada menos que con el maestro Kiko Veneno…

D: Eso fue un sueño. Cuando estaba hablando con Tali y me dijo que había hablado con Ángel Carmona y que le había propuesto que hiciéramos un tema con Kiko Veneno… Yo estaba en el bar donde trabaja mi novia, hablando por teléfono, y se me empezaron a caer las lágrimas por la cara, y mi novia: “¡¿Qué te pasa?¡ ¿qué te pasa?!” Y yo: ¡Que vamos a grabar con Kiko Veneno!

Le dije al Tali, ya verás cuando se lo diga al Gringo…

P: Gringo es que es un colgao de Kiko Veneno, una pesadilla de nota… (risas)

¿Te llevaste el disco de Veneno de tu padre para que te lo firmara?

G: Lo tenía en Morón, si lo hubiera tenido aquí, me lo habría llevado fijo. Yo, en mi lista de cosas que tienes que tachar en tu vida, cuando yo me fumé un porro con Kiko Veneno, chico tachón que hice. (risa). Escribir un libro: No. Fumarme un porro con Kiko Veneno: SÍ. (más risas). Pero lo que fue increíble de verdad, fue…

D: Ver al druida hacer el potaje.

G: Claro, porque el arte es una palabra muy pomposa, pero al final nosotros somos artesanos, hacemos vasijas, a veces nos salen mejor y otras peor… Pero, cuando nosotros nos juntamos con ese señor de pelo blanco y de repente ves como el nota coge el barro… Nosotros llegamos a La Coruña unos días antes que él, entonces nosotros dijimos, vamos a adelantarle trabajo, y le pusimos unas cuantas cosas encima de la mesa… Y el nota tiene la sabiduría de decir, mira, esto sí y esto no… Y tenía razón. Un maestro. Y la convivencia allí con él durante una semana…

B: Comiendo y oliendo a pan.

P: Compartiendo la leche frita de postre con Kiko. (risas)

S: Yo cada vez que escucho el tema, o incluso cuando lo tocamos ensayándolo, yo revivo esa semana, tío.

P: Era recogernos Jose, el encargado, a las 8 de la mañana, y luego a Kiko, y llevarnos al estudio, y allí metido hasta la noche…

D: Una pasada. Nada más que poder tomarte un café media hora con Kiko y charlar… Además, que no te cuenta su vida como un señor mayor, no, el nota te está preguntando, “¿y tú qué música escuchas? ¿qué discos te han gustado este año? ¿qué referencias tenéis ahora los Motoretas?” Está en una búsqueda constante… Si le preguntas lo que sea, él te lo cuenta, pero sino, el te pregunta por música y por arte… Es una nota que está nadando en esa búsqueda constantemente… Todos a esa edad quisiéramos ser así… Quiero seguir sacando discos, quiero seguir juntándome con gente joven, bebiendo de aquí y de allí, teniendo mi sello propio, pero buscando e indagando cosas nuevas continuamente. Eso es un ejemplo total, simplemente con su comportamiento.

G: Yo recuerdo la magia total, cuando ya habíamos grabado la base del tema nosotros y Migue su voz, y le toca entrar a Kiko en la cabina a grabar la suya… Y el nota, tío, hizo su primera toma sin calentar ni nada, y tiene el “gapito” en la garganta, que parece un efecto y es su puta voz. Grabó tres tomas de la canción completa y se quedó esa, la primera.

Y ahora sí que sí, nos acercamos al presente, y nos lanzáis una onda vital con aroma a “serranito western” (eso también es vuestro), repitiendo la jugada ganadora de “El salto del gitano”: estrenando adelanto del nuevo disco, “El Valle”, con otro rompedor vídeo made in kinkidelia (Gringo in da house). ¿Cómo fue esa jugada?

G: Sí, a ver, parte de la propuesta de los Derbys es que los vídeos también tengan una buena potencia estética, porque claro, desde el principio ya nos dimos cuenta, ya no solo por el proyecto, sino por las bandas previas… Yo por ejemplo, con mi banda anterior, tenía unas reproducciones en bandcamp, por ejemplo, y en youtube se duplicaban o triplicaban… Claro, tú a día de hoy, no puedes presentar algo simplemente con un audio, tienes que reforzarlo con imágenes. Entonces los vídeos son parte también de la propuesta de los Motoretas, y el de “El Valle”, la verdad, es de los mejores que he hecho.

B: Hay se pegó un buen curro.

D: Es soberbio, un currazo.

S: Tuvo muy buena producción, fueron varios días de rodaje, que eso también ayuda bastante.

D: Fue una locura…

G: Era pre pandémico además, porque ahora, el vídeo que viene, está supeditado a la situación actual, claro. En el video de “El Valle” tenemos 6 localizaciones diferentes, o sea, tuvimos la suerte de rodar, por ejemplo, en el puerto de Sevilla y, la pelea final, en la Fábrica de Artillería…

G: Y coincidencias, resulta que al Migue, una chavala le hace los pantalones y otra los bordados que lleva, pues la que nos tenía que firmar el permiso para rodar allí, ¡era la madre de la que le hizo el pantalón! (risas) Entonces, en una semana nos dio el permiso, cosa que ahora mismo es imposible…

Centrándonos en estas nuevas diez canciones de Hilo negro, en las que, continuando por vuestros fueros, aportáis un extra de potencia y madurez compositiva, más nuevos ritmos y arreglos… ¿Cómo encarásteis este segundo asalto tras el exitoso debut, a  sabiendas que todos los focos os iban a perseguir?

P: La verdad es que hemos trabajado de la misma manera que al principio. Alguien lleva un cacho de algo y de pronto se dispara allí la creatividad de todo el mundo y se mete en la misma caldera.

Pero, ¿hubo algún momento, alguna duda de decir “tío, vamos a tirar un poquito más para acá o para allá?

P: No, ha sido como siempre.

S: Hay ideas que se han quedado por el camino, en plan diciendo, “quillo, es que esto no suena a nosotros”.

B: Sí, o que era difícil rascarle nuestro sello de entrada… Todo lo que ha ido surgiendo se ha trabajado mucho… Las ideas se han desarrollado y ha sido como: “illo, aunque una cosa sea diferente a la otra, se le puede dar esa unidad, esa identidad”. Y ahí ha habido un trabajo importante de producción… Scott (Gringo), junto con Jordi Gil, han desarrollado de puta madre para encontrar esa cohesión… Y también, volviendo un poco a lo que se habló antes de cómo nos afectó la pandemia, recalco que, si no llega a ser porque hemos tenido este intervalo de tiempo de reposo y de trabajo extra, no hubiera salido este disco. Habría salido otra cosa, muy encaminado a lo que teníamos, porque había muchas canciones que ya estaban trabajadas, pero otras han ido surgiendo a lo largo de este periodo. No creo que hubieran salido con el mismo gusto, y ahí sí que ha tenido una importancia relevante la situación a la que nos hemos visto obligados a someternos.

G: De alguna manera, por eso el disco es más continuista, porque nosotros con este disco no nos hemos sentado a decidir que vamos a hacer, sino que lo hemos trabajado como el primer disco. Simplemente nos hemos comprometido con la canción. Podríamos decir que somos un grupo de canción, llega un momento en que decides si haces canciones u otra cosa. Entonces, nosotros el disco lo hemos planteado como el primero, vamos a hacer canciones de puta madre, que a nosotros nos flipen, que nosotros las escuchemos y digamos “illo, esto está guapísimo”, y ya  al que le guste que le guste y al que no le guste que no le guste.

S: Pero hay muchas canciones que se empezaron a germinar durante el primer disco, creo yo. Pero, como he comentado antes, se nos vino todo encima y al final nos pusimos a preparar la gira y esos temas se quedaron todos por ahí… Cuando llegó el momento de hacer el último disco, se retomaron las ideas.

Portada Ruta 66 Enero 2021

Me gusta mucho también la evolución que encontramos en “Somnium Igni – Pt. 2”. Si en el disco anterior sonaba ya rompedora su primera parte, era también la pieza “acústica” y como comentamos, la que más podía sonar a Triana… Ahora, en esta segunda parte, conserva todo su poderío y termina en una especie de rave que se antoja un bombazo en directo…

G: Sí, es que digamos… Ya se verá con el tiempo, de alguna manera, estos dos discos están conectados, forman parte de un mismo momento, momento en cuanto inercia. Entonce están conectados desde esa canción, porque esa canción fue de las primeras que él (D) me envió cuando estaba en Edimburgo, y que no iba a entrar en principio en el disco, pero que al final entró… Y nos sirve un poco para soltar toda la kinkidelia, para plantear estos dos discos como lo hemos hecho, simplemente hacer canciones que nos gusten. Quizás en el tercer disco, pues a lo mejor nos planteamos una movida más conceptual…

Tanto en la segunda parte de “Somnium Igni”, como en lo dos siguientes temas, “Turbocamello” y “Caño Cojo”, encontramos las percusiones de Javier Ruibal Jr, única colaboración externa a la banda en el disco (aparte de los teclados y sintes de Jose Alberto Ugía Cabezas, al que luego nos referiremos). ¿Cómo se dió esa colaboración y que le aporta especialmente a “Turbocamello” y “Caño Cojo”? Me encanta, por cierto, el aroma oriental que tan bien manejáis y rebosa “Turbocamello”, tanto las cuerdas como esas congas de Javi, con un bajo también muy protagonista…

S: Es que a Javi y yo hemos tocado un montón en el Puerto de Santa María, hace muchísimos años. Los dos somos del Puerto. Y cuando dijeron, “quillo, hay que meter una darbuka”, dije yo, esto lo tiene que grabar un percusionista de verdad, y llamé a Javi. Y vamos, a Javi que le gusta la música experimental y le flipa nuestra banda, pues dijo del tirón: “Lo que haga falta, voy para allá y lo que sea”.

D: la verdad que el tío se la marcó.

Y los sonidos orientales, turcos, rollo Microtonal banana

S: Pues un compadre mío, que es lutier, nos prestó una guitarra que está adaptada a sitar eléctrico… Y la influencia de la psicodelia turca nos viene sobretodo por Toni (P), que escucha mucho ese estilo, así que la onda Microtonal banana nos encajó super rápido. Yo llevé un día la guitarra esa adaptada a sitar al local, la dejé en un pie de guitarra y voló de mano en mano. La cogió Scott y luego Migue se la llevó a su casa… De hecho, se mudó de casa y la guitarra sigue con él (risas)

D: He compuesto temas con esa guitarra, es una pasada…

S: Aporta una sonoridad que es muy orgánica y nos da otro color que no teníamos de repente.

Y el tema de teclados y sintes en este disco, también ha crecido un poquito parece, ¿no?

G: Sí. Motoreta es una banda donde los elementos son guitarra, bajo, batería, una voz potente y un apartado donde aparecen sintetizadores e instrumentos… Entonces para nosotros es clave la figura de Machete Carrasco, puesto que antes ocupaba Máscara, que dejó la banda…

Ahora que ha salido el nombre… Justo cuando dejó la banda Máscara, había un momento que se repetía en los directos y nos hacía mucha gracia, cuando escuchábamos entre el público: “Se ha quitado la máscara… ¡Pues es mono el chaval!” (risas)

B: De hecho, desde el minuto uno que  pisó el escenario con nosotros el Machete Carrasco, la frase que más ha recibido él en sus oídos,  ha sido esa, “illo, por fin te has quitado la máscara”.

Volviendo al disco: “El Rosario de la Aurora / se ha formao en la farola del descampao”. Las letras, Miguel/Dandy. Otro sello indiscutible de la banda, con un rollo muy onírico siempre y yo diría que lorquiano, empapado de psicodelia y folclore andaluz y extremeño… ¿cómo es ese proceso compositivo?

D: Hombre, a la hora de hacer las letras yo lo que intentos es plasmar con palabras el carácter de cada canción, pero eso es algo que me viene ya de las canciones que estamos haciendo entre todos… Es como ponerle palabras a unas imágenes que estamos creando entre todos, tampoco es que se trate de que yo tenga ese cometido, yo solo, sino que bueno, que viene de este universo que nosotros estamos creando, en el que, en la mayoría de los casos, le pongo palabras.

Entonces, el modus operandis es casi siempre escribir la letra sobre la música ¿no?

D: Sí, sí, como una cosa que hacemos entre todos y al final dentro de esa bóveda, pues pongo yo el último ladrillo, que son las letras, pero que viene apoyado por todo ese universo que estamos creando entre todos.

S: De hecho yo no vi el color de la banda hasta que este no trajo la primera letra. Estábamos ahí improvisando, haciendo canciones y este empieza a buscar el tono, la melodía… y yo decía, esto que coño es, y cuando trajo la letra de “El Salto del Gitano”, dije, hostia puta, ahora ya es cuando veo el cuadro completo.

D: Para mi ha sido un ejercicio de no dármelas de poeta, sino hacer las cosas fáciles, naturales, como es la forma de crear de la banda.

S: Es que además nosotros nunca le hemos corregido ni una palabra

G: ¡Yo sí! (risas)

D: Sí, de hecho lo de “Gitana” lo hemos hecho entre los dos, o sea, que no es una cosa que yo diga, traigo esta letra y es inamovible, sino que si hay algo que cambiar, se cambia sin problemas, como cualquier otro elemento de la banda.

P: Sí, pero vamos, los poetas son ellos dos (G y D)

Siguiendo un poco con las letra y temática del disco, parece claro que el AMOR reina, quizás lo único verdaderamente importante, claro. Por ejemplo: Desde la inicial bienvenida en “El Valle”: “Una vuelta al sol son tus abrazos /y el Valle de la Verdad veo en tus labios”; a ese “Que el amor sea siempre lo primero, / que nadie se mate por dinero” de “Caño Cojo”, o en el “Lo más lejano es un punto interior / y se abre la tierra ante tu corazón… / En la Cuesta de la Sangre voy a verte mi amor…” de “RGTQ”. ¿Le ponemos nombre a RG?

D: Eso es como el “SINAQUE”, eso hay que llevárselo a la tumba.  Eso es como el episodio de los Simpson de la 2ª Guerra Mundial, en el que guardan los cuadros, tiran las llaves y eso… Mueren todos y no pueden recuperar los cuadros (risas).

G: Al final, las letras, como la música, como la banda, es un canto al amor y a la libertad… No a la libertad de los de Núñez de Balboa, la libertad de verdad. Básicamente es eso, al final nosotros estamos aquí dos días y se trata de querernos y de vivir free. De eso va todo, resumiendo palabras.

Pero te han mirado a ti cuando he dicho lo de “RG” (risas)

G: A nosotros nos gusta mucho el momento ese de las leyendas de Led Zeppelin, que lanzaban los rumores y demás, esa coyuntura nos gusta mucho, así que lo vamos a dejar ahí. (risas)

B: Eso quedará  ahí perpetuo hasta el disco de Greatest Hits. (más risas)

D: Ya que hemos hablado de ese tema, lo de “la Cuesta de la Sangre” es una calle que hay en Trujillo, es una de las calles que bajan del castillo de Trujillo… Ahí lo dejo. (risas)

Ya vamos llegando a su fin (lo típico que se dice…) y “soñando para que sea verdad”, una “Gitana” se amarra el pelo con una cinta de hilo negro… Contadnos la historia de este tema y de ese Hilo negro que da título y envuelve el disco. No sé si es el tema central…

B:  De hecho es el tema central, es el tema que se compuso ya encarando lo que es este periodo y lo que es el segundo, y que de cabeza iba a entrar en este segundo disco.

S: Es, como te hemos dicho antes, que se nos vino encima el primer disco y estuvimos ensayando el directo… Ese tema estaba entre medio de todo, de hecho empezamos a tocarlo en directo. Sí, este tema lo hemos tocado en la primera gira entero.

B: Hubo un periodo que se usó, sí.

S: Porque no teníamos repertorio suficiente y este tema nos gustaba tanto que dijimos, “illo vamos a montarlo”. De hecho  ha sido el más fácil de grabar y de postproducir, porque estaba super trabajado.

P: De hecho, Jordi, nuestro productor, dijo, “hostia, como se nota que habéis rodado este tema”. Porque iba vamos como un cañón.

D: Sí lo de “hilo de negro” es un cachito de letra antigua que muy bonito vamos.

S: Ese tema igual, salió en el local de manera orgánica, se fue montando entre todos,  con ideas que iban surgiendo.

P: Empezó con un tanguillo creo… Además decía algo de “torito chico” al principio… Hostia, fue un curro muy largo.

S: Pero fue guay, fue un parto doloroso, pero nos quedó un tema con el que estamos muy contentos.

¿La letrilla esta se la cogisteis de alguna interpretación en concreto?

D: Bueno, son temas populares que hemos cogido.

G: Ese tema empezó siendo como algo progresivo, en plan nos empeñamos: “no, esto es 5×4”, y de repente, cuando este tuvo que tocarlo se equivocó y lo hizo en 6. Lo hizo normal, y ya así se quedó, o sea que fue muy natural todo…

D: Claro, eso ha sido una de las cosas también a destacar de este segundo disco, haber tenido tiempo para componer y jugar con compases un poco más fuera de lo normal, con bases en 6, con bases en 5…

P: Pero en verdad, no jugábamos con ello, simplemente salían naturales.

Y lo del tema de las letras populares, que es super típico del flamenco o el blues, lo de rescatar…

P: Sí, en el flamenco, el blues o el country, en todos los géneros auténticos de raíz… La sabiduría del folclore, claro.

D: Sí… Esas dos estrofas prestadas me conectaban muy bien con el resto de la canción, con lo que quería decir…

Sí, a eso que decía Toni (P) iba también, por ejemplo, Morente fue de los primeros que propulsó eso de unir la poesía culta con el flamenco, pero también le encantaba reflotar letras populares, tesoros que no debían perderse… Entonces te quería preguntar, Miguel (D), si en ese ejercicio de rescatar esas dos letrillas, a parte de que te cuadraran estéticamente, había algo más…

D: Tampoco ha habido una intención conceptual en eso, sino que viene de lo que hemos hablado antes, del ADN, de lo que hemos mamao, de las letras del blues y del flamenco…  Vamos, la poesía flamenca es, desde hace siglos, una cosa a tener muy en cuenta, porque es muy bonita, esa forma de explicar de manera costumbrista cosas tan profundas… El flamenco lo expresa muy bien… Y nombrando otra vez a Kiko Veneno, el arte de englobar cosas tan grandes, en cosas tan pequeñitas… Hablando con esa sencillez y poesía de lo mismo, de las cosas importantes, de lo que decía el Gringo antes, de la vida, del amor, del universo, de querernos, de lo poco que vamos a estar aquí…

G: Las canciones flamencas antiguas son como haikus. Al final es una estructura base en la cual un ser humano presenta una cosa y hay un conflicto, lo muestra y lo resuelve o no… Es la simpleza pura, porque desde el escriba hasta el barrendero, todos  lo pueden entender.

D: Sí, eso es lo bonito también, que lo pueda entender cualquiera. Antes has nombrado a Lorca, claro, la poesía de Lorca, las Bodas de Sangre o el Romancero Gitano, eso le llegaba a mi abuela, igual que me llega a mi o que le llega al más erudito, o sea que eso es algo bonito, que expreses algo profundo y lo que decía Silvio, que el que llega hasta el Betis, que llegue hasta el Betis, y al final, la CIA, tú y yo somos los que sabemos la verdad, que cada uno le pueda dar su interpretación, pero que le pueda tocar el alma a cualquiera, ¿no? Esa es la verdadera expresión artística, cuando algo lo puede entender cualquiera porque le llega con esa fuerza…

P: Claro, con pocas palabras, creas algo y llega a todo el mundo, esa es la clave.

D: Tanto a nivel vocal, como alguien que toca la guitarra y que está volcando su alma ahí, que se puede entender sin necesidad de ponerle palabras o de darle una lectura super profunda…

S: Sí, “El Valle” lo compartió Bunbury y Andrea Levy, tío. (risas)

 

Siguiendo y terminando con el flamenco, en algún concierto de los tantos en los que os hemos podido disfrutar, alguien te definía como “un Robert Plant con arte”, como si Bon Scott supiera arrancarse por bulerías… ¿Hay conexión para ti, en tu forma de componer y/o cantar con el flamenco en sí?

D: Hombre, yo entiendo esa pregunta como más personal, no sé, yo soy un cantante de Rock, pero muy aficionado al flamenco… Sí, me gusta, me encanta el flamenco. A todos nos gusta mucho el flamenco en realidad, intercambiamos gustos, cantaores… Para mi el flamenco siempre ha sido una cosa como para divertirme, disfrutarlo. No ha sido una cosa que yo me haya dedicado profesionalmente, ni que yo sea un entendido, ni que yo sea cantaor flamenco, claro. Pero es algo con lo que he aprendido a cantar, que me gusta mucho, que soy un gran aficionado y ya está, más allá de eso tampoco tengo más profundidad en el flamenco.

B: forma parte de esas influencias que al final, aunque no sean intencionadas, acaban apareciendo, forma parte de su ADN y como cantante, pues eso, al final se acaban reflejando de alguna manera. Pero no es eso, no procura ser flamenco.

D: Claro, es que si buscara eso sería ridículo, lo que hemos dicho antes de Rocío, si yo intentara cantar la debla como ella, me quedo en bragas, me lo tengo que llevar a mi terreno a la hora de presentarlo en directo.

Pero eso no quita que en alguna comunión o en alguna boda, te hayas arrancado por bulerías o algo, ¿no?

(risas)

D: Sí, sí, claro, yo con los colegas y eso.

B: Sobretodo en cumpleaños, ¿no? (risas)

D: Ahora que ha entrado el Machete Carrasco en la banda, que es muy flamenco también, que le encanta El Torta, en na que nos tomamos tres cervezas, nos ponemos a cantar por el Torta, por la Paquera y lo que sea.

Seguimos tirando del Hilo negro y, a los 12 monos postapocalípticos de Terry Gilliam, le añadís uno más y tenemos “13 monos”, una de las piezas más afiladas del lote, con riffs cortantes y metaleros y una base rítmica muy potente… ¿Una de las pistas más heavy que habéis grabado?

P: Eso pensamos también. Salió del local así y dijimos, esto no le hace falta nada más.

B: Yo creo, además, que es el tema que más rápido ha compuesto la banda. Fue como “sota, caballo y rey”, tal como salió, así se quedó. La letra es lo que le faltaba y listo.

D: De hecho ,ahí ni siquiera estaba yo.

S: Luego, en postproducción sí que había que darle un par de vueltecitas a algunas cosas, porque fue tan visceral… Tocarlo en el local, hacerle un par de arreglos y decir, “illo, esto lo vamos a grabar ya”, y lo grabamos y en posproducción sí que hubo  que darle un par de vueltas, pero lo que se escucha es prácticamente lo que todos vimos en ese momento.

G: Es un tema que estamos deseando tocar en directo, con la gente de pie y que haya bulla de la buena… Es un cóctel molotov.

Y termina la madeja de Hilo negro con la oscuridad resplandeciente de dos temas que siguen esa estela dura y metalera, de Black Sabbath a otras referencias clásicas… “DAMELA”, con un final que te araña por dentro,  y la atmósfera densa (con esos efectos vocales de inicio) de la “La Cueva”. ¿La lucha y el empoderamiento femenino? ¿la mujer como faro y esperanza salvadora? Va por ahí el presente y la canción de cierre o he entendido mal la letra? Habladnos de estas dos pistas finales que cierran un disco que también “echa a volar en la tormenta”, please.

D: Tu puta madre, te voy a dar un abrazo tío, ¡el cabrón como lo ha cogido! Ya está, lo de “La cueva” está respondido. (abrazo y risas)

B: “Damela” fue un trabajo en el que reciclamos dos ideas que estaban previstas para otro proyecto, una propuesta que se nos presentó hace varios meses

P: Varios meses no, años…

B: Fue algo que, además de ser ideas del Gringo, que estaban ahí, decidimos reciclar y ver de qué forma podíamos incluso juntarlas… Y al final salió un tema, yo creo que muy redondo y muy certero. Muy directo. Y luego “La cueva”, que ha sido uno de los temas del disco que podríamos denominar “pandémicos”, yo los catalogo así… “La cueva” ha sido el tema pandémico de Dandy. Bueno, la canción venía de él, de  Migue, y luego se le ha dado el “revestimiento”. Scott le puso el primer vestido a la canción, digamos, y ya luego se le ha dado la forma en el local. Estos dos últimos temas son de dos periodos muy diferentes, pero, al final, justo van correlativos y funden bien. Y sí, hay influencias más oscuras, los guiños más clásicos del disco, de nuestra humilde discografía, diría… Para mi, ese tema, “es el tema Motoreta, menos Motoreta”, entre comillas, porque es, junto con “Somnium”, donde yo creo que más homenajeamos…

S: Es donde más se ve nuestro background, digamos, porque además, la rueda del final la peleamos un montón, ahí es donde se vieron las fronteras de cada uno.

D: De hecho, hubo sangre en el local. (risas)

S: Pero al final todos entendíamos lo mismo… Todos entendíamos lo mismo, pero queríamos ir cada uno a un sitio distinto. (risas) Estamos muy contentos con el resultado. Cuando grabamos la primera maqueta, yo salí súper entusiasmado del local, diciendo, “esto es lo que le faltaba al disco, una cosa así”.

G: Pero David, lo de Iron Maiden es porque se parece a la de… Vamos, que tú eras seguidor de Iron Maiden, ¿no? Ya cuando estaba el tema grabado, fue cuando nos dimos cuenta que se parecía…

B: ¡No iba él por ahí! ¡No iba por ahí! (risas)

G: Si ha pillado de qué va “La cueva”, ha pillado eso fijo, ha dicho lo de metalero y todo… (risas)

Sí que lo tiene y suena brutal, pero bueno, esos aires vamos a dejar que la peña los descubra sola… Y ahora me quedan por aquí, las preguntas que tenía por si la entrevista quedaba muy corta…

(risas, muchas risas)

Ahora que estamos todas las revistas con “lo mejor del año”, tanto internacional como nacional, que saldrán en el número de enero con vuestro reportaje, “vamos a hacer una porrita”, ¿qué os ha llamado más la atención nacional e internacional de este 2020?

S: Está claro, Los Estanques y María José Llergo.

P: Y Moura, yo soy muy fan de Moura, son súper clase.

D: El disco de Los Estanques es muy bueno, de locos… Y a nivel internacional, Tame Impala se ha sacado un disco de puta madre.

B: A mi me gustaría señalar el último de All Them Witches, me parece un trabajo a destacar mucho… Es el disco de mi 2020.

S: El de Woodkid también…

G: Yo estoy muy enganchado a los japos, a lo Kikagaku Moyo. No han sacado disco este año, pero yo estoy on fire con esos pavos, y con Los Cogelones…

D: Esos me los descubrió hace un mes y la verdad es que lo flipamos.

G: Tanto Los Cogelones, que son de México, como los Kikagaku Moyo, que son de Tokio, ya son colegas nuestros. (risas) Nosotros por ejemplo, somos muy colegas de Los Estanques, porque es que somos lo mismo, jugamos en el mismo equipo de fútbol… Pues con esta gente igual, yo los veo y digo, ¡estos tíos son colegas míos! (risas)

S: Los Kikagaku son muy top.

D: Los Cogelones sí han sacado disco en 2020 y los tíos están despuntando porque, son como la psicodelia moderna King Gizzard, pero llevado a su terreno, que es más o menos lo que estamos haciendo nosotros. Sin pocas más pretensiones y además, creo que son hermanos todos… son cinco. Están súper guay.

G: Además, son mexicanos y pueden parecer, si los ves, de aspecto muy locos, pero tienen un estudio gordo sobre la música de raíz de México, sobre los sonidos ancestrales mexicanos… Entonces es muy interesante porque, por ejemplo, yo siento que tienen esa conexión con nosotros, con eso… Nosotros tenemos el background de Andalucía y ellos tienen el background de sus raíces… Tienen temas muy guapos, por ejemplo, uno con un coro de niños y tambores, que es como un rollo azteca raro y está guapísimo.

P: Hay está  también La Revolución de Emiliano Zapata, que son de los 70 y tienen ese rollo de fantasía rock setentera, pero con su onda mixteca…

D: Pues esta gente, Los Cogelones, hacen eso también, tienen mucho rollo de denuncia contra la globalización y la pérdida de la identidad, sin necesidad de decirlo explícitamente. Es como lo que decíamos antes, que nosotros no reivindicamos Sevilla, pero bueno, el sur de España, Andalucia, Extremadura, todo el rollo está en nuestra forma de expresarnos. A nosotros nos gusta que la gente saque sus propias conclusiones, de no dar las cosas mascaitas, que las cosas queden sujetas a interpretación… Que a lo mejor “La Cueva” te sugiera a ti una cosa y a otra persona otra, sin necesidad de expresar las cosas de manera explícita, que es otra de las cosas que molan de Los Cogelones estos.

G: Claro, el arte se tiene que completar en el que recibe el arte, la obra termina cuando la persona que procesa esa historia, le da una vuelta en su cabeza, en sus adentros, no cuando la terminas de grabar, de pintar o de esculpir. Por lo menos, nosotros lo entendemos así…

¿Cerramos entonces un temita con ellos? ¿Una Colaboración con Los Cogelones?

Todos: Hombre… ¡sería la polla!

G: Si tenemos la suerte de cruzar el charco, nuestro sueño es girar con esos pavos por Sudamérica. Ir allí, hacer México, Perú, Bogotá, todo lo que se pueda, con estos pavos y después, venirse para acá, que os vamos a enseñar Burgos (risas), Galicia, Córdoba… Molaría mucho.

Y de aquí de Sevilla ¿alguna cosita nos recomendáis?

D: Hombre, Sevilla está que arde… Vera Fauna, Califato ¾, Bronquio…

P: Riverboy.

G: Además, ¡en castellano! Chencho, claro…  Y Alvaro Suite, que ha sacado disco y ahora está currando en otra movida.

D: Está también el nuevo disco de Bazofia, que a mi me ha encantado, es del Loren, el de los Califato, que el nota  ha sacado un disco que te cagas.

B: Sebastián Orellana, de la Big Rabia, ha sacado un disco maravilloso, Dios Perro.

G: Los Space Surimi…

Todos: ¡Son de Jérez!

D: De nuestras bandas favoritas. Esto está muy vivo.

B: De hecho, ahora acaban de sacar un proyecto junto a Narco, Forzar la máquina, que acaban de sacar un primer single y está gracioso.

G: También tenemos a nuestro colega Nacho Sarria, que sacó ayer un single nuevo, que es de Málaga.

Y de vuestros otros proyectos ¿cómo va la cosa?

P: Bueno, más tranquilitos con los otros proyectos, porque como fue de pronto el boom de esto, pues claro… Los Milky estamos preparando el quinto disco, pero poquito a poco. Ya te digo, encima la pandemia, es muy complicado…

El anterior fue un discazo, eh

P: Hombre, Malinche es un discazo

G: Yo hace un año que dejé todo. Estoy 24/7 con esto.

S: Grabaciones con gente que me llama para trabajar con ellos, y he tenido conciertos así importantes con otra peña… pero nada, mi proyecto es este.

P: Vamos, yo estoy preparando mi disco de bachata en solitario (risas)

B: Yo tengo un disco grabado desde hace un año, que todavía ni se ha terminado de mezclar, porque es que esto no me ha dado la vida. Una banda que tengo, un power trío con otros dos hermanos míos, un power trío de stoner… Pero no ha dado pie a seguir desarrollándolo, porque el tiempo apremiaba en esto y cada uno tenemos nuestras historias, claro.

Ya por último, como estamos en tierra de buen romero y en el disco hay una “Gitana” muy protagonista, hoy, a 4 de diciembre de 2020 en Sevilla, os echo la buenaventura y os digo que Hilo Negro va a ser uno de los discos de 2021 sí o sí… Aunque para eso no hace falta ser adivino…

G: Ojalá, a ver que tal. Para nosotros cinco es lo más importante que hemos hecho en nuestra vida, más allá de a nivel personal, claro. A nivel musical, yo creo que es lo más tocho que hemos hecho los cinco. Entonces, independientemente de que guste más o menos (que esperemos que le guste a la gente y funcione y tal), yo creo que es lo mejor que hemos hecho.

B: Yo, de hecho, es el primer proyecto con el que llego a un segundo disco (risas)

P: ¡Va a ser una hierofanía! (más risas)

 

Texto y fotos: David Pérez Marín

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