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LA Düsseldorf, krautrock motorik mirando hacia el futuro

La Düsseldorf, fue una banda, de las mejores y de mayor influjo del Krautrock alemán de la década del ´70, pero que se la suele dejar relegada a la hora de hablar de los grupos que integraron este influyente, rico e innovador movimiento musical cultural, quizás por haberse desarrollado en la segunda mitad de los ´70s, siendo que suele asignarse al periodo ´69/´74, como el de esplendor del género.

Imbuido de las raíces de Krautrock, el de un deseo general de hacer nueva música que no fuera solo arraigada en la música Rock angloamericana, La Düsseldorf fue una agrupación de Krautrock, formada por el ex baterista y multinstrumentista de Neu!, Klaus Dinger y por su hermano Thomas Dinger y Hans Lampe, ingeniero de estudio de su grupo previo, Neu!

La influencia posterior de la banda puede rastrearse en el Punk, New Wave, Tecno y Post Punk, sobre todo en U.K.

La banda se formó luego de la disolución de Neu!, el fundamental grupo que formaron Michael Rother y Klaus Dinger en guitarra y batería, respectivamente. Esto sucedió poco después de haber editado su disco “Neu! ´75”, por diferencias personales entre sus dos integrantes, acrecentadas por el carácter errático y por momentos confrontativo de Dinger.

Rother, por su parte, se reincorporó a la agrupación del género Harmonia, en la cual había militado previamente.

Previamente a la formación de Neu!, Rother y Dinger habían sido parte, por un breve período, de la formación inicial de Kraftwerk integrada por Ralf Hütter y Florian Schneider, llegando a tocar un puñado de conciertos con sus coterráneos de la ciudad de Düsseldorf.

Dinger fue, como él gustaba expresarlo, un “artista total”, que trabajaba sin mánagers, ni abogados, ni contadores, ni nadie que pudiera interferir con la imagen de sí que se había creado, o comprometer su originalidad en pos de intereses comerciales. Era una furia contra la máquina de un solo hombre, atravesando la noche, un torbellino de pura fuerza creativa. Era “…Ante todo fue un enfant terrible, pero que sentía respeto por algunos aspectos de la cultura en la que se había criado. No era religioso, pero respetaba la religión en la que había sido criado. Era muy consciente de sus raíces. Solía decir… “ Para poder hacer un salto cuántico tienes que conocer muy bien el lugar desde el cual estás saltando, además de tener una visión de hacia donde vas a hacerlo”.

Dinger fue un gran enemigo de la industria, siempre orgulloso de estar del lado de la libertad y de los derechos de los artistas. Reclamaba un reconocimiento justo y regalías justas. Decía sobre sí mismo: “Soy arrogante! Así soy yo, así somos en Düsseldorf. Miren a Kraftwerk. Ellos también son arrogantes, y es porque también son de Düsseldorf.”

Dinger decide, en 1975, formar La Düsseldorf junto a los citados  Thomas Dinger y Hans Lampe – con quienes ya había trabajado grabando la segunda cara del último disco de Neu!-, con el objetivo de plasmar un sonido distinto e innovador y poder canalizar sus propias ideas artísticas.

Cabe destacar que Klaus Dinger fue el inventor de una particular forma de tocar la batería, denominada “Motorik”, hipnótico y repetitivo ritmo, característico de sus bandas, y, en general, del Krautrock alemán en su conjunto.

Al respecto, su compañero en Neu!, Michael Rother declararía: “Siempre admiré la potencia de su forma de tocar. Me acuerdo de la primera vez que tocamos en vivo con Kraftwerk. Klaus rompió un platillo, se lastimó la mano, había sangre por todos lados, pero no paró ni por un segundo. Eso dice mucho sobre la actitud que tenía. Esa sensación permanente de oposición, los conflictos con su familia, estar siempre acusando a la sociedad por lo que a veces eran sus propias falencias”.

Sin embargo, la forma de tocar de Dinger, producto de sus estudios previos de arquitectura, estaba apuntalada por un sentido de la exactitud y la precisión.

Al respecto, Brian Eno dijo en una ocasión que “Hubo tres grandes tipos de beats en los ´70s:  el Afrobeat de Fela Kuti, el Funk de James Brown y el Motorik de Klaus Dinger”.  Por su parte, el chalado genial de Julian Cope -autor del celebrado libro reinvindicativo “Krautrocksampler” de 1995- señaló: “El sonido de Klaus Dinger fue la base arquitectónica para el Punk británico”.

LA DUSSELDORF (1976): para su debut discográfico, la banda cuenta con la producción de Conny Plank, reconocido ingeniero de sonido y una suerte de padrino de la escena Kraut alemana, productor de discos de bandas insignias de la misma, como Ash Ra Tempel, Kraftwerk, Neu!, Kluster, Guru Guru (y hasta los tecno germanos de D.A.F.).  El disco fue grabado en el estudio de Plank, entre septiembre y diciembre de 1975 y muestra en su portada una imagen nocturna del aeropuerto de la ciudad de Düsseldorf.

En el disco encontramos las coordenadas fundamentales de su vanguardista sonido, construido sobre la base de beats metronómicos, luminosos sintetizadores, intervenciones ocasionales de urgentes guitarras y delicados pasajes de piano, amén de la particular voz sarcástica de Dinger.

El álbum comienza con la mecánica “Düsseldorf”, homenaje a la ciudad natal de Klaus Dinger, que se inicia con el sonido del anuncio de un aeropuerto y luego de un avión despegando, desarrollando luego un particular ambiente “como de estar en viaje”.

En el siguiente tema, la repetitiva y pre New Wave, “La Düsseldorf”, encontramos un beat agresivo y potentes vocalizaciones dingerianas.

Le siguen, para finalizar el LP, dos temas de sonido más minimalista y austeridad monocromática. Por un lado, la bella electrónica instrumental de “Silver Cloud”, que fue un exitoso hit en Alemania (y un track emblemático del Krautrock en general).

Finaliza con “Time”, con su hipnótico pulso y ululantes guitarras a cargo de Dinger, respecto de las cuales tomó buena nota Robert Fripp para sus posteriores intervenciones en los discos de Bowie, “Heroes” (1977) y “Scary Monsters” (1980).

El propio David Bowie, conmocionado al escuchar el disco en 1976, llegó a decir que “La Düsseldorf eran el soundtrack de los ochentas”. También tomaron nota del mismo figuras como el citado Eno (grabó, en dicha época, discos con otras bandas de la escena como Cluster y Harmonia).

VIVA (1978): su segundo y más exitoso trabajo discográfico, mantiene el Motorik beat y el empleo de sintetizadores, piano, guitarras (cortesía de Dinger) y un uso intenso de la percusión, que ejecutan los tres integrantes de la agrupación.

Como curiosidad, en los créditos figura un tal Nikolaus Van Rhein a cargo de los teclados y sintetizadores, siendo el nombre un alter ego del inefable Dinger.

Grabado entre junio y septiembre de 1978 en su propio estudio y producido por la banda, cuenta con un diseño para el arte de tapa realizado por el mismo Klaus Dinger, basado en el “cut and paste”, y luego copiado por los grupos de New Wave.

Comienza con el exaltado tema que titula al disco , y tema de difusión, con la voz de Dinger, que también contribuye con su “Apache Beat” a este gran track, con una temática donde se invoca y se celebra a nuestro planeta.

En la energética “White Overalls”, canta Dinger en sus estrofas “New Style Hit the City”, anticipando los nuevos sonidos y estéticas por venir, contando con una incisiva guitarra a cargo del mismo.

Luego sigue la instrumental “Rheinita”, a puro beat teutón, de sonido electrónico y envolvente y de tono optimista. Fue un exitoso simple en Alemania.

“Geld”: imponente y poderosa, con su “Punk Feel”, mixturado con luminosos teclados, ritmo Motorik a tope y la voz, por momentos desesperada de Klaus, donde canta, irónicamente, versos como “Make Love, Not War”, en el contexto de plena guerra fría imperante en la época.

Toda la segunda cara del álbum es ocupada por la épica “Cha Cha 2000”, estructurada por partes que alterna con exactos ritmos y synths por un lado y pasajes de piano más sosegados por la otra. La pieza, transmite en sus letras un mensaje esperanzador sobre el devenir, una especie de celebración electrónica de la futura unificación que vislumbraba de su país.

David Bowie, conmocionado al escuchar el disco en 1976, llegó a decir que “La Düsseldorf eran el soundtrack de los ochentas”

“INDIVIDUELLOS” (1981): para su tercer y último LP, conservan su esquema sonoro, pero con un ambiente en general más relajado que sus antecesores, aunque con una menor inspiración, sobre todo cuando incurren, en algunas canciones del álbum en una suerte de reinterpretación propia del “folkore germánico”. Igualmente, cuenta con temas destacables como la intensa y rítmica “Menschen 2” o el entusiasta track que titula el álbum.

En 1983, editan el aprovechable simple “Ich Liebe Dich”/ Koksknodel”, siendo el primero un tema planeador, con el sonido clásico del grupo y el segundo una aproximación al tecno, al cual contribuyeron en su formación, siendo éste el canto de cisne de la banda.

La Düsseldorf se pierde en la noche de los tiempos.

Klaus Dinger

En 1985, Dinger debuta como solista, con el recomendable disco “Néondian”, en un trabajo acreditado a “K.D. + Rheinita Bella Düsseldorf”, con el engañoso subtítulo de “La Düsseldorf 4”, para continuar en los años subsiguientes, una discreta carrera underground con importante recepción en Japón, donde contaba con un público de culto, siendo reivindicada su obra, varios años después, por varias bandas inglesas y americanas.

Dinger falleció a causa de un paro cardíaco en 2008, poco antes de cumplir 62 años. No llegó a reconciliarse del todo con su ex compañero en Neu!, Rother, pues éste se había negado a que Dinger encabezara un proyecto denominado La! Neu?, que sería editado por el sello Captain Trip, el cual había lanzado oportunamente los discos “Neu! ´72 Live” y Neu! 4, también objetados por Rother.

Klaus también se había manifestado en forma peyorativa respecto a los métodos utilizados por Rother en el empleo de los sintetizadores, en la música que facturó luego de Neu! (este ultimo, grabó dos álbumes con Harmonia y otros cinco como solista).

El fallecimiento repentino de Dinger impidió que pudiera reunirse e intentara hacer las paces con su ex socio musical Rother.

Hasta siempre, Klaus!

 

Texto: Augusto de Lázzari

(Bibliografía consultada: “Future Days. Krautrock and the Building of Modern Germany”, David Stubbs, Faber&Faber, 2014)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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