Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
El de Florida publica su tercer álbum Living in a Burning House con el sello que le auspició: Alligator Records. Y ello, per se, ya ha de atraer la atención del lector experto en blues. El mítico sello de Chicago fundado por Bruce Iglauer en 1971 se interesó por Selwyn cuando en 2013 Bruce lo vio en directo y Selwyn ganara el premio International Blues Challenge de aquél mismo año.
Selwyn Birchwood nació el 9 de marzo de 1985 en Orlando, Florida de madre inglesa y padre de Tobago. Birchwood comenzó a tocar la guitarra cuando era adolescente, gravitando hacia el blues poco a poco al quedar impresionado cuando, como tantos otros, descubrió al gran Jimi Hendrix. Justo después de graduarse de la escuela secundaria, se unió a la banda de Sonny Rhodes y permaneció en el grupo mientras asistía a clases en la Universidad de Tampa. Después de recibir un MBA, Birchwood formó Selwyn Birchwood Band, cuya formación eventualmente se fusionaría con la baterista Courtney «Big Love» Girlie, el bajista Donald Wright y el saxofonista Regi Oliver. El grupo lanzó de forma independiente dos álbumes, FL Boy de 2011 y Road Worn de 2013, antes de ganar el premio International Blues Challenge 2013 antes citado. Don’t Call No Ambulance, el debut de Birchwood, se publicó en 2014; ganó el premio al Mejor Álbum de Artista Nuevo en los Blues Music Awards de 2015. Su segundo álbum, Pick Your Poison, se publica en 2017 y ahora en 2021 publica quizás su mejor álbum.
Un disco maduro, repleto de influencias pero con sello propio. Sólo hace falta escuchar el segundo corte del disco, titulado «I Got Drunk, Laid and Stone» para percatarse del savoir faire del artista. En realidad, si uno escucha el tema sin saber quién toca incluso podría apostar que quien está tocando son los hermanos Dickinson, sí, los North Mississippi All Stars. Pero el aficionado podrá también percibir otras influencias, quizás no tan evidentes del artista como BB King en el tema «Through a Microphone» o incluso, en otros temas, si me apuran al gran Junior Walker. Otras perlas del álbum son «Freaks Come Out at Night», la citada, «I Got Drunk, Laid And Stoned» (la preferida de quien subscribe) o «One More Time».
Jordi Sánchez
