Encuentros

Anabel Lee, «Tenemos una querencia por la calle, lo lumpen y lo navajero»

En el espectro de power pop y punk pop, o pop a secas, se está produciendo una explosión de creatividad y un recambio generacional. Se introducen nuevas ideas y preocupaciones y aspiraciones diferentes. Como toda la vida de dios, vaya. Los tarrasenses Anabel Lee reflejan la llegada de esa sangre fresca, pero con el viejo truco del punk pop de zapatilla y estribillos luminosos. Sus letras son combativas, pero bajo la premisa de que la revolución empieza en uno mismo. Mañana presentan su debut homónimo tras un goteo de canciones y clips que han marcado la diferencia.

Decís que la mayoría venís de barrio obrero y eso se lleva muy adentro ¿en qué? ¿cómo ha influenciado a vuestra música?

Puede que ahí esté el germen de la urgencia que nos caracteriza. Si no trabajamos nadie va a hacerlo por nosotros, y con esas nació la banda. Tenemos una querencia por la calle, lo lumpen y lo navajero. Eso también se acaba notando en lo que hacemos.

Citáis sobre todo como influencia el punk británico ¿Qué grupos? ¿Cómo llegasteis a interesaros en este género?

Cada miembro de la banda ha llegado a esta influencia o género en un momento distinto y de una manera distinta, lo que nos ha enamorado a todos por igual. Bandas como Buzzcocks, The Damned, The Jam, Joy Division, entre otras, nos influenciaron desde el principio para definir el sonido de la banda. No solo es la música, es la esencia, la actitud, la filosofía de “hazlo tú mismo”, estamos directamente inspirados por esta energía.

Este tuit: Somos eso que pasa cuando juntas hambre, rabia y piel. La vida nos ha dado más hostias que las que nos puedan dar las derrotas, la indiferencia o el simple hate. Anabel Lee ha venido para quedarse …me ha parecido muy sorprendente, cuando anunciabais las nuevas canciones ¿qué quería decir, qué hostias y derrotas han sido?

Lo escribí yo mismo (Víctor), que me encargo de escribir en redes y prensa, seguramente mis compañeros se habrían controlado y no habrían escrito eso. Yo tengo la mecha un poco corta. Ese día es posible que recibiéramos algún revés y me apeteció decir que tenemos moral y energía para aguantar lo que nos caiga. Así nos sentía en ese momento y así sentimos el proyecto.

El año pasado Cases de la Música os seleccionó para su proyecto de Incubadora Musical, un reconocimiento que llegaba de un proyecto institucional de Catalunya a un grupo que canta en castellano. Hay quien dice que eso es imposible que suceda…

Y sucedió. A lo mejor esto ha desmontado unos cuantos prejuicios, a nosotros se nos cayeron un par. Nunca hemos ocultado que ganar este premio nos sorprendió mucho pero no por el idioma sino por el estilo que hacemos. Los prejuicios y las expectativas siempre son malas.

¿Por qué decidisteis hacer una versión de Marisol? ¿Barajasteis más canciones de su repertorio? Ese disco, Galería de perpetuas, tenía canciones muy combativas.

Nos fascina ese aire de canción popular que tiene Comprada y nos recuerda a canciones como el Ay Carmela. Encontramos que necesitábamos un verso más para que casara con nuestra nueva estructura y recurrimos al poeta Pedro Cobos, que fue quién escribió Comprada y la mayoría de canciones del Galería de perpetuas. En un poemario di con el “sangre de macho cegado, les corre por las entrañas, como Guadiana cegado…” y vi que resumía muy bien ese espíritu popular que tiene la canción. La escogimos por esto y por lo que ya sabéis, pero también porque habíamos estado escuchando mucho a los Biznaga y nos apetecía coger una canción con tintes flamencos y vestirla de punk, o a lo mejor fue al revés.

De hecho, tenéis una canción dedicada a la masculinidad tóxica, Sobran defectos ¿qué entendéis por este concepto? ¿en qué os toca?

Tiene mucho que ver con el culto al poder, la imagen, la competitividad insana, el ego. La masculinidad frágil como la de aquel futbolista que en plena nevada en Madrid sintió la imperiosa necesidad de grabarse en calzoncillos diciendo «me encanta el verano», o ese tío que te come el culo con el coche porque quiere ir delante tuyo, porque claro, el mundo es suyo. El que te cuenta, sin que le preguntes, que ayer salió a correr por la ciudad y se hizo 97 kilómetros más o menos. Tiene que ver con cómo nos han educado y la cultura en la que hemos crecido, pero eso no es excusa.

En los clips, que hacéis vosotros mismos, tenéis una estética retro, VHS ¿por qué ese gusto por la época analógica?

Nos va muy bien con nuestra mentalidad de “hazlo tú mismo”, pero la realidad es mucho más básica: los dos realizadores de la banda hemos crecido en la cultura audiovisual de los 80 y 90, nos encanta experimentar con formatos y nos resulta muy natural trabajar con esos referentes.

Con todos los recursos (tecnológicos, folk, etc…) que emplean los músicos de las nuevas generaciones, en vuestras últimas canciones priman las guitarras y la velocidad, compases rápidos. ¿Por qué esta apuesta?

Tiene que ver con esa inminencia que comentábamos, sentimos que no podemos contenerla y la realidad es que tampoco queremos. Está en nuestro ADN y si lo cambiáramos ya no sonaríamos así, sonaríamos otra cosa. Posiblemente mejor, la verdad es que no tenemos ni idea. Si preguntas si responde a algún criterio de producción, la verdad es que sólo intentamos estar muy atentos a lo que nos pide cada canción, tener los chacras abiertos y hacer caso a la intuición.

En Terrores nocturnos, habláis de «tantas mentiras, dan tanto miedo», «llega la noche, buscas consuelo» y «las cosas tienen que cambiar» ¿De qué mentiras de las que hay que refugiarse habláis?

Pues tiene mucho que ver con esa masculinidad tóxica por la que nos preguntabas antes, sin ser algo inherente o exclusivo de los hombres. La escribí pensando en esa gente que vive una vida inventada, que esconde sus emociones y nadie conoce su verdadera cara… esa gente tiene que pasarlo muy mal cuando llega la noche.

¿Cuál es el camino propio que queréis seguir al que os referís en Cabezas de cartel?

Ante todo, queremos ser libres de seguir haciendo nuestra música, nuestros videoclips, hacer las cosas a nuestra manera… y no deberle nada a nadie. Seguir teniendo el control de nuestro discurso, para bien o para mal. Somos unos ansias, vamos a seguir hablando más de la cuenta y nos vamos a quejar de lo que nos apetezca quejarnos. Y eso nos lo vamos a ganar con trabajo diario.

Texto: Alvaro González

Foto: Elena Pastor

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