Con ocasión del lanzamiento de su anterior Texas, etc… en 2018, Paul Jackson escribía en las páginas del magazine Fatea que “Jeb Barry es uno de esos cantautores que podrían haber estado sentados alrededor de la mesa del comedor con Steve Earle, Guy Clark, Larry Jon Wilson y todos los demás en Heartworn Highways”. Certera descripción de un veterano músico, Barry, que ha atesorado las enseñanzas de los citados forajidos y las ha ido desgranando en unos cuantos lanzamientos ya sea bajo su nombre o con los Saints.
El último este Ordinary Folks, en el que vuelven a asomar las sombras de rigor, con Townes Van Zandt a la cabeza. Retratos y estampas acústicos (los músicos que lo acompañan aportan lo justo para mantener el tono) escritos ahora hace dos años, durante un viaje entre Nashville y las dos Carolinas. Apartándose de las autopistas, Jeb se dejó caer por pueblos y villorrios: “me encontré interactuando con las personas que viven allí. La mayoría eran personas corrientes que intentaban superar tiempos difíciles. Esas personas se reflejan en canciones como «Southern Mansions» y «You Don’t Know The Cumberland». El resultado fueron cincuenta canciones en cincuenta días, de las que nueve han finalmente aterrizado en el nuevo disco. Una de ellas, «New Year’s Eve, Somewhere in the Midwest», escrita a partir de unos versos de Jason Isbell, por cierto.
Un trabajo que encierra mucha más enjundia de la que parece a primera escucha. Puede uno despistarse por lo austero del sonido y la instrumentación, por la aparente sencillez de las melodías, pero si se tiene la suficiente paciencia para darle sucesivas oportunidades, los pequeños detalles, las letras y las historias tras cada canción acaban por atraparte. E incluso por desear que el disco fuera más largo.
En cualquier caso, prolífico como es, cabe suponer que no tardaremos en saber de él y su banda, y en poder escuchar nuevas historias de gente corriente. Mientras, sigamos disfrutando de estas.
Eloy Pérez
