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Blues en la encrucijada: Premios Grammy: Best Contemporary Blues Album, ni tan mal, la verdad

Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.

 

Lo reconozco. Echo un vistazo a la lista de nominados para los premios Grammy 2021, y en la mayoría de categorías estoy como Paco Martínez Soria en Barajas. Leo los nombres en Disco o Canción del Año, Artista Nuevo y demás y en el mejor de los casos me suenas campanas. Si entramos en pop latino, urbano o  tropical o –madre del amor hermoso- Mejor Grabación de un Remix, ahí ya directamente me autoexpulso. Tampoco es nada nuevo, desde hace mucho el grueso de la actualidad va por un lado, y yo escapo por el otro.

Pero resulta que entre tamaño desconcierto, aterrizo en las nominaciones al Mejor disco de Blues Contemporáneo (el de blues tradicional queda si acaso para otra de nuestras sesiones) y me digo que no todo está irremisiblemente perdido.

 

Ok, todos sabemos lo que son los Grammys, y nos podemos poner exquisitos, pero que suponen un espaldarazo considerable a artistas entre emergentes y consolidados, está fuera de toda duda. Y si de lo que se trata es de reivindicar –como pretende esta sección- que el blues de muerto no tiene nada, a los cinco nombres propuestos este año pocas pegas podemos encontrarles. Lo barajan con otros palos, y lo reparten bien mezclado, la mayoría. Y para el futuro del género, de eso se trata en buena parte ¿no?

 

¿De quien hablamos?  Por partes y por orden…

 

Have You Lost Your Mind Yet : Fantastic Negrito: Amazon.es: MúsicaEn primer lugar tenemos a Xavier Amin Dphrepaulezz, alias Fantastic Negrito con un nuevo trabajo –Have You Lost Your Mind Yet?- en el que se muestra tan desinhibido, descarado y juguetón como siempre. Batidora de estilos sabiamente renovados, las nuevas canciones del que no pocos llevan tiempo postulando como heredero/sucesor de Prince vuelven a dar en el clavo. Blues y r’n’b, sí, pero también funk, rock, unas gotas de rap y un bastante de soul en temas que entran a la primera, con un groove palpitante y vacilón. Tras haberse llevado el gato al agua con sus dos anteriores entregas (The Last Days of Oakland en los premios de 2017,  Please Don’t Be Dead en los de 2019) habrá que ver si los señores del Grammy le conceden un triplete, o en esta ocasión prefieren dejarle descansar.

Sea lo que sea, de lo que no cabe duda es de que estamos ante uno de los discos del año. De blues, de rock, de música negra o de lo que les dé la gana. En racha y sin visos de fatiga.

 

Live At The Paramount: Ruthie Foster, Ruthie Foster: Amazon.es: MúsicaTambién habitual de los premios, en su caso asimismo por el lado de los Blues Music Awards (nominada y vencedora en varias ocasiones esta última década), Ruthie Foster se postula para el Grammy por cuarta vez con Live At The Paramount, directo a la vieja usanza grabado el 26 de enero de 2019 sobre las tablas del centenario teatro de Austin. Respaldada por una big band de dieciocho miembros, contando coristas y director, Ruthie invoca la presencia de Ella, Aretha y demás predecesoras en catorce canciones que nos llevan directamente muchas décadas atrás. Una magnífica ceremonia repleta de blues, soul, góspel y swing conducida mayormente por versiones propias, mejoradas. En el apartado de ajenas, revisita a Cash en «Ring of Fire» y a los Staple Singers -Delaney & Bonnie y Joan Baez mediante- con «The Ghetto» antes de cerrar con dos standards del calibre de «Fly Me To The Moon» y «Mack The Knife». Para escuchar con pajarita o traje de noche, no hace falta decirlo.

 

El tercer candidato sí se estrena por primera vez en los Grammys. Garrett Dutton, aquel mozalbete que a mediados de los noventa sorprendía con su blues-funk-rap bajo el apodo de G. Love y un álbum homónimo junto a su salsa especial, ha ido presenciando credenciales durante casi treinta años hasta llegar hasta aquí. G. Love - The Juice (2020, CD) | DiscogsNo siempre desde la ortodoxia bluesera (casi nunca, en realidad) pero sí argumentándola como sustrato, ya fuera sosteniendo hip hop, soul-jazz y rock clásico o apadrinando la escena surf-folk de Jack Johnson y adláteres. Rindiendo tributo al delta en ocasiones, eso sí, como con el EP Bloodshot and Blue (2013). Nobleza obliga. Ahora con The Juice recién salido del horno, el de Philly puede dar el campanazo, más cuando en cuatro temas le echa un cable nada menos que un veterano como Keb’ Mo’.

“Llevo mucho tiempo en el juego, pero siempre me he considerado un estudiante”, dice Garrett, majete y comedido como siempre. “Terminar este álbum con Keb Mo’ fue como una graduación”. ¡Enhorabuena, G.!

Disfrutando de esa segunda juventud que le llegó con el cambio de siglo, y más concretamente con el bombazo de I’ve Got My Own Hell to Raise en 2005, Bettye LaVette vuelve a ver su nombre nominado. Principalmente en el cajón del blues –tradicional o contemporáneo- pero ocasionalmente también en el del Americana con sus versiones de Dylan en Things Have Changed (2018), su nombre es habitual en las candidaturas anuales de rigor. Blackbirds: Bettye LaVette: Amazon.es: MúsicaBlackbirds, su último trabajo, vuelve a tirar de cancionero ajeno y femenino, entre el jazz y el rhythm and blues. Temas popularizados por Nina Simone, Lillian Green, Ruth Brown, Nancy Wilson o el inevitable «Strange Fruit» de Lady Day, con el «Blackbird» de Lennon y McCartney como excepción.

Cabría preguntarse, como en el caso de Ruthie Foster, cuánto de contemporáneo tiene un estilo y un repertorio tan anclados –por gestación e interpretación- en el pasado, pero si un eventual galardón ayuda a poner su nombre en boca de más potenciales fans, bienvenido sea.

 

Y si ninguno de los anteriores mencionados necesita presentación para el lector rutero tipo, menos la necesita la banda de los hermanos Dickinson. Prolíficos como ellos solos, diestros e inventivos en lo suyo, nadie osa dudar a estas alturas de su contribución tanto al blues como al southern rock. Nacidos discográficamente en la bisagra del milenio, con aquel Shake Hands with Shorty que llenó de alborozo a la parroquia sureña de uno y otro lado del charco, con su último disco puede que sean los que presenten las credenciales más puramente bluesies del repóquer en liza.

Up And Rolling : North Mississippi Allstars, North Mississippi Allstars:  Amazon.es: MúsicaCon más invitados que en un sarao de la Preysler, versiones bien escogidas (Thomas A. Dorsey, R.L. Burnside, Junior Kimbrough) y su hill country blues en plena forma, Up And Rolling encaja como un guante tanto en su discografía como en una actualidad que puede ahora premiarlos con la estatuilla del gramófono de marras.

 

En cualquier caso el próximo 31 de enero, en el Staples Center de Los Ángeles, sabremos quién se lleva el gato al agua. Por lo pronto el tema de la paridad y la inclusión, aun partiendo de número impar, cumple las normas: tres candidatos de raza negra, dos de raza blanca. Dos señoras y tres señores (si consideramos a NMAS como un todo). Exquisita equidistancia, como mandan los tiempos y los cánones.

A partir de aquí, que gane quien sea. Mientras el blues siga teniendo escaparate, aunque sea en los eventos mainstream más petardos, mejor para todos.

 

Texto: Eloy Pérez

Sección coordinada por Manel Celeiro & Eduardo Izquierdo

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