Punk contra la herejía social
Es cierto que esta pandemia está amenazando seriamente a la industria de la música, entre muchas otras, por supuesto. Pero no es menos cierto que, aunque suena a cliché, también nos está dejando cosas medio buenas. Y es que entre toda la pesadumbre y desazón que se ha instaurado de forma casi endémica en estos meses entre salas, bandas, promotores y demás agentes del sector, hay algunos que no piensan dar su brazo a torcer y siguen proponiendo iniciativas interesantes, arriesgadas y que, aunque no llenen del todo el vacío en nuestros espíritus acostumbrados a la energía de la música en vivo, sí que logran reconfortarnos haciendo que esa maldita luz al final del túnel se vea cada vez más cerca.
En este caso la fórmula era clara: si el público no puede asistir a un concierto de presentación del nuevo y esperado disco de La Inquisición, pues se lleva ese estreno a sus casas a través de un concierto en directo y en streaming desde la siempre activa sala Estraperlo (Badalona). Buena iniciativa, buena producción, en general buen sonido y buen resultado. Si alguien piensa de antemano que un concierto en esas circunstancias pudiera resultar enlatado o excesivamente frío, tiene la grabación disponible a través de EstraperloTV para comprobar que se puede hacer punk escabroso a distancia.
Y es que la banda barcelonesa presentó en sociedad Tenevrae, un disco menos oscuro de lo que su propio título pudiera hacernos creer. Sí, hay una estética sombría, letras en ocasiones existencialistas, una cierta dosis de violencia verbal y mucha visceralidad no contenida, pero también vemos escuchamos buenas melodías deliberadamente extra aceleradas, algún medio tiempo bien construido y coros de esos fáciles de recordar que ayudan si no a dulcificar el resultado final sí que a hacerlo mucho más accesible y luminoso.
No faltaron, como en todo concierto que se precie, alguno de los temas emblemáticos del primer disco de la banda, LVX, como Rosa de mort, ni las interpelaciones al público en este caso virtual intentando acortar la inevitable distancia entre la sala y la pantalla. Una forma diferente de vivir un directo a la que no nos queremos acostumbrar, pero que hace de la espera algo mucho menos amargo.
Texto: David Lage
Fotos: Xavi Mercadé
