El mundo de la música sobreviviendo a la pandemia musical
La octava edición de BIME (Bizkaia International Music Experience), que por consabidas razones pandémicas no ha podido suplementarse con las dos jornadas del macro festival BIME Live, se ha definido por ser un congreso con mayor relevancia y exposición mundial, dada su también emisión online.
Un total de 3.718 asimilados y profesionales (periodistas, managers, promotores musicales, técnicos, becarios, productores, ejecutantes, distribuidores, creativos, políticos, etc.) de unos 40 países han seguido el certamen, siendo 1.520 las personas que han acudido a la capital bizkaina para asistir a las jornadas presenciales, que se han celebrado en las cinco sedes del evento: Palacio Euskalduna (BIME PRO) y Sala BBK, La Ribera, Bilborock y Azkuna Zentroa (BIME CITY: conciertos con aforo reducido).
La promotora bilbaína Last Tour, organizadora desde su bautismo del evento, ha ofrecido un variado menú, con platos a destacar tales como, la muestra -a través de su plataforma online- del talento emergente de jóvenes artistas de Chile, Portugal, Islandia, Irlanda, Polonia, Países Bajos, Austria y Argentina (Ian, Los Niños del Cerro, Hakima Flissi, etc.), y artistas de su propio sello discográfico Oso Polita (Omago, Nacho Vegas, El Columpio Asesino…); la emisión en los cines Golem del emotivo y desgarrador documental sobre el finado líder de Jarabe de Palo, Pau Donés, “Eso que tú me das”, con posterior charla-coloquio con su co-director, el gran Jordi Evole; la presentación del festival navideño pamplonica “Santas Pascuas”; la presencia de la mega estrella “tecnócrata” francesa Jean Michel Jarre, o el polémico Victor Lenore como moderador; las lideresas de 4 Non Blondes y L7, Linda Perry y Donita Sparks, comentando el estado actual del negocio musical y su -loable- trabajo conjunto en el diseño de una programación para recaudar financiación para artistas y músicos durante el confinamiento generado por el COVID-19 y la posterior anulación de conciertos en directo, atrapando decenas de miles de dólares para MusiCares; la explicación por parte de Loquillo, Paz Aparicio (directora del Wizink Center madrileño), José Lapuente (socio director de Big Star Music) y Pepe Morant (Proactiv) del concierto de reapertura del Palacio de Deportes de Madrid (Wizink Center) en plena era pandémica; el magno mitin “rojeras” del astur Nacho Vegas; las conferencias técnicas y expositivas de Carlos Mendo (Suburbano. Vicepresidente de AIE), Carlos Galán (Subterfuge) y el trapero C. Tangana; y el análisis de la penosa situación actual por los promotores Javier Ajenjo (Sonorama), Javier Martí (Serious Fan Music. Noches del Botánico) e Iñigo Argomaniz (Get-in. También manager), quienes otorgaron un mensaje final de obligatoria lucha por la supervivencia y accionamiento del positivismo.
Respecto a los bolos en la ciudad, resaltar el crecimiento de los navarros Juárez (su notable querencia por los Feelies y la Velvet del tercer disco curso latente en su mini-show), la sutileza de Verde Prato, la irreverencia de Dupla y la jovialidad pop-rock de Bulego.
Ah, el viernes y sábado se programó una edición “relámpago” del otrora festival primaveral HIRIAN. Pudimos degustar al ya consolidado Rodrigo Cuevas, quién brilló en las piezas más sensibles de su cancionero adscrito al folclore ancestral astur. Desde aquí se le reta a que ataque en un futuro el “Lamento de Gaitas” de Los Archiduques. Y nos chivaron que los conciertos de Fuel Fandango (en acústico) y los barceloneses Mujeres (su último opus “Siento Muerte” chana a ful) derivaron en trepidantes.
Texto y fotos: Aitor Bakaikoa
