Encuentros

Robert Coyne, los años junto a Jaki Liebezeit (Entrevista exclusiva)

 

Meyer Records, la disquera alemana, acaba de publicar The Liebezeit Trilogy, un precioso cofre en vinilo que relata la relación musical entre Jaki Liebezeit (el legendario baterista de Can) y Robert Coyne, un músico extraordinario de profunda voz y un tono bello con la guitarra acústica. El cofre incluye los tres discos que ambos realizaron, en resplandeciente doble carpeta cada uno de ellos, un single y un poster. No se me ocurre mejor broche final a una unión que se tajó de golpe con la muerte del baterista por neumonía en 2017. Robert nos habla de todo ello y de otras cosas: su futuro, lo que concierne a su padre, el inigualable Kevin Coyne, y cómo no, el jodido Covid.

Tu primer disco conjunto a Jaki Liebezeit fue The Obscure Department, publicado en 2013. ¿De quién fue la idea de juntaros en un estudio de grabación?

Había hecho un álbum para Meyer Records, Woodland Conspiracy, el cuál fue grabado solo con voz y guitarra. Werner Meyer y yo tuvimos la idea de añadir un batería para el siguiente álbum. Su compañía, Meyer Records, estaba instalada en Colonia entonces, y él fue quien propuso la idea: «Conozco a un batería local al que puede interesarle la idea… Quizás hallas oído hablar de él: Jaki Liebezeit». Me quedé estupefacto, pues yo era un gran fan de Can, y particularmente de Jaki. Aún así me parecía todo muy inverosímil. Pero Werner le dejó oír algunas canciones a Jaki y afortunadamente le gustó lo que oyó; aceptó hacer el álbum.

Tú tenías una carrera antes de esta unión y varios trabajos editados. Tu forma de escribir tiene una personalidad única, sobre todo en el concepto de disco acústico. El trabajo que citas, Woodland Conspiracy, por ejemplo. Pero es curioso, porque al añadir la batería de Jaki las canciones cobran una dimensión totalmente diferente, aún siendo tú el compositor. El tipo tocaba como una máquina, aportando tempo y pocos cambios en las canciones. Pero ese minimalismo robótico envuelve las canciones de un halo especial y diferente. Supongo que disfrutaste mucho esa cualidad de Jaki, pero ¿qué te vino a la cabeza la primera vez que le escuchaste tocar en tus composiciones?

Recuerdo que estaba muy excitado y fascinado cuando nos pusimos a trabajar en las canciones por primera vez. El toque único de Jaki y su cadencia, tenían un gran impacto en todo lo que tocaba. Esperaba eso, pero no podía hacerme una idea a como realmente acabó sonando. Cuando nos conocimos, Jaki había simplificado su forma de tocar (y su kit de batería), y en cierto modo yo también me estaba moviendo en esa dirección: tocar solo lo que era necesario. Fue una combinación empática, creo.

Ya has comentado que eras un gran fan de Can.

Sí, absolutamente, muy fan. Mi primer recuerdo asociado a Can es la portada del primer álbum, Monster Movie. Alguien mandó una copia a mi padre cuando yo tenía 7 u 8 años y me quedé embobado con esa cubierta. Pocos años más tarde oí la música que contenía el álbum y me enamoré del pack completo. De niño, «I Want More» era una canción que sonaba todo el tiempo en casa, así como el álbum Unlimited Edition. Tengo muchos recuerdos asociados a la canción «TV Spot», incluida en ese trabajo. De algún modo crecí con su música, así que tocar con Jaki se convirtió en una experiencia increíble.

¿Cómo era Jaki en la privacidad?

Un hombre dulce, tranquilo y atento, pero con un humor muy seco. Una persona sin ningún tipo de ego. Un músico puro.

Recuerdo que la primera vez que hablamos no tenías claro si la colaboración con Jaki sería algo puntual o un proyecto a largo plazo. Pero el resultado es sorprendente; tres trabajos en el espacio de cuatro años.

Por aquél entonces yo escribía canciones todo el tiempo y de forma fácil, cosa que hoy día no me ocurre, desafortunadamente. Pero aún así nunca pensaba qué canciones irían a un lado u a otro, porque en efecto, no tenía claro si lo de Jaki sería para más de un disco. El primer trabajo fue una especie de experimento, pero funcionó y lo pasamos muy bien grabándolo, así que seguimos trabajando. La música y la amistad se fue forjando de forma natural. Todavía se estaba desarrollando cuando Jaki murió.

¿Nunca planeasteis hacer una serie de conciertos? Creo que hubiesen funcionado muy bien en Alemania e Inglaterra.
No, nunca se habló de girar, y nunca hicimos un concierto. Creo que a Jaki no le gustaba demasiado la idea de viajar. Tuvimos programado un concierto en Colonia, pero nunca se celebró, por una razón u otra.

Tu padre vivió sus últimos años en Alemania. ¿Hay constancia de que tuviese algún tipo de contacto con los músicos de Can?
Recuerdo que mi padre me habló de una tarde que pasó con Irmen Schmidt y surgió la idea de una colaboración conjunta. Pero nunca sucedió, lo cual es una pena. Hubiese sido genial.

¿Cuál es tu disco favorito de cuantos hiciste junto a Jaki?

Diría que el último, I Still Have This Dream. Hay muchas canciones ahí que disfruto tocando: «Cockney Mystic», «Slow Down»… «Thank You (I’ve got the idea)» me trae recuerdos especiales. Es una canción larga que grabamos en una sola toma al final de la grabación. Al concluir nos dimos un gran abrazo y nos despedimos. Fue, de hecho, la última vez que le vi.

Él murió en 2017. ¿Cual es tu recuerdo más valioso de vuestra relación?

Solo tengo buenos recuerdos y buenas palabras sobre Jaki, pero uno de mis momentos favoritos pertenece a la grabación de «Laugh Now», incluida en The Obscure Department. Le costó un poco hacer sonar la batería del modo en que él la oía en su cabeza, lo cual era inusual para Jaki, pero cuando lo hizo y oímos la grabación desde la sala, sonrió de oreja a oreja, comentó que estaba bastante satisfecho y empezó a bailar. Recuerdo con cariño, mientras hablábamos sobre la canción de Can «One more night», del álbum Ege Bamyasi, su demostración de cómo bailar durante un compás de 7/8. Otra vez tuvimos una buena charla sobre loros salvajes mientras caminábamos por un parque en Colonia. Muchos buenos recuerdos.

El lanzamiento de este cofre es la conclusión de vuestra asociación, un colofón impecable. El trabajo que han realizado desde Meyer Records es soberbio; no puedo más que felicitarles. Parece que hay mucha gente en Alemania dispuesta a cuidar el legado de la familia Coyne.

Estoy muy orgulloso de todo lo que comentas. La idea de la caja fue de Werner, una vez más, y verla ahora me hace pensar en un periodo de mi vida muy significativo y feliz, en el que viajaba constantemente a Colonia acompañado de mi esposa, Wendy, para hacer música, ver amigos… Werner y Petra, su mujer y socia en la discográfica, han sido un apoyo increíble, y por lo general, solo tengo buenas experiencias de mis viajes a Alemania. Fue también un buen sitio para mi padre. Así que tienes razón, hay gente ahí que sabe cómo cuidar a los suyos.

Hablando de tu padre, fuiste recientemente a una exhibición que se le dedicó en Núremberg. Para los que ahora no podemos movernos de casa. ¿Qué encontraste?

Es una exhibición increíble, con diferentes salas dedicadas a diferentes periodos de su vida y su arte. Han cuidado mucho los detalles y exhiben muchas pinturas y dibujos que yo no había visto nunca. Otras llevaba años sin verlas. Hay también una sala dedicada a su música, en la que una pantalla emite todo el tiempo el fantástico film de Boris Tomschiczek: One Room Man. El motivo que une todo esto es la edición de una bella biografía que acaba de ser publicada, escrita por Steffen Radlmaier: The Crazy World Of Kevin Coyne. Fue maravilloso, muy emotivo.

¿Hay algún lanzamiento en relación a tu padre para el futuro inmediato? Acaba de publicarse Life Is Almost Wonderful, sesión inédita junto al guitarrista Brendan Crocker. Aunque lo que sería genial es un buen documental sobre su vida, algo que lo redescubra a las nuevas generaciones.

Que yo sepa eso no está en la agenda de nadie. Aunque estaría genial, sin duda. El pasado octubre se habló de un concierto tributo en Núremberg, como parte de la exhibición. Pero, por supuesto, se canceló por culpa del Covid. Entre otros, ya habían confirmado su asistencia: Bob Ward, Zoot Money y Wreckless Eric. Todavía tengo la esperanza de que pueda celebrarse en algún momento de 2021.

¿Y para ti? ¿Qué te depara el futuro? Dejemos al lado esta horrible pandemia, me refiero estrictamente a la música.

Estoy trabajando en un nuevo álbum justo ahora, y espero que Meyer Records lo publique en 2021. Me encantaría tocar de una vez por todas en España. Este año pronto se habrá terminado y estoy seguro de que 2021 va a ser mucho mejor para todos.

Texto: Sergio Martos

Fotos: Cortesía de Meyer Originals

 

 

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