Encuentros

Nacho Casado: “Invierno de Cine y Mantita”

El debut de Nacho se tituló Verâo. Su nuevo single «Cantando Bajo El Sol». Sin embargo, su música siempre ha tenido tonos más bien otoñales e incluso invernales. Los tenía cuando estaba más enfocado al folk en La Familia Del Árbol. Y los sigue teniendo en sus discos en solitario más orientados a la música brasileña o al jazz. Bueno, en su flamante nuevo LP, Amor, Música & Lágrimas (Hidden Track Records), también con tintes incluso cinematográficos. A sus tradicionales referencias a Caetano Veloso, Joan Gilberto o Chet Baker se suman ahora Billie Holiday o el Hollywood de mediados del siglo pasado como demuestran títulos como «Bienvenido a L.A.», «Acapulco», «Lady Day» o «Paris Blues». Se abre el nuevo disco con el puro sonido de bossa nova de «Alta Sociedad». En la citada «Lady Day» es una gozada el trabajo vocal solista y de coros. Muy importante y para bien la utilización de tres músicos de cuerda como podemos comprobar en el arranque de la cara B con «Los Apóstoles del Amor Eterno» o en la romántica despedida con «Un Nuevo Comienzo», en la que también destacan las percusiones. Atención también a la bella guitarra desnuda de «Cuerpo & Alma». Quisimos que desnudará su alma y esto fue lo que nos contó.

¿Cuándo decidiste bajarte de La Familia Del Árbol tenías ya en mente la bossa nova más clásica o el jazz vocal para tus nuevas canciones?

Fue a raíz de pasar una crisis sobre el por qué hago música, cuál era la finalidad y donde estaba en ese momento. Todas las experiencias que había tenido estos últimos diez años en lo personal y en lo profesional estaban tan unidas y eran tan emocionales que me perdí en el camino, estaba dentro de una contradicción constante, porque necesito mostrar mi arte, no me basta con hacerlo, necesito la aprobación, porque comerciar con eso, no sé… un montón de preguntas.

Encontré esta forma nueva de poder comunicar musicalmente y mezclar con todo lo que conozco y me sentí muy entusiasmado con lo bien que casaba con mi forma de entender todo, ahí surgió mi anterior álbum Verao que era un disco confesional de guitarra y voz.

Veo en tu música tintes más bien otoñales o incluso de invierno y mucha saudade. ¿No choca eso con títulos de tus discos o tus canciones como Verâo o tu nuevo single «Cantando Bajo El Sol»?

Puede ser porque mi forma de hacer desde La Familia del Árbol está ahí, sigo conectando con todo ese universo. Pero en Amor, Música & Lágrimas es la primera vez que ficción y realidad se unen en mis canciones, antes casi todo era algo que me había pasado o que sentía, creo que tu visión es más bien lo que tú sientes al escuchar, este disco sobre todo la primera cara hablando en términos de LP, narra la juventud de dos personajes y su búsqueda de la fama y fortuna dentro del mundo del show business. Hay mucha luz en toda esa parte, sin duda es mi disco más luminoso.

«Cantando Bajo el Sol» es un guiño a los musicales de Hollywood de los cincuenta. En mi visión del disco y de la historia situaba a los personajes bajo esos colores. Los años cincuenta, la bossa nova y el jazz como la música más cool. He crecido viendo todo ese cine que veía en la tele y es parte de mi cultura pop y mi infancia y juventud.

Se habla mucho de Joao Gilberto o Caetano Veloso al referirse a tus canciones. ¿Pero qué hay de Tom Zé o qué has estado escuchando últimamente antes de grabar Amor, Música & Lágrimas (Hidden Track Records) o en plena pandemia?

A Joao Gilberto lo escucho a diario, tengo una obsesión con él, cuando estaba haciendo el disco escuchaba mucho a Tim Maia y su trilogía Racional los tres álbumes que hizo cuando seguía al culto Cultura Racional, alucinantes pero de verdad. Curtis Mayfield y su Roots que es otro de mis favoritos, Marvin Gaye y mucha bossa de los cincuenta y sesenta, Tom Jobim mucho también, Tamba Trio, Jorge Ben, Chico Buarque, Vinicius, Elis Regina, Edu Lobo, Verocai… Fíjate que Tom Zé me gusta pero lo asocio más al Tropicalismo que tiene grandes discos por ahora estoy centrado más en la época de Chega de Saudade de Joao Gilberto. Y por último, (me encanta hablar sobre discos), escucho mucho a Glenn Miller, Tommy Dorsey, Benny Goodman, la típica banda sonora de Woody Allen o cosas de los cincuenta Everly Brothers, Nina Simone, The Andrew Sisters, Santo and Johnny, Chet Baker… También escucho muchos discos actuales (Andy Shauf, Leah Senior, Holy Hive, Fleet Foxes) justo hace unos días he descubierto uno de un artista que se llama Sam Burton, a mi me suena a folk y country un poco a lo Roy Orbison o Glen Campbell o Everly Brothers no sé… Llevo días escuchándolo y me flipa.

Parece que en el nuevo disco hay muchos sonidos cinematográficos y bastante pasión por el Hollywood clásico. ¿Buenos sonidos y buenas películas para escuchar en estos tiempos sin prácticamente movilidad posible?

Estoy viendo todas las pelis de Woody Allen ahora más mayor las veo con otros ojos. Annie Hall o Manhattan igual soy yo pero me parecen muy modernas, hasta su estética. Estoy disfrutando mucho. Y musicales clásicos que hay en Filmin, también en Netflix hay varias series ambientadas en los cincuenta que me han gustado. En HBO La Conjura contra América. Vemos muchas cosas en Amazon también hay, lo que pasa que ya con mi hijo vemos muchas cosas que podamos ver todos y yo le hago ciclos de pelis de los ochenta que vi de pequeño, rollo Regreso al Futuro, Goonies, Cuenta Conmigo… Ahora me viene… que vi hace poco La Historia de Benny Goodman (1956) es una peli biográfica sobre este clarinetista y director de orquesta.

 Me ha llamado la atención el disco de tu compañero de sello, Daniel Lumbreras, con el título de Cinematic y su curioso lenguaje inventado. ¿Qué opinas tú de él si lo has escuchado?

Pues lo he conocido porque el sello nos ha unido para tocar en la Apolo a los dos y a Alberto Montero, sinceramente antes no sabía de su música, el disco lo he puesto y me gustó mucho, tengo que escucharlo más, me recordó un poco en las armonías y a cosas que hacía con La Familia del Árbol un poco. Está muy bien, tengo muchas ganas de conocerle en persona.

Tu nuevo vinilo suena mejor que tu debut, a mi juicio. El diseño del vinilo de Arnau Pi está también muy logrado. ¿Supongo que estás satisfecho con el trabajo de Jaime Beltrán y con la presentación de tu trabajo en líneas generales? ¿Te involucras totalmente en el cuidado de este tipo de detalles?

Gracias, sobre eso no sé a qué te refieres realmente si es en cuanto a calidad de sonido o el tipo de producción. Verao no tenía mucha producción se grabó en un día y medio todo en directo, salvo el contrabajo que fue después. A mí me encanta como suena ese disco, es como si estuviera cantando cerca del oyente. Yo creo que Jaime y yo conectamos y supo entender qué tipo de disco quería hacer incluso escogiendo a los músicos que debían tocar en él, el sonido que ha logrado es complejo y muy orgánico y vivo, eso a día de hoy es muy difícil encontrarlo en estudio y más cuando trabajamos a contrarreloj para ajustarnos a un presupuesto muy limitado, sin ensayos, fue como si fuéramos una banda en vivo. Como se hacía antes si el músico es bueno, hay buena grabación. Nos pilló la pandemia también pero pudimos trabajar a distancia las mezclas y el máster. Sí que me gusta cuidar todos los detalles e intento estar un poco en todo pero por otro lado me gusta que las colaboraciones trabajen a gusto y puedan expresarse, puedo dar indicaciones de lo que estoy buscando pero siempre el resultado suele ser mucho mejor de lo que yo imaginaba.

¿La buena utilización de las cuerdas en el disco la tenías decidida antes de su grabación o hubo alguna sugerencia al respecto por Jaime o alguna otra persona?

Era una cosa personal que me apetecía mucho, fui haciendo los arreglos con melodías con la voz y pensando que después serían cuerdas, era el aspecto más cinematográfico que quería cuidar envié las canciones grabadas en el móvil a las chicas de Cosmotrío y ellas le dieron forma a las ideas que fui cantando. Es algo que me encantaría seguir haciendo porque los arreglos cobraron vida y me sorprendí mucho de ver lo bien que encajaban tanto en lo armónico como rítmicamente.

 Sabemos que has girado con grandes internacionales como Laura Gibson o un gran músico, bastante cercano a tus coordenadas en algunos discos sobre todo, como es Damien Jurado. ¿Qué se aprende tocando con monstruos así?

Me hace mucha ilusión que me hagas esta pregunta, porque la experiencia con Damien fue vital y fue la que completó mi carrera como músico. Estar conviviendo con uno de los más grandes songwriters americanos contemporáneos y compartir furgoneta, teatros y vida fue algo que ni en mis mejores sueños podría imaginar que me pasaría. Es más, cuando volví a casa hablando con Pilar fue como si hoy dejo de tocar o de girar no pasaría nada. Después de lo vivido ya puedo decir que no sé si me queda algo más que el mundo de la música o negocio me pueda dar. Hay un momento que nunca olvidaré fue cuando Damien me contaba que yo era inspiración de algunas de sus canciones y que era uno de sus músicos favoritos. No lo pude evitar me puse a llorar a moco tendido, llevo tocando desde que tengo 17 años y que me pase esto yo lo vi como un regalo increíble. Nos conocimos años antes y Pilar y yo le teloneamos y ella le regaló un disco de La Familia del Árbol. Yo como era muy fan y me inglés es muy malo me dio vergüenza y no me atreví a hablar con él. Años más tarde su manager me envió un email para ver si estaba disponible para ir con él en su tour por toda Europa. Hemos seguido en contacto y seguro que en un futuro si la fortuna lo quiere haremos más cosas juntos. También me di cuenta que el oficio de estar en continua gira no es para mí del todo, echar de menos tanto a tu familia y con la saudade que yo llevo ya de por sí, lo pasaba muy mal, pero bueno. De Damien también me quedo con el hecho de que un músico tiene que hacer música y grabarla y continuar su carrera. Estar un poco ajeno a modas o lo que se supone que deberías hacer y ser honesto con tu discurso, que tu público vea que esto es auténtico que estás ahí para compartir con ellos algo especial.

¿Has derramado más lágrimas que amor a la hora de crear emotivas, a veces cargadas de añoranza o melancolía, canciones de tu nuevo disco?  

He disfrutado muchísimo, me encantaría contarte la película que hay detrás de cada canción, el homenaje a Billie Holiday, el guiño del exilio de los músicos de jazz en París, Acapulco como ese sitio donde las celebridades iban a desmadrarse, Joao y Tom muertos de frío en New York. La canción que reivindica la música negra, ya sea africana o brasileña creo que es un disco muy bonito. La última canción que decidí no cantar, el último estribillo para que las cuerdas entraran como si fueran los títulos de crédito. Un millón de referencias y detalles que me hicieron adentrarme en esa historia tan vital que tiene el disco. Yo tengo la sensación de que es un álbum optimista y muy clarividente.

 Por último. ¿No sería también bastante, o muy triste, que no puedas defender como merecen estas canciones aunque sea ante auditorios algo reducidos por las circunstancias?

Estamos viviendo tiempos muy extraños y duros, sería triste pero ya veríamos cómo hacer y qué hacer. Lo importante es que podamos continuar. Muchísimas gracias Txema por tu entrevista. Un placer poder compartir contigo mi ilusión por este disco. ¡Cuídate mucho!

Texto: Txema Mañeru

 

 

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